copia de seguridad

viernes, 30 de abril de 2004

321. Viernes, 30 Abril, 2004 Capítulo Tricentésimo vigésimo primero: ¿En los pisos o en los coches que te venden "llave en mano" y "sin entrada", por dónde se entra a vivir? Lutero, además de fundador del "protestantismo", -normal que fuera un "protestón" nato si, como el mismo cuenta, tenía una madre que le azotaba hasta hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso-, fue también el pionero en eso de llevar una estadística sobre la frecuencia de las relaciones sexuales. Él, metódico a más no poder, llevaba siempre un diario donde apuntaba todo lo "importante" que le pasaba cada día. Así, cuando se caso a los 42 años con una monja de 26, no se le ocurrió otra cosa que apuntar en la libretita todas y cada una de las veces que tenía relaciones sexuales con su santa esposa, exactamente 104 durante el primer año. Hay que reconocer que un poco escasa estaba la cosa, teniendo en cuenta que era el primer año que digo yo que se coge esto con algo más de ímpetu, y más si nos fiamos de los de la marca de preservativos que hacen estudios de ese tipo y que dicen que la media mundial anda por los 127, Hungría a la cabeza con 152 y Malasia y Suecia a la cola con 103. Claro, que esto no hace sino volver a dejar por el gran sabio que es, a Albert Einstein cuando se le ocurrió esa ley que dice, más o menos, que todo en este mundo es relativo. Porque a ver, ¿qué son 127 veces -o incluso poniéndonos en plan fantasma 200-, al año, cuando cualquier león es capaz de copular hasta 80 veces al día? ¿Y qué son esas 80 veces al día del león cuando un hámster puede hacerlo 65 veces en una hora? ¿Y qué son 65 veces a la hora cuando hay ratones en el desierto mejicano llamados "jerbillos" que lo hacen 224 veces en el mismo tiempo...? Ei, ei, ei, pero no preocuparse, que como es viernes y eso, nosotros a pensar que lo importante es la calidad, que para eso aquí, el que no se conforma, es porque no quiere. Hasta el lunes. Historias Extra-ordinarias

jueves, 29 de abril de 2004

320. Jueves, 29 Abril, 2004 Capítulo Tricentésimo vigésimo: ¿Las aspiradoras las fabrican personas de grandes aspiraciones? Una de las más clásicas materias de competición entre hombres, especialmente de algunos y especialmente en algunas edades, suele ser el tamaño del pene. Saber quien la tiene más larga, vamos. Por cierto, digo yo, que no debe haber nada más frustrante que intentar poner "pene" como contraseña en alguna página de esas guarras y que te devuelva un "mensajito" diciendo que tu "pene" es demasiado corto para ser valido. Sí, ya sé que no es nada personal y que simplemente se refiere a la contraseña, que debería de ser más larga, pero el mosqueo no te lo quita nadie. Pero, como todo en esta vida, también esto es muy relativo, y va a depender sobre todo, con qué hagamos las comparaciones. Ya vimos como el humilde percebe, con un pene que superaba 38 veces su tamaño, dejaba en ridículo sin problemas, los, por ejemplo, tres metros que "luce" el delfín. Pues con el tamaño de los testículos ocurre más o menos lo mismo, por mucho varicocele que uno padezca, que no es más que una enfermedad dónde los testículos se hinchan y se hinchan y se hinchan.. , nada es comparable a los que tiene, sin enfermedad ni otras cosas raras, los mosquitos trompetilla, sus testículos representan, nada más y nada menos, que dos tercios de todo su cuerpo. Para hacernos una idea, si un hombre pesa 80 kilos, más de 56 y medio serían "huevos". ¡A ver quien es capaz de "competir" con eso! ¿A que olía "Lo que el viento se llevó"?

miércoles, 28 de abril de 2004

319. Miércoles, 28 Abril, 2004 Capítulo Tricentésimo decimonoveno: ¿Los grupos de heavy no deberían de grabar sólo discos duros? Es justo en esos "peores momentos" que uno tiene en un día negro, esos donde te ves a ti mismo como un patito feo sin ninguna esperanza de cambio, cuando saco a relucir toda mi artillería pesada y comprendo al cabo de los años, la utilidad de las historias que contaba mi abuela, aquellas que vistas con ojos infantiles, daban de todo menos tranquilidad. Y es que no hay nada para levantar el ánimo que mirar alrededor fijándose en algo más que en los propios defectos. La cuento en voz baja, que da como cierta intimidad.
Un cargador de agua que iba de pueblo en pueblo tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías." El aguador apresurado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa, quiero que te fijes en las flores que crecen a lo largo del camino." Así lo hizo la tinaja. y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. El aguador le dijo entonces "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.".
El mamífero más mudo de la tierra

martes, 27 de abril de 2004

318. Martes, 27 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimoctavo: ¿Por qué la ropa que es "talla única" no le quedan bien a nadie? Resulta que, si hacemos caso a las encuestas, que quizá sea mucho hacer, tres cuartas partes del mundo se sienten felices con su vida sexual. Los más contentos son los tailandeses, con un 92%, y los más insatisfechos los rusos y los finlandeses, donde más del 41% no se siente a gusto con sus relaciones íntimas. Como uno no va preguntando por esos mundos de dios, lo satisfecho o insatisfecho que un moldavo, por poner un ejemplo, se sienta cada vez que copula, habrá que creerse esas cifras, aunque hay un dato que me mosquea, resulta que España ocupa el tercer lugar en cuanto a satisfacción sexual de sus habitantes, con más de un 83%. Pero ¿de verdad hay tantos... tan satisfechos? Claro que me he quedado yo pensando y al final he dicho.. pues por poder, puede ser, porque claro, todo depende de lo que uno considere quedarse satisfecho sexualmente, que ya decía Mae West, toda una experta en estos temas, que el buen sexo era como el buen bridge. Si no tienes una buena pareja más vale tener una buena mano. Y claro mirado así.. pues el 83%, hasta se me hace poco. Una habitación por cada día del año y una escalera por cada semana

lunes, 26 de abril de 2004

317. Lunes, 26 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimoséptimo: ¿Para qué le sirven las tetas (las propias), a los hombres? Las utopías, existen porque existen cosas imposibles, hasta ahí de cajón, normal. La que es más complicado de entender es que, tal y como están las cosas, se empeñen en exigirnos que, como ellos pueden hacerlo, -porque pueden, ya lo creo que pueden-, los demás también estemos obligados, y encima por ley. Me imagino la casa del ministro, secretario, subsecretario o ideólogo de turno, al que se le ocurrió la brillante idea esa de tener un cubo para reciclar cada cosa: apartamento de treinta metros cuadrados con cocina integrada en el salón y al que hay que entrar al retrete de lado. De verdad que me gustaría reciclarlo todo, que sería una persona feliz si pudiera tener un cubo para los desperdicios orgánicos, un saco para el papel, otro cubo para el vidrio, un cubo para plásticos, latas y briks, una bolsita para las pilas, un recipiente para depositar el aceite usado y varios más para las basuras más contaminantes que no pueden mezclarse entre ellas, y por supuesto, tener una zona aparte para guardar los muebles viejos esperando a que llegue el día que pase el camión del ayuntamiento a recogerlos. Completamente feliz, y no sólo porque iba a dar rienda suelta a mi , ahora forzosamente reprimida conciencia ecologista, sino, y esto que quede entre nosotros, porque, estaría viviendo en un chalet de más mil metros cuadrados, como el de ellos. Matar a Beethoven

viernes, 23 de abril de 2004

316. Viernes, 23 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimosexto: ¿Por qué cuando uno va andando siempre hay más trozos cuesta arriba que cuesta abajo, independientemente del sentido de la marcha? No sé si la selección la harán mediante una empresa de esas de recursos humanos, o habrá que preparar oposiciones con temario y eso, pero me voy a enterar en cuanto tenga un rato libre entre un descanso y otro y mando la solicitud. Resulta que en el Vaticano, paraíso no sólo de cualquier ginecólogo vago, sino también de todos los misóginos convencidos, hay un grupo de gente que se dedica solamente a "inventarse" palabras, concretamente todas aquellas, que son muchas, que no existían en la época de Nerón, con el único fin de que puedan ser usadas en la lengua oficial del Estado: el latín. La cosa no tiene que ser difícil, al fin y al cabo nadie te podrá llevar la contraría si te empeñas en que, algo tan inexistente en la época como por ejemplo una "tirita" se te ocurra llamarla "Fasciola Glutinosa". A ver quien te va a decir otra cosa. Y no es broma, cuenta el "quo", que en 1997 ya se editó un diccionario con más de 15.000 neologismos con el fin de facilitarle el trabajo a los traductores. Así y aprovechando que hoy es el día del libro, -por cierto fiesta en mi pueblo, que "semos" muy leídos por la Salamanca de mis recuerdos-, y como ahora se está poniendo de moda las cosas en latín, por si acaso alguno se empeña en leer algo en esa lengua difunta, aquí van algunas de las "traducciones/actualizaciones" que no tienen desperdicio:
Motocicleta: Birota automataria Western: Fábula americae occidentalis. Coche-cama: Currus dormitorius Ovni: Rex inexplicata volans Video: Instrumentum telehornamentis exceptorium Playboy: Iuvenis voluptarius Whisky: vischium Champú: Capitilavium Retrete: Cella intima Snob: Novissimorum morum affetator Stripteaser: Sui ipsius nudator Tenis: Manubriati reticuli ludus Slalom: Descensio flexuosa V.I.P. : Amplissimus vir Voyeur: Obscena observandi cupido
Historias Extra-ordinarias

jueves, 22 de abril de 2004

315. Jueves, 22 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimoquinto: ¿Y a que se dedicaría Dios antes de crear el mundo? Supongo que todos, o casi, tenemos claro que la mezcla de culturas y tradiciones, por muy distintas que estas sean a la nuestra, nos son sino una manera de enriquecernos, por lo menos espiritualmente, a todos. Pues ya que estamos en una época de cambios, me gustaría a mí aportar algunas ideas de esas que está comprobado que funcionan perfectamente por el extranjero, y que, teniendo en cuenta que únicamente reportan ventajas, sólo se entiende que no estén implantadas entre nosotros por un simple desconocimiento de las mismas. Los "kipsigis" son una de las muchas tribus que viven en Kenia, ellos son polígamos, esto, así en principio y como es fácil de comprender, puede aportar ventajas pero también inconvenientes, con lo cual podría estudiarse su implantación pero con reservas. Sin embargo, "su" poligamia roza la perfección, ya que alli lo de vivir juntos, no es algo que esté precisamente bien visto. En ningún momento nadie de la "familia" molesta a los demás "cónyuges" ya que se sigue a rajatabla el refrán de "cada uno en su casa y dios en la de todos" Así, cada esposa tiene su propio hogar y el esposo la suya, dedicandose el hombre de "las casas" a dividir, de una manera rigurosamente equitativa, la distribución del tiempo que a cada una le corresponda pasar con "su" amadísimo marido. ¿A que estarán esperando para importar este tipo de tradiciones? ¡Enriquezcámonos con las culturas del mundo, pero ya! Como hacer crecer los pechos sin cirugía

miércoles, 21 de abril de 2004

314. Miércoles, 21 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimocuarto: ¿Por qué la película de Kevin Costner se llama "Bailando con Lobos", si sólo aparece un único lobo durante toda la historia? En esta última semana me está pasando lo que a aquella presunta señorita puta a la que le preguntó el juez: "¿Practica usted la prostitución?", "no señor juez" respondió ella muy segura, "..la practiqué hace mucho tiempo, ahora la ejerzo". Y es que desde que anunciara el jefe de turno que se va a legalizar el matrimonio homosexual, la famosa pregunta, que fue todo un clásico familiar en mis locos años veinte, y que pensaba yo que nunca más la iba a oír, está volviendo con más fuerza que nunca: ¿oye, y cuándo te casas? Eso sí, cambian los "preguntones", si antes los "inquisidores" eran familiares adosados con alguna copa de más en bodas, banquetes y comuniones, ahora son precisamente aquellos que toda su vida han echado pestes del matrimonio, los que se empeñan en preguntar y repreguntar la famosa frase. Es de sentido común y de una justicia elemental que, el que lo quiera hacer pueda hacerlo, pero algunos seguimos sin creer en "sagradas instituciones" por muy "oficialmente bendecidas" que estén. Si dos personas están juntas, que sea, simplemente, por que así lo deciden ellas dos, libremente, sin ningún tipo de firmas o de otras ataduras que puedan influir en la decisión. Al fin y al cabo digo yo lo que la presunta señorita puta, a estas alturas de la película ya no "practico" el matrimonio, simplemente, lo ejerzo y nadie va a venir a decirme ahora quien es mi marido después de llevar dieciocho años con él. Los zapatos más caros del mundo

martes, 20 de abril de 2004

313. Martes, 20 Abril 2004 Capítulo Tricentésimo decimotercero: ¿Por qué cualquier "partícula" que se desplaza busca siempre el ojo más próximo para aterrizar? Sé que es romper un tópico muy extendido, pero "lo que e, é" y una de mis abuelas era la persona más gruñona y con peor humor que cualquiera puede encontrarse por esos mundos de dios. Su mal genio era casi una leyenda en el barrio, hay quien decía que ya nació así, hay quien sostenía la teoría de que una vida muy complicada, viuda por la guerra civil en el bando de los perdedores, -aunque solo fuera por razón geográfica- y teniendo que sacar a los hijos adelante sola en la posguerra, deben de agriarle el carácter a cualquiera. Hasta tenía un primo más mayor que se empeñaba en asociar ese continuo estado de enfado con su nombre. Él, medio en broma medio en serio, mantenía que llamarse "Gregoria" tenía que, a la fuerza, agriarte el carácter de por vida. La verdad es que nos daba igual la causa que fuera, la queríamos y su continuo mal genio formaba parte de su encanto. Pero si había algo que nos gustaba a todos de ella, era su "manía", entre bronca y bronca, de contarnos historias. Acostumbrados como estábamos a aburridas "caperucitas" o a sosas "cenicientas", ella, fiel al espíritu trágico de su vida , nos contaba cuentos extraños, de esos donde, con el tiempo he comprendido, volcaba todo el sentido de una existencia tan dura como valiente: la suya. Su repertorio era muy amplio, pero había una historia que invariablemente nos llamaba la atención, como la memoria no era su fuerte nos la contaba una y otra vez, pero siempre nos dejaba pensando, decía más o menos:
"Había una vez, en un pequeño pueblo, un señor muy importante, respetado por su familia y sus vecinos. Un día, de buena mañana, mientras estaba desayunando en la cocina, observó que mujer se mostraba algo inquieta y agitada. Se le acercó y le preguntó cuál era la causa de su inquietud. La mujer le explicó que cuando se dirigía aquella mañana al mercado, se había encontrado con la muerte y que ésta le rozó el hombro y la miró fijamente, toda vestida de negro y con un chal de color rojo. La mujer suplicó a su marido que le dejara marchar de la ciudad pues estaba segura de que la muerte le buscaba. El marido, enamorado como estaba de su mujer, la dejó partir, así que, sin perder ni un minuto de tiempo, ella hizo las maletas y se dirigió a la ciudad, segura de poder esconderse. El marido no dejaba de pensar en el encuentro que su mujer había tenido con la muerte, así que decidió disfrazarse, para pasar desapercibido y se fue hasta la plaza del mercado, buscó a la muerte entre la multitud, la vio y la reconoció: alta, delgada, vestida de negro y con el rostro cubierto por un chal rojo... Su mujer no se había equivocado. El marido se armó de valor y decidido se acercó a ella. Con firmeza, le preguntó por qué se había fijado en una mujer honrada y saludable como era la suya. La muerte, respetuosa, le contestó al marido que no pretendía asustar a su esposa, que solamente la había mirado con sorpresa porque no esperaba que estuviera en el pueblo, ya que aquella misma noche tenía que ir a buscarla a la ciudad".
Los siameses de Siam

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