copia de seguridad

jueves, 22 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo septuagésimo segundo: "Sed buenos". (E. T. , 1982, extraterrestre) No lo digo yo, lo dice gente mucho más instruida en el tema y que, además, aporta todo tipo de datos para avalar una dolorosa pero inapelable conclusión: Papa Noel no existe. La lógica se impone. En primer lugar, ninguna especie de reno puede volar. Vale, el razonamiento no es muy contundente teniendo en cuenta que aún hay más de 300.000 especies de organismos que no han sido clasificados. Démosle un voto de confianza y pensemos: no es posible descartar con seguridad que existan renos voladores y que el tal Papa Noel sea el único que los haya visto. Aún así, en el mundo hay más de 2.000 millones de niños de los que habría que descontar casi 400 millones entre mulsumanes, hindúes y demás infieles a los que Papa Noel no reparte, aún así y haciendo un promedio de 3,5 niños por hogar, el buen señor tendría que visitar en un día (de 31 horas por aquello de la rotación de la tierra y las zonas horarias) 91.800.000 casas. Esto da un promedio de 822,6 visitas por segundo, es decir que en cada hogar, el señor Noel tiene poco más de una milésima de segundo para aparcar, saltar del trineo, bajar por la chimenea, seleccionar los regalos, ponerlos bajo el árbol, subir por la chimenea, montar en su trineo y viajar hasta la próxima casa. Asumiendo que cada parada esté perfectamente planificada a través de algún ordenador de a bordo, haría un viaje de 121.500.000 kilómetros. Lo que supone que el trineo debe desplazarse a más de 1.000 kilómetros por segundo (3.000 veces la velocidad de la luz) algo difícil de asimilar teniendo en cuenta que un reno convencional puede correr como máximo 15 kilómetros por hora. Otro tema interesante: la carga que transporta. Pongamos que cada niño recibe, juguete más juguete menos, entre la videoconsola y el madelman, unos 500 gramos de regalos. El trineo tendría que transportar 321.300 toneladas a lo que habría que añadir el peso del propio Papa Noel (que no es precisamente una persona con problemas de anorexia). Sabemos que un reno convencional puede arrastrar unos 140 kilos, por eso y aún garantizando que uno "volador" pueda tirar 10 veces más, necesitaría no ocho o nueve como nos quiere hacer creer sino 214.200 renos, algo que aumentaría el peso a 353.430 toneladas, unas cuatro veces más que un gigantesco trasatlántico. Las 353.400 toneladas viajando a 1.080 kilómetros por segundo generarían una resistencia al aire que elevaría la temperatura del reno casi a la misma proporción que una nave atravesando la atmósfera. Pronto, el primer reno habría absorbido tal energía que se convertiría instantáneamente es una bola de fuego y se desintegraría , dejando expuesto al segundo. Todos se vaporizarían en 0,0426 segundos. Mientras Papá Noel estaría sometido a fuerzas 17.500 veces mayores a la de la gravedad. Si pesara 100 kilos (un estimación discreta), sería impulsado hacía la parte trasera del trineo con una fuerza de 1.800.000 kilos. En definitiva, si Papá Noel alguna vez repartió regalos en Navidad, muy probablemente hoy esté muerto. Por eso no conviene arriesgarse: los regalos hay que pedírselos siempre, siempre, a los Reyes. Dicho lo cual, servidor empieza hoy mismo unas merecidas vacaciones y se despide de todos y de todo hasta el lunes 3 de enero. Feliz Navidad. ... más historias extra-ordinarias cada día Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 21 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo septuagésimo primero: La vejez tiene dos ventajas: dejan de dolerte las muelas y se dejan de escuchar las tonterías que se dicen alrededor (George Bernard Shaw, 1856-1950, escritor irlandés) Que no se nos quede cara de bobos cuando estas navidades nos hagan la proposición. La información es poder y no sólo de misioneros o "birmanos" vive el hombre. Algunas prácticas con denominación de origen: Ruso: acción de masajear el ano. Turco: La pareja, con las manos atadas, espera de forma sumisa a dar y recibir placer sin moverse. Francés: coito oral. Árabe: "cabalgar" encima de la pareja. Florentino: Uno de los miembros de la pareja sujetará el pene del otro con la piel presionada hacía atrás evitando la eyaculación. Sajón: igual que el "florentino" pero presionando la base del pene. Japonés: realizar el coito en el suelo y en cuclillas. Griego: coito anal. Sueco: sexo en grupo. Cubano: masturbación con el pene entre los pechos. Tailandés: masaje por todo el cuerpo con los pechos. Toda una vuelta al mundo sin salir de una habitación. ... pi Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 19 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo septuagésimo: "La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien completamente sano". (Aldous Huxley, 1894-1963, escritor británico) Y ahí estaba yo, delante de un montón de informes, debatiéndome conmigo mismo el significado de la vida, o la difícil solución que tiene el problema del hambre en el mundo cuando cogí un clip y, en aquel estado de angustia, comencé a retorcerlo de un lado a otro. Estaba liberando el artista que había en mí ¿Quién sabe con certeza cómo nace un genio? En pocos minutos había creado mi primera escultura, y como todos los grandes artistas había empezado queriendo homenajear a la naturaleza: una flor silvestre.
Era el momento de crear un estilo propio, algo postimpresionista que dejara huella: un frutero y una botella de vino.
Eso ya cubría el tema de las naturalezas muertas. Fue entonces cuando me di cuenta de que, al haberme iniciado tardíamente, tendría que abordar con la mayor premura muchos estilos y periodos antes de encontrar el que me elevara al Olimpo de los escultores de clips. El Art Nouveau parecía muy adecuado para expresar mi creatividad clipera pero aquella figura retorcida, conseguida después de cinco extenuantes minutos de trabajo, no acabó de convencerme.
Por un momento pensé que el retrato podía ser mi especialidad, la dificultad que me supuso hacerle el ojo a aquella cara me hizo desistir de tan encomiable misión.
Llevaba ya más de una hora "creando" y me sentía con fuerzas para acometer las raison d´être de casi todos los movimientos escultóricos desde la Grecia antigua: el cuerpo humano.
Pronto lo acabé descartando por considerarlo demasiado caricaturesco. Necesitaba un enfoque más escultural. Retorciendo aquí y allá, y rompiendo un clip tras otros sin pararme en pensar en el gasto (algo que los verdaderos artistas nunca debemos tomar en cuenta), acabé por fin una obra completa a la que bauticé como "Desnudo recostado".
Animado, pensé que ahora podía abordar estilos más modernos. Estaba entrando en mi periodo "realista" muy dignamente representado por dos de las mejores piezas que había creado hasta entonces y a las que bauticé como "el ciclista" y "el viajero apresurado".
Ya sólo me quedaba el nivel más elevado de la escultura, el estilo más difícil de todos: el abstracto. Las dudas me asaltaron ¿Sería capaz de hacer frente a semejante reto?. Me puse a ello y el resultado no pudo ser mejor. Su título lo decía todo: "Paisaje con acebo junto a un estanque barrido por el viento en coulis de fresa."
No soy crítico de arte, simplemente una persona con sentido común que sabe si una cosa le gusta o no; por eso reconozco que los resultados de mis trabajos en tan complicado estilo no fueron del todo malos. Si el primero el inimitable "paisaje con acebo junto a un estanque barrido por el viento en coulis de fresa" era bueno, tengo que reconocer, sin jactancia, que la verdadera obra maestra hasta ahora la he conseguido con el "abstracto lineal retorcido".
Fue en ese momento cuando me quedé sin saber hacía dónde seguir. Finalmente y tras largos minutos de forcejeo mental con las yemas de los dedos doloridas, la fatiga mental y el natural desgaste de la imaginación, me rebelé contra el abastracto. Los críticos no pueden dejar de estar de acuerdo en que, en esta figura final, obra cumbre de todas las etapas por las que pasé, y a la que le puse el nombre de "solo de trombón", queda plasmada triunfalmente la última moda del siglo XXI en cuanto a arte se refiere: la vuelta al naturalismo.
... una idea muy limpia Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo noveno: "Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas". (Werner Karl Heisenberg, 1901-1976, filósofo y físico alemán) En las inscripciones de una tablilla asiria de hace más de cuatro mil años, se puede leer un inquietante mensaje:
  "En estos últimos tiempos, nuestra tierra está degenerando. Hay señales de que el mundo está llegando rápidamente a su fin. El cohecho y la corrupción son comunes".
Unos dos mil años después, es decir hace unos dos mil años, Sócrates, insigne filósofo él, proclamaba:
 "Los hijos son ahora unos tiranos, ya no se ponen en pie cuando un anciano entra en una habitación. Contradicen a sus padres, charlas ante las visitas, engullen golosinas en la mesa, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros: ¿Qué está ocurriendo con nuestros jóvenes?" Faltan al respeto de sus mayores, desobedecen a sus padres. Desdeñan la ley. Se rebelan en las calles inflamados de ideas descabelladas. Su moral está decayendo. ¿Qué va a ser de ellos? ¿Qué va a ser de nosotros? El mundo se acerca a su fin".
Lunes, ocho de la mañana y otra vez en el trabajo?Luego dirán que la civilización avanza y los tiempos cambian. ... una idea muy limpia Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 16 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo octavo: "No es tolerante quien no tolera la intolerancia. (Jaime Balmes. 1810-1848, filósofo y teólogo español). Mi relación con el tabaco ha sido siempre la de una convivencia pacifica, tolerante y de buena voluntad por ambas partes: mi padre y mi hermano fumaban y los demás nos tragábamos sin rechistar la ración de humo que nos correspondía. Por supuesto a ninguno se nos pasó nunca por la cabeza poner en duda el derecho que tenía el cabeza de familia para fumar en su casa. Familia que fuma unida, permanece unida que decía mi primo. Por lo tanto soy fumador a pesar de no haber fumado nunca (ni ganas de hacerlo), un dato que parece influir en que no me moleste lo más mínimo que, a pesar de los tiempos que corren, alguien encienda un cigarro a mi lado. Aún así no acabo de encontrar lógica esa manía que les ha entrado a los fumadores diciendo que se sienten perseguidos. Hombre..a ver, todavía que protestaran los del siglo XVII cuando el Zar de Rusia ordenó cortar la nariz a todo aquel que llevara tabaco vale; o que lo hicieran los otomanos cuando a su sultán Murad le dio por castigar a los que fumaran con la pena de muerte lo entiendo.. pero protestar por una ley que lo único que pretende es que sus cigarros se los fumen sólo ellos impidiendo a los demás poder gorronear libremente del humo de segunda mano que ellos sueltan.. me parece un poco raro. Al fin y al cabo al precio que está el tabaco hasta tenían que agradecer propuestas de este tipo encaminadas a que sólo consuma humo aquel que lo pague. Y no como ha estado ocurriendo hasta ahora donde cualquier aprovechado que se encontrara cercano a un honrado fumador podía aprovecharse sin el menor recato de la desprendida generosidad del mismo. Hasta el lunes ... a la reina ni tocarla Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 15 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo séptimo: ¿No es usted la Srta. Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted. (Groucho Marx, 1890 - 1977, humorista estadounidense) Lo dice uno de los grandes genios del pensamiento creativo moderno, Michael Michalko (y si no lo es todavía ya lo será, -se lo ha ganado a pulso-) cuando expone en su libro Thinker Toys (Gestión 2000, 368 páginas, 20,95 euros -con su iva y todo-) la irrefutable "teoría de la incubación": "para tener ideas lo mejor es echarse a dormir" Una idea que tampoco es precisamente nueva. Ya hace muchos años que un físico muy conocido (al menos entre los físicos mundiales) expuso un hecho evidente: todos los grandes descubrimientos científicos han sido conseguidos en alguna de las tres "bes": bus, bed, o bath. O lo que es lo mismo, en el autobús, en la cama o en el baño. Haciendo notar que ninguno, al menos "ninguno" que fuera importante para el desarrollo de la humanidad, fue concibió en un lugar de trabajo. El ejemplo más clásico: Arquímedes cuando solucionó aquel problema para determinar la pureza del oro y acabó formulando su famoso principio. ¿Dónde?, pues precisamente en la bañera, cuando andaba refrescándose para intentar relajarse y olvidarse del problema. Y no es el único, William Carrier acabó inventando el aire acondicionado mirando la bruma en una estación de tren a la que había ido después de darle miles de vueltas a la cabeza en su lugar de trabajo y acabar completamente bloqueado. Naturalmente hasta que mis amados superiores no se modernicen y pongan en práctica los nuevos métodos laborales que están triunfando ahora mismo en todo el mundo, que no me vuelvan a pedir resultados. ... atando los perros con longanizas Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 14 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo sexto: "El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto". (Jorge Luis Borges, 1899-1986, escritor argentino) Por un mero interés practico (si en algo parecen coincidir todas las religiones es que por mis gustos sexuales estoy condenado irremediablemente al fuego eterno del infierno) ando yo preocupado en saber como será tan caliente lugar y, por lo tanto, el futuro que puede esperarme allí. Y que menos que aprovechar el post 666, de indudables connotaciones diabólicas, para hablar de él. Lo malo es que como nadie ha vuelto de tan curioso lugar (al menos todavía) no podemos tener certeza absoluta de nada. Eso sí, una serie de personas de bien y muy respetados por sus trabajos, ya han dado su opinión sobre el tema. En "La última noche de Boris Grushenko", película de Woody Alllen, éste imaginaba que era condenado a pasar la eternidad encerrado con un vendedor de seguros. Otro director de cine, Luis Buñuel, quien odiaba el ruido por encima de todo, imaginó en su película "Simón del Desierto" al infierno como un lugar situado en una macrodiscoteca en la que nunca paraba la música. Jean-Luc Godard lo describió en sus memorias como un cine, pero un cine en el que sólo se proyectaban películas malas que había que ver obligatoriamente. Uno, aunque más modesto, lo tiene más claro: me basta con mirar a mi alrededor cada mañana de día laborable. ... recursos humanos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 13 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo quinto: " El sueño y la esperanza son los dos calmantes que la naturaleza concede al hombre. (Federico I, 1122-1190, Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico) El hecho de que servidor necesite un mínimo de nueve/diez horas cada día para poder ser "persona" no podía ser sólo cosa de mi habitual vagancia. Ni mucho menos. Tenía que haber alguna razón lógica y natural. Y la he encontrado. Los mamíferos, en los que por aquello de las clasificaciones científicas me incluyen, necesitan más horas de sueño cuanto más pequeños son. Los datos dejan pocas dudas: a una jirafa le bastarán con dos al día para cubrir el "cupo" de horas necesarias de sueño mientras que una ardilla no podrá pasarse menos de 14 durmiendo. Es cuestión de tamaño: una rata duerme 13 horas mientras que a un caballo le basta con 3; una foca necesitará 6 mientras un perro o un delfín van a necesitar no menos de 10. Y así todos. A menor tamaño, mayor número de horas de sueño necesarias. Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo "recogidito" que soy, con un componente "volumétrico" bastante más cercano al de una ardilla que al de una jirafa, está claro que mi afición a dormir no es más que el desarrollo natural y lógico de la naturaleza. Habría que dejarla seguir su curso sin tantas interferencias. ... bebés con criterio Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 12 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo cuarto: "No hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse". (Gilbert Keith Chesterton, 1874-1936, escritor británico). Una vez establecido contacto, pongamos que el ligue es amable y te acaba invitando a su casa a comer, (al menos en principio, comida). Después del "¿puedo tocar?", segunda parte del "donde fueres haz lo que vieres", versión ¿cómo como? Si llegados esos momentos queremos que la comida sea el preludio de otras "comidas" posteriores, conviene no defraudar al exótico anfitrión conociendo sus costumbres. Algunas tan extrañas como las de los coreanos, donde lo educado es hacerse de rogar varias veces antes de sentarse a la mesa, o las de Jordania, donde es práctica habitual rehusar por dos veces la invitación a servirse de un mismo plato, pero sólo dos veces: hay que decir sí a la tercera o te quedarás sin comer. En todo occidente se presenta la mesa con cubiertos, pero así como en los países anglosajones es costumbre dejar la manos en el regazo cuando no se está comiendo, en el resto se considera de muy mala educación. También está muy mal vista la costumbre española de probar otros platos; y en Francia concretamente es un "pecado" mojar pan en la salsa En África y Asia comen con las manos, pero, atención, sólo con la derecha y con tres dedos a lo sumo. Nunca hay que frotar los palillos uno contra otro entre las manos de un hogar asiático porque creerán que piensa que le han puesto unos baratos. Cuidado con las comidas y cenas en Rusia si se tiene el hígado delicado, A cada dos por tres hay que levantarse y tomarse un chupito de vodka porque alguien hará un brindis. Así como en Europa y Norteamérica es de buena educación terminar lo pongan en el plato, no sucede lo mismo ni entre los lapones ni en el mundo árabe, en donde es conveniente no comérselo todo porque luego no tendrían qué comer los niños y los criados. En Indonesia se aconseja dejar algo en el plato para indicar que no se quiere más. Los eructos en Australia no están mal vistos, pero sí en Europa; y en el mundo árabe son sinónimo de que se está satisfecho. Para demostrar que le ha gustado la comida, en Portugal debe besar el dedo índice y, con éste y el pulgar frotarse la oreja. Visto lo visto, casi mejor dedicarse al producto "nacional", a ver si con tanto ringorrango luego no podemos concentrarnos en el "postre". Tengo sueño. ... caprichos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 9 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo tercero: "La habilidad es la riqueza del pobre" (Christopher Wren, 1632-1723, arquitecto inglés) Viernes raro, un día ideal para aprovechar las horas que ¡obligatoriamente! hay-que-estar-en-el-trabajo aprendiendo cosas nuevas con las que experimentar durante el fin de semana. Por ejemplo. Hagamos un poco el Mac Gyver. Cualquier cosa antes que "trabajar" . Leche, vinagre y bicarbonato es lo único que necesitamos para hacer uno de los pegamento más eficaces que existen. Calentamos un poco la leche, añadimos un chorrito de vinagre y removemos. La leche empezará a dividirse en una parte líquida: el suero, y una sólida: la caseína. Dos partes que se pueden separar fácilmente, basta con colar la mezcla a través de un trapo. Para el pegamento sólo nos interesa la parte sólida, la caseína. Machacamos los grumos que nos han quedado mezclándolos con un poco de agua caliente y un cuarto de cucharada de bicarbonato. Este bicarbonato neutraliza al vinagre y lo que nos queda es la caseína en estado líquido: un pegamento tan eficaz como el que más... y mucho más barato. Y ya que estamos ahorrativos y para no tirar nada podríamos usar el líquido que quedó al colar la mezcla de leche y vinagre para simular cierto fluido corporal de parecidas características (al menos a la vista) entre ambos. Aunque para eso nada mejor -y más rico- que la leche condensada mezclada con un poco de clara de huevo... qué se lo pregunten a los actores de películas porno. Pero eso es ya otra historia. ... más historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 7 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo segundo: "De cerca, nadie es normal". (Caetano Veloso, 1942, músico brasileño) Aprovechando que somos pocos, un "experimento" científico (a la par que educativo) para establecer el nivel de perversión que nos gastamos todos y cada uno de los habituales habitantes de esta bitácora. Empezando por el que la firma. A primera vista ¿qué diría uno que se ve en la imagen?:
Pues salvo que algún alma cándida haya dicho "nueve delfines nadando", resulta que somos todos unos sátiros depravados que sólo tenemos una cosa en la cabeza: sexo. Algo que tampoco nos cogería de nuevas. Los niños (mentes puras ellas, bendita inocencia -al menos hasta cierta edad-) no logran identificar la imagen anterior con una pareja intercambiando (entre otras cosas) "fluidos" como hemos hecho el resto Lo que ellos ven al no tener la mente asociada a tan lúbrica situación son los nueve delfines. Sin embargo el resto ya estamos lo suficientemente corruptos para ver directamente "cochinadas" dónde sólo hay nadando unos simpáticos animalitos. A ver quien hace ahora nada con semejante preocupación encima. ... la difícil "comercialización" de la televisión Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 5 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo primero: Los amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor. (Ramón y Cajal 1852-1856, médico español) En uno de los libros de texto que tuve cuando estudiaba en el colegio (pleistoceno arriba, pleistoceno abajo) había una frase, de no recuerdo quién, que decía más o menos que un amigo era aquel que estaba a tu lado cuando preferiría estar en otra parte. La frase por sí misma tampoco era nada del otro jueves; una más de las muchas que cerraba cada capítulo, y que, como sabíamos que no iban a entrar en el examen, nunca le hacíamos caso. Sin embargo, la historia elegida por el autor del libro de texto para intentar explicar semejante pensamiento, hizo que me quedara con ella para siempre. No podía ser más acertada. Había en el siglo V a. de C. un atleta llamado Asiarques al que no se le ocurrió otra cosa que participar en una revuelta contra el mandamás de la época, Dionisio el Viejo. Fue detenido por conspirar y condenado a muerte, una condena que se tenía que cumplir justo cuando el atleta era convocado a los Juegos Olímpicos. El reo imploró que la sentencia se aplazara hasta volver de Olimpia y puso como garantía de su vuelta, y para que fuese ejecutado en caso de que él no volviera, a su amigo Pitias. Y Pitias aceptó. Cuando el atleta regresó, Pitias fue inmediatamente liberado mientras Asiarques era ejecutado y enterrado... pero enterrado con todos los honores debido a aquella extraordinaria prueba de amistad que conmovió no sólo al mismo Dionisio, sino a todo el pueblo de Siracusa que discutía quién de los dos había dado una mayor muestra de amistad: Pitias, capaz de arriesgar su vida sólo por amistad y a cambio de nada, o Asiarques, al volver sólo para impedir la muerte de su amigo... aún sabiendo que perdería la propia. Va por todos los que en un día como el de hoy, tienen/tenemos que "estar en el trabajo". ... anticonceptivo muy peculiar Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 2 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexagésimo: "Tener dinero es como ser rubia: es más divertido, pero no de vital importancia" (Mary Quant, 1934, diseñadora inglesa) No, no es casualidad. Por culpa de la contaminación, existe un 22 % más de posibilidades de que llueva un sábado que un lunes. Según un estudio de la Universidad de Arizona (en los EE.UU.) en las regiones habitadas del planeta se producen hasta un 22 % más de precipitaciones, tormentas, huracanes y mal tiempo en general los sábados que los lunes. Un fenómeno que parece estar ligado al incremento de los niveles de contaminación atmosférica que se producen a medida que se acerca el fin de semana. Un aumento que nunca no se origina en zonas no habitadas del planeta en el que la frecuencia de lluvia dentro de una misma época climática, es casi igual durante todos los días de la semana. Una razón más, (y hay unas cuantas), para que los viernes pasen a ser considerados, inmediatamente y a todos los efectos, como festivos. Así, la mayor probabilidad de lluvia pasaría a corresponder a ese día, dejando los sábados y los domingos sin los "recortes" que se dan ahora. Lo demás no dejaría de ser un fraude en toda regla sobre nuestros -tan escasos como bien merecidos- días de descanso. Hasta el lunes. ... más historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 1 de diciembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo noveno: "Cuando se es niño, los ruidos que asustan surgen de debajo de la cama, y cuando se es adulto, de debajo de la tapa del motor del coche" (James Denton, 1963, actor estadounidense) He confesado en varias ocasiones mi adicción al café, una sustancia tan tóxica como cualquier otra y que de no ser por el miedo que le tengo a las agujas, me inyectaría en vena cada tres horas. Pero después de lo que he leído por ahí, estoy planteándome muy seriamente empezar una cura de desintoxicación que me aparte del sórdido mundo de los cafeinómanos compulsivos. El "Kopi Luwak", uno de los "cafeses" más fuertes y de mejor sabor que existen (y, aunque más difícil de encontrar que los del carrefour -y un poco más caro-, ya hay varias marcas que lo venden) esconde un terrible secreto. Según las instrucciones del paquete todo parece normal, granos procedentes de las plantaciones de Sumatra, Java y Sulawesi, recolectados por los nativos y recogidos después por el equivalente en aquellas tierras del "Valdés" del anuncio. Pero en las "instrucciones" se saltan un paso: los nativos lo recogen, sí, pero después de que un marsupial se lo haya comido, lo haya digerido y lo haya defecado. Entonces, y sólo entonces, lo recogen. Claro, dicen los estudiosos que son precisamente los ácidos y encimas del estomago de este animalito las que modifican las proteínas de estas semillas dándole un especial sabor que recuerda al chocolate. A "chocolate"... ya. Podía hacer un chiste fácil pero casi lo dejo aquí. ... imbatibles, hasta que dejaron de serlo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 30 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo octavo: "Yo creo en las familias numerosas: toda mujer debería tener al menos tres maridos". (Zsa Zsa Gabor,1919, actriz húngara) Estamos a punto de entrar en el mes de la sutileza y/o diplomacia: mañana llega diciembre. Pocas cosas hay que pongan más a prueba la paciencia de uno que las innumerables e interminables reuniones en las que el personal se empeña en dar rienda suelta a una avalancha de "paces", "concordias", "amistades" y "armonías" que nunca demuestran el resto del año. El alcohol es lo que tiene. Y en la muy práctica línea de "tantos hombres y tan poco tiempo", un par de anécdotas de las que aprender a salir del paso de alguna de las situaciones más comunes que se nos van a presentar. Seguro. Primera: la protagonizada por la estrella de cine alemana, Marlene Dietrich. En una fiesta organizada con motivo de la navidad se topó con un conocido que se había quedado calvo y al que no reconoció. "¿No te acuerdas de mí Marlene?" le preguntó él. La actriz lo miró y lo remiró hasta que, por fin, se le iluminó el rostro, y le dijo "!Ay, perdóname! No te reconocía con ese peinado". Segunda: la protagonizada por los invitados a la cena de navidad de otra actriz, Helen Hayes, famosa por su fuerte carácter y por su poca maña para la cocina. A pesar de ello unas navidades decidió ser ella quien guisara para toda la familia. "Es mi primer pavo -les dijo-. Si no está bueno, no quiero oír ni una palabra. Os levantáis, calladitos, y nos vamos a un restaurante". Volvió diez minutos más tarde y todos seguían sentados en la mesa... pero con los abrigos puestos. Sutileza, diplomacia, y unas cuantas toneladas de paciencia. Falta nos va a hacer con el mes que se nos viene encima. ... "¡A buenas horas, mangas verdes!" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 29 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo séptimo: "Los hombres y las mujeres se mezclan tan bien como el aceite y el agua. Por eso hay que estar agitando continuamente; si no, se separan" (Alan Alda, 1936, actor y director de cine estadounidense). No soy yo muy aficionado a la moda de tatuajes, piercings y/o demás mutilaciones corporales. Pero tal y como están las cosas por esos mundos de Dios, colocarse, es un suponer, una argolla en el pene, no deja de ser un juego de niños si lo comparamos con ciertas aficiones a las que parecen estar abonados por otras latitudes. Cierta tribu aborigen australiana, adoradores ellos de un dios que se presenta bajo la forma de un lagarto, tienen la costumbre de dividir el pene de sus miembros por la mitad, desde el glande hasta la base, para que su falo se parezca lo más posible al de su ídolo. Un ídolo que, como buen saurio que se supone que es, tiene dos penes, como la mayoría de estos simpáticos animalitos, por aquello de las dificultades que tendrían para la penetración debido a su rígida cola si sólo tuvieran uno. Alguien debería decirle a estos simpáticos australianos que "dos" suele ser la suma de "uno" más "uno", pero nunca de "uno" partido a la mitad. ... aprovechando la "mili" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 28 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo sexto: "Cuanto más gordo sea tu enemigo, mejor para vencerle. Es más fácil clavar un cuchillo en el buey que una uña en la pulga". (Proverbio chino) En 1930, un honrado matrimonio de naturalistas alemanes, Margaret y Heinz Wittmer, y su hijo Henry se mudaron a la isla de Floreana, en las Galápagos, para estudiar su fauna. Su aventura no fue fácil. Vivieron en una caverna hasta que construyeron una casa de piedra y, aunque ya en la isla tuvieron dos hijos, el mayor, Henry, murió de pulmonía. Dos años después, en 1932 y cuando gracias a su esfuerzo empezaban a conseguir ciertas comodidades, la paz del lugar se vio turbada por la aparición de unos extraños personajes: la baronesa austriaca Eloise von Wagner Bosquet, acompañada por un doctor y dos gigolós. La aristócrata, quería construir en aquel paraíso un hotel para millonarios, una idea que horrorizaba a los Wittmer. La cosa acabó de modo truculento. Primero fue el doctor quien falleció tras comer carne envenenada. Luego la baronesa y uno de sus amantes desaparecieron sin dejar rastro. Finalmente el otro hombre se ahogó al tratar de huir en bote. Hubo una investigación pero hasta la fecha, el misterio de Floreana sigue sin estar del todo claro. Vaya por delante que un servidor es contrario a cualquier tipo de violencia, pero cuando honrados trabajadores, -como yo mismo-, nos pasamos la mayor parte de nuestra vida laboral esforzándonos en parecer que "trabajamos" (con el "trabajo" que eso cuesta), no es de muy buen gusto que llegue "uno" nuevo y esgrimiendo extrañas ideas sobre "responsabilidad", "deber" "y "a mi me pagan por trabajar", se ponga como un loco a hacer cosas ¡de trabajo! y hasta tenga el descaro de presentar los "resultados" poco después de haberlos terminado. Algo que no sólo deja en evidencia al resto de compañeros, sino que hasta ha empezado a despertar algunas sospechas entre algún malpensado jefe que comienza a lanzar alguna que otra "indirecta" sobre si los demás "aprovechamos" correctamente las horas laborales. Una duda que, sinceramente en mi caso, ofende. Luego dirán que pasan cosas. ... quejarse con razón Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 25 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo quinto: "Después de todo, lo mejor que uno puede hacer cuando llueve es dejar que llueva". (Henry Wadsworth Longfellow. 1807-1882 poeta estadounidense) Enrique VII y Ana Bolena tuvieron una hija que llegó (antes de morir ejecutada como era costumbre de la época) a Reina de Inglaterra, bajo el muy original nombre para una reina inglesa (aunque ésta fue la primera en usarlo) de Isabel. Y había un conde, el de Leicester, empeñado a toda costa en conquistarla. Como el amor es una de las enfermedades mentales que más altera a quien la sufre, al pobre conde no se le ocurrió otra cosa que intentar obtener los favores de su amada regalándole sin parar, ¡durante diecisiete días seguidos!, conciertos de trompeta "adornados" con fuegos artificiales y bailarinas vestidas como ninfas y doncellas que salían portando espadas de un lago, un lago que hizo construir especialmente para la ocasión. Después de tan largo y rumboso espectáculo que acabo dejando en la más absoluta de las ruinas al conde, al pobre (ya "pobre" en todos los sentidos) no se le ocurrió otra cosa que pedirle a la afortunada señorita que se casara con él. Y ella le dijo que no. Aunque las comparaciones sean odiosas y a uno siempre le duela más el dolor de muelas propio que el cólico nefrítico del vecino, no está de más saber que, al menos en cuestiones amorosas, siempre hay quien nos supera a la hora de hacer el tonto. Hasta el lunes. ... seis dedos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 24 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo cuarto: "Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos". (Henri Poincaré 1854-1912, matemático francés). "Night of the Day of the Dawn of the Son of the Bride of the Return of the Revenge of the Terror of the Attack of the Evil, Mutant, Alien, Flesh Eating, Hellbound, Zombified Living Dead PArt 2: In Shocking 2-D". Título más largo (al menos hasta ahora) de una película, parodia de "La noche de los muertos vivientes" que fue rodada en 1991 por Lowell Manson, nombre falso de su director, productor, guionista y actor. Si no llega a ser por el nombrecito que le puso nadie hubiera sabido que tal película llegó a existir. Luego dirán que el tamaño no importa Por cierto, me estoy imaginando como sería el cartel que colocaron a la entrada del cine... ... seis dedos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 23 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo tercero: "Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos". (Henri Poincaré 1854-1912, matemático francés). Como en algo hay que entretenerse y por muy extraño que parezca, una revista alemana, Men´s Car, ha hecho un estudio para saber si existe alguna relación entre la marca del coche que una persona conduce y los hábitos sexuales del conductor. Y más extraño todavía: han llegado a la conclusión de que existir, existen. Los varones más satisfechos sexualmente: los conductores de "Audi", marca que conducen también el mayor porcentaje de mujeres aficionadas a las aventuras de una sola noche. Los menos satisfechos con sus relaciones "lascivas": los conductores de "Fiat". Los más activos (tanto hombres como mujeres) sexualmente: los conductores de un "BMW". Unas verdaderas máquinas de amar... y también de engañar: el 46% de ellos y el 39% de ellas confiesan haber sido infieles a su pareja. Los más "pobres", sexualmente hablando: los conductores de un "Fiat" Aunque en cuestión de infidelidades se llevan el premio los conductores de "Porsche": una de cada dos personas (hombres o mujeres) que conducen esta marca aseguran haber sido infieles a sus parejas. Las mujeres que más disfrutan del climax sexual (al menos en duración, más de siete minutos): las conductoras de "Volvo" y "Sabb": Mientras, las propietarias de un "Fiat" tienen el record contrario. Los más aficionados al 69: los propietarios de un "Peugeot", que además son los que más se masturban con diferencia. En el extremo contrario, con casi un 50% menos de masturbaciones: los conductores de un "Fiat". Como ni tengo coche ni sé conducir, no puedo opinar en primera persona sobre la realidad (o no) de los concienzudos datos del estudio, pero hay una pregunta que me lleva rondando desde que lo empecé a leer y me tiene así como algo preocupado): Por poca credibilidad que tenga una encuesta y aunque sólo fuera "por si acaso", ¿cómo puede haber alguien que se compre un "Fiat"? ... el lujo de la ventana abierta Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 22 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo segundo: "El mejor maquillaje es un toque de sinceridad en los ojos". (Inès de la Fressange, 1957, modelo francesa) Desde que en 1962 un psicólogo, Boris Levisón, publicó un estudio hablando de los beneficios que para los niños problemáticos podía tener la compañía de un perro y, sobre todo, desde que en 1978 se demostrara un aumento de la esperanza de vida en aquellos pacientes que, habiendo sufrido un ataque al corazón, convivían con una mascota, pocos expertos niegan ya los beneficios afectivos, sociales y terapéuticos que proporciona compartir la vida con un animal. Todos coinciden: cuanto más estrecha sea la relación con el "bicho" más ventajas existen. Lo que ya no dicen los más de doscientos estudios serios, formales y rigurosos publicados sobre el tema hasta ahora ( y los que vendrán) son los riesgos (o al menos no "todos" los riesgos) que una convivencia demasiado "estrecha" con un animal puede acarrear. En el siglo XI, el conde italiano de Gulielmus podía presumir de tener una esposa insaciable y un mono como mascota llamado Maimo. La "insaciabilidad" de la esposa, unido a la avanzada edad del conde que no podía cumplir sus "deberes conyugales" con la suficiente frecuencia que su mujer requería, había llevado a ésta, con el consentimiento de su esposo, a convertir al mono en su amante. Sin embargo, con el que no habían contado era con el consentimiento del mono. Cuando éste pilló a los condes en la cama, le dio un ataque de celos y golpeó al conde hasta matarlo. Después de cornudo.. apaleado. ... prohibido los escrúpulos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 21 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo primero: "Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad". (Pearl S. Buck, 1892-1973, novelista estadounidense) Está a punto de empezar el espectáculo, durante el próximo mes, y con la disculpa de los ?regalos navideños?, el almacenamiento de cosas inútiles se va a disparar. No sólo tenemos ya todo lo que necesitamos sino que, además, nos sobran un montón de cosas. Nos sobran jabones, colonias, champúes, hidratantes, exfoliantes o antiarrugas. Aparte de no servir de nada, de la mayoría nos cansamos antes de llegar a la mitad del frasco y acabamos abandonándolas en cualquier cajón. Nos sobran un montón de aparatos eléctricos, la licuadora apenas si la usamos el día que nos la regalaron. La yogurtera, el exprimidor, el abrelatas, los dos afilacuchillos eléctricos y hasta el molinillo de café, están durmiendo el sueño de los justos, que para eso es mucho más cómodo comprar un zumo envasado, los yogures en la oferta tres por dos o el café ya molido. Nos sobran un montón de pantalones, camisas, zapatos, guantes, bufandas, corbatas, y una larga lista de ropa que lo único que hacen es ocuparnos sitio en el armario y que, por aquello de la moda, ahora no nos lo pondríamos ni para una fiesta de disfraces. Nos sobran un montón de gafas de sol, de bisutería, de bolígrafos que no escriben, de plumas sin tinta, de relojes sin pila o de móviles sin batería, por no hablar de la cantidad de discos y cintas que, por aquello de dejar paso a las ?nuevas tecnologías? han quedado completamente inservibles. Y sobre todo nos sobran calorías, muchas calorías, precisamente una de las cosas que más nos van/vamos a regalar estas navidades. ¿No estaremos haciendo un poco el tonto? ... caballos... de vapor Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 18 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo noveno: "Si yo tuviera una de esas cosas que cuelgan embutida dentro de los pantalones, me pasaría el día sentada en casa mirándola, muerta de risa." (Dawn French.1958, actriz británica) Hablemos de sexo. Víspera del fin de semana, la "frecuencia" aumenta.. los peligros también. Último éxito de ventas entre las mujeres: el "rapex", un dispositivo dentado en forma de tampón que acaba de presentarse en Sudáfrica y que tiene todas las papeletas para convertirse en el regalo estrella de estas navidades. El aparatito en cuestión está dotado de unos dientes similares a los de un tiburón que se agarran al pene de quien intenta forzar una relación sexual y que sólo puede ser quitado por un médico utilizando cirugía. La intención no puede ser mejor: evitar abusos y violaciones a las mujeres y, además, poder detener al agresor fácilmente al agresor. Sin embargo y teniendo en cuenta los despistados que solemos ser las "personas humanas" para ciertas cosas (y más si como dicen las instrucciones del aparatito en cuestión "uno se lo pone y gracias a su extraordinaria comodidad se olvidará completamente de que lo lleva..." qué queréis que os diga, yo miraría varias veces antes de.. Sólo de imaginármelo... ¡Ayyyyyy! Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 17 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo noveno: ? Tenemos que aprender a ser el mejor amigo de nosotros mismos, porque con demasiada frecuencia caemos en la trampa de ser nuestro peor enemigo? (Roderick Thorp 1936-1999, guionista estadounidense) Mucho se habla de los peligros de la cirugía estética pero muy poco de los riesgos de otro tipo de cirugía posiblemente más peligrosa y que nos aplicamos ?me aplico- con demasiada frecuencia: la cirugía ética. Consiste en buscarle un descosido de placeres en cuanto asoma en nuestra existencia el roto de la desdicha, la prisa que nos entra por borrar cuantas cicatrices y arrugas van dejando en nuestro ánimo, en nuestro espíritu, en nuestra alma las penas, los dolores y las contrariedades de la vida y tratar de borrar, con cirugía material, los desconchones que se nos van marcando en el alma. No digo yo que andemos todo el día de plañideras y lloricas por la calle pero pretender que la vida ?la vida de uno y la vida en general- es una juerga mora permanente, ?orgía y desenfreno? como decía el otro, me parece más que una bobada: me parece una mentira. No le encuentro ningún sentido a tratar de disimular los desperfectos de nuestro estado de ánimo, las malas rachas. Y me da rabia cuando recurro febrilmente a ella, cuando soy el primero que en los escaso momentos de lucidez que tengo entre frenesí, me digo ?peluche, hijo, desengáñate: este dolor que sientes, esta pena que tienes no la borran todos los bomberos a estrenar que quedan por el mundo. Aprieta los dientes, aguanta como un hombre y deja que el heridón del alma sangre un poco, que tampoco pasa nada?. Pero se ponga uno como se ponga, se oculte uno como se oculte, disimule uno como disimule, las penas vienen. Y, a veces, no se van: se quedan un ratito largo como inquilinas de nuestro armario, allí donde se guarda el alma. Me parece impresentable montar un desfile público, permanente e impúdico, de las penas personales. Pero me resulta de lo más idiota del mundo tratar de ocultárnoslas a nosotros mismos, hacer ?como si no..? Me voy convenciendo de que si no aceptamos ?si no acepto- las penas tal cual son, a palo seco, con el ánimo bien templado para admitir la cuchillada y la sangría, nos puede ?me puede- sobrevenir algo más penoso que la pena misma: pasar por esta vida sin pena.. ni gloria. Y si alguien me da lecciones cada día de aceptarse como es, de no tener que recurrir a ningún tipo de cirugía ética para seguir adelante, y sobre todo, de ser simplemente ella misma, esa es Alicia. Por eso, y con el permiso de los habituales que se asoman por aquí, hoy quiero hacer un paréntesis del habitual tono ?distraído? de este weblog y usar este rinconcito para decirle, simplemente, gracias. Y los demás quedáis avisados, mañana, por increíble que pueda parecer, hablaremos de sexo. ... una agenda planificada Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 16 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo octavo: "A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo". (Jean de La Fontaine, 1621-1695, poeta francés). Una prueba evidente de cómo el amor de una madre, además de desinteresado, generoso, desprendido.. etc, etc, es capaz de poner en evidencia hasta a las mismísimas reglas de la física. Hasta hace no mucho, las mujeres mexicanas se estiraban los pechos hasta llegar a pasárselos por debajo de las axilas con una única intención: para dar de mamar a sus bebés, a los que llevaban a la espalda. A ver quién supera eso. ... botellón egipcio Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 15 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo séptimo: "Si deseas que tus sueños se hagan realidad ¡despierta!" (Ambrose Bierce 1842-1914, escritor satírico y periodista estadounidense) Contaba Luis Buñuel que su gran amigo Salvador Dalí durante algunos años en su juventud sólo se excitaba, sexualmente hablando, de una curiosa manera: llevando chicas a su piso, desnudándolas, poniéndoles un huevo frito en cada hombro y, sin tener ningún contacto más con ellas, echándolas a la calle. Y es que las costumbres sexuales, de las que hace algún tiempo ya vimos un amplio muestrario, pueden (y deben) ser tantas y tan variadas como las personas que quieran practicarlas. Van otras cuantas de las documentadas: Ginoticolobomasofilia: Obtener placer sexual sólo manipulando los lóbulos de las orejas Catagelofilia: Personas que sólo alcanzan el orgasmo placer cuando alguien les ridiculiza. Keraunofilia: placer sexual por los rayos y los truenos. Maieusiofilia ponerse como una moto viendo mujeres embarazadas Knisofilia: ponerse caliente al olor del incienso. Chaping: ponerse cachondo dándole repetidamente con el pene en la cabeza a la pareja Amaurofilia: alcanzar el placer sólo cuando la pareja tiene los ojos vendados. Centrocrefilia: fijación por espachurrar la bolsa escrotal (en la variantes "propia" o "ajena") contra un cristal. Para otro día más.. al fin y al cabo lo de los huevos fritos tiene un trago y Dalí llegó a "genio". ... psicoanálisis químico Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 14 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo sexto: "Uno de los más serios problemas del mundo actual es que muchas personas creen que, porque han estudiado, no tienen que pensar". (Aldo Cammarota, 1930-2002, cómico argentino) La conclusión del estudio no deja lugar a dudas: Los hombres que usan habitualmente corbata y que tienden a apretársela en exceso incrementan la presión ocular, un factor de riesgo que puede derivar en ceguera. Lo dicen investigadores del "New York Eye an Ear Infimary". En concreto, la hipertensión ocular ocurre cuando la corbata constriñe la vena yugular, propiciando un aumento de la presión venosa, que, a su vez, incrementa la presión de los ojos. Como consecuencia, ciertas personas con este hábito pueden desarrollar un glaucoma, es decir, un aumento excesivo de la presión del fluido intraocular que termina dañando el funcionamiento correcto del ojo. Seguro que acabo de salvar la vida a alguno. De nada. ... listas para su "trabajo" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 11 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo quinto: "Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco". (Francisco de Quevedo, 1580-1645, escritor español). Para celebrar el tercer cumpleaños al frente del país, el rey Jerjes, monarca de la antigua Persia, invitó a algunos cientos de sus "íntimos" a celebrar una fiesta que duraría seis meses. Cuando iban por el día 180, séptima jornada interrumpida de una de las juergas temáticas, Jerjes, que estaba borracho como una cuba, mandó llamar a la reina Vashti ordenándole que bailara desnuda, sólo con la corona puesta, ante la corte. Cuando Vashti se negó, Jerjes, muy afectado por la negativa, la desterró anunciando que después de los seis meses de la fiesta en vigor, comenzaría un concurso de belleza de otros tres años de duración para buscar a la sustituta de la ex reina. Un servidor, a pesar de cumplir mañana al frente de este blog los mismos años que el rey Persa, y aunque su más ferviente deseo sería hacer algo parecido con todos los que de vez en cuando os pasáis por aquí (no, que bailéis desnudos, no, lo otro) se tiene aguantar con algo más modesto pero igual de sincero: daros las gracias a todos. Un año más. Y van tres. Como siempre pasad y tomaros algo Hasta el lunes. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 10 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo cuarto: " Lo que me gusta del hombre es la inteligencia, el sentido del humor y un cuerpo fantástico. Pero si tiene un cuerpo fantástico puedo olvidar lo demás". (Madonna Louise Veronica Ciccone Fortín, 1958, cantante) Que "orgía" y "romanticismo" pueden ser dos conceptos perfectamente compatibles (e incluso complementarios) es algo fácil de comprobar a lo largo de la historia. Una cosa puede llevar a la otra. Así, en las bacanales romanas (igual que antes en las dionisíacas griegas) era normal (aparte de los habituales disfraces de sátiros, silenos o ninfas) que los hombres fueran vestidos de mujer y las mujeres de hombre. Unas fiestas en las que se bebía y se bailaba sin parar hasta alcanzar el éxtasis, momento en el que los unos se entregaban a los otros. Lo normal, vamos. Pero de aquellos "polvos" también salían sus correspondientes "lodos" y cuando los arqueólogos desenterraron Pompeya encontraron en las paredes de los sitios destinados al desenfreno carnal (suspiro de envidia), numerosas declaraciones de amor de habituales practicantes. También hay que tener en cuenta que estamos hablando de "romanos", un pueblo que en cosas del "amor", tampoco estaba acostumbrado a poner muchos reparos. Solo hace falta ver la recomendación que hacía uno de sus poetas satíricos, Juvenal, para resolver tan imperiosa como fisiológica necesidad:
  "... si duerme el amante, se manda a cada una que lo despierte; si no lo encuentra, se recurre a los esclavos; si no aparecen esclavos, se paga un aguador; si no se encuentra éste y aún faltan hombres, no vacilar en echar mano de un asno".
Ahora tenía que decir yo eso de "normal, ante la jodienda no hay enminenda", mucho más descriptivo y español que la delicadeza romana, pero mejor lo dejamos, que uno se está reformando. ... derecha e izquierda Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 8 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo tercero: "La imaginación es el ojo del alma". (Joseph Joubert , 1754-1824, moralista francés). Seguro que todo fue una impresión mía, seguro. Al fin y al cabo el chico tampoco tiene la culpa de estar en esos cinco minutos tontos que todos hemos tenido alguna vez cuando empiezas a estar enamorado. Malditas las ganas que teníamos ninguno de conocerla, pero claro, el pobre tenía tanta ilusión en presentarnos a su nueva "novia" que ayer, cuando ella pasó a recogerle, ya no hubo manera de escaquearnos del asunto. ¡Qué menos que tomarte un café con los "afortunados"! Al fin y al cabo entraba dentro del horario de trabajo.. y perder el tiempo durante ese tiempo es sagrado. La señorita en cuestión se empeñó en saludarnos con un apretón de manos, hasta ahí bien, pero la cosa empezó a preocuparme cuando aquello se hacía interminable y no sólo no soltaba mi mano sino que me había agarrado por el brazo con la otra dándome toda la impresión de haber caído en un cepo. Atrapado sin salida por una mujer, lo último. Los diez minutos siguientes demostraron que la ley de la relatividad es cierta. Apenas fueron eso, diez minutos, pero la cantidad de tonterías que los "recién enamorados" pudieron hacer delante del resto, fue antológica; desde entrelazarse los vasos como si fuera un brindis cada vez que bebían la cerveza, hasta simular un par de peleas sobre quién quería más al otro, imitando unas voces infantiles que habrían hecho sentir vergüenza hasta a los mismísimos dobladores de los Teletubbies. Pero lo peor estaba por llegar, resulta que ella había empezado una bitácora para contar, minuto a minuto, todos los detalles de la relación incluyendo imágenes "photoshopeadas" de cómo serían los hijitos con él. Empiezo a plantearme seriamente si esto de los blogs no será una peligrosa arma de destrucción masiva. O quizá sólo estoy perdiendo romanticismo. No sé. Hasta el jueves, que mañana 9 celebramos "celebración".. y con todo el gusto del mundo. ... el primer sombrero de copa Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 7 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo segundo: "Los cautos rara vez se equivocan". (Confucio, 551 a.C.- 478 a.C. filósofo chino) A pesar de las irrefutables pruebas (la última aportada hace muy pocos días) demostrando que lo más lógico, sensato, razonable (y sobre todo placentero) es buscarse una pareja del mismo sexo cada vez que uno pretende realizar ciertas e imprescindibles necesidades fisiológicas, no podemos olvidar que aún hay gente "rara" que, obviando la realidad, prefiere mantener relaciones sexuales con personas del sexo contrario. Pues tampoco tienen que perder la esperanza. Hay solución. Aunque el tema está bastante más complicado y es casi "contra natura", también existen algunas reglas que pueden ponernos sobre la pista en tan delicado asunto. Y aunque ya vimos alguno, quedan más, muchos más, métodos -tan efectivos como baratos- capaces de determinar con cierta exactitud, la compatibilidad de una pareja de distinto sexo. La respuesta, como siempre, en el kamasutra. Según éste tratado de sabiduría sin igual, los varones se clasificarán conforme al tamaño de su pene en liebre, toro y caballo, mientras que las mujeres se clasifican, dependiendo de la profundidad de su vagina, en cervatillo, yegua y elefanta. Esto da lugar a las tres uniones ideales: liebres-cervatilla, toro-yegua y caballo-elefanta. Ahora, a buscar. ... salvarse por los pelos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 4 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo primero: Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido. (Aristóteles, 384-322 a de C. Filósofo griego ) Por discrepancias con mis jefes laborales y después de muchos intentos, no he tenido otra opción que establecer unilateralmente mi sistema de trabajo. Yo creo que merezco "x" y ellos se empeñan en pagarme "menos x". La solución para no llegar a una bloqueo completo de las negociaciones se me ocurrió a mi solito: "trabajo" sólo las horas que, según yo, me pagan de una manera justa; el resto del tiempo que tengo que "pasar en el trabajo" por alguna extraña razón de un convenio de las narices, lo dedico a otras cosas que nada tienen que ver con el. La formula del "valor añadido" que llaman. Por cierto, la única manera para conseguir que acepten la propuesta es no diciéndosela. Tampoco es cuestión de robarles un tiempo que siempre dicen que "no tienen" con algo que puede solucionar uno mismo. Y como creo en la solidaridad y todo eso, lanzo la idea para quien la quiera, sin copyrights raros ni nada. Eso si, un consejo, no conviene valorarse mucho a la hora de establecer el precio, qué por lo menos el sueldo mensual dé para currar un par de días en semana, hay que comprender que si trabajamos para ellos es porque nos necesitan, no conviene defraudarlos, podrían caer en una depresión y lo que nunca debemos hacer es ponernos a su nivel. Por cierto hoy es viernes y, naturalmente, no me toca. Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo primero: Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido. (Aristóteles, 384-322 a de C. Filósofo griego ) Por discrepancias con mis jefes laborales y después de muchos intentos, no he tenido otra opción que establecer unilateralmente mi sistema de trabajo. Yo creo que merezco "x" y ellos se empeñan en pagarme "menos x". La solución para no llegar a una bloqueo completo de las negociaciones se me ocurrió a mi solito: "trabajo" sólo las horas que, según yo, me pagan de una manera justa; el resto del tiempo que tengo que "pasar en el trabajo" por alguna extraña razón de un convenio de las narices, lo dedico a otras cosas que nada tienen que ver con el. La formula del "valor añadido" que llaman. Por cierto, la única manera para conseguir que acepten la propuesta es no diciéndosela. Tampoco es cuestión de robarles un tiempo que siempre dicen que "no tienen" con algo que puede solucionar uno mismo. Y como creo en la solidaridad y todo eso, lanzo la idea para quien la quiera, sin copyrights raros ni nada. Eso si, un consejo, no conviene valorarse mucho a la hora de establecer el precio, qué por lo menos el sueldo mensual dé para currar un par de días en semana, hay que comprender que si trabajamos para ellos es porque nos necesitan, no conviene defraudarlos, podrían caer en una depresión y lo que nunca debemos hacer es ponernos a su nivel. Por cierto hoy es viernes y, naturalmente, no me toca. Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 3 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuadragésimo: "Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar". Mark Twain, 1835-1910 escritor norteamericano) No es cuestión de hacer proselitismo. Sin embargo, los datos son tozudos y dejan poco espacio a la duda: mientras un varón puede eyacular en 30 segundos (y rara vez pasa del cuarto de hora), la mujer necesita una media de 30 minutos para llegar al orgasmo. Preámbulos amorosos aparte, por supuesto. La conclusión es evidente: una relación sexual entre dos hombres siempre será mucho más lógica -y por lo tanto mucho más placentera que es de lo que se trata la mayoría de las veces-, que cualquiera que se pueda producir entre hombre y mujer. Luego el sexualmente "raro" soy yo... ... tres por noche Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 2 de noviembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo noveno: "A los 20 años nos preocupa lo que los demás piensan de nosotros. A los 40, ya no nos importa. A los 60 descubrimos que los demás no han pensado en nosotros en absoluto" (Jock Falkson, 1948, escritor norteamericano) Por mucho tiempo que pase, por más que sus descendientes, con el único fin de que olvidáramos la cruel y miserable humillación a la que, por su culpa, nos vimos sometidos un nefasto día de nuestras vidas, hayan intentando lavar su imagen inventándose algún que otro merito literario, nosotros no olvidamos. El responsable de tan inhumana y brutal vejación tiene nombre propio: Frances Hodgson Burnett Semejante personaje publicó en 1885 "El pequeño Lord", novela sobre un protagonista verídico, el lord infantil Fauntleroy, cuyas ilustraciones popularizaron la imagen de un niño que iba siempre vestido de forma emperifollada y hasta presumía de tener en su ropero un uniforme de la marina. El gran éxito que obtuvo con su "brillante" relato instauro la costumbre de que los hijos varones de las familias acomodadas primero, y del resto después, hicieran la Primera Comunión vestidos de uniformes. Él es el culpable último de algunas de las más espeluznantes, terroríficas y aterradoras imágenes que nunca debieron producirse pero que están ahí para escarnio y vergüenza de sus obligados protagonistas. ... a la luna de Valencia Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 31 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo octavo: "Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar". (William Shakespeare, 1564-1616, escritor inglés) Ya que posiblemente acabaremos (más bien "acabarán", pura estadística de esperanza de vida) siendo súbditos de una persona de sexo femenino, no estaría de más empezar cuanto antes un acercamiento a tan extraño "universo". Mi completo desconocimiento del tema siempre me ha producido vastas lagunas en semejante. Unas lagunas que por suerte, y gracias a esto de internet, voy poco a poco solucionando. ¿Por qué a las mujeres les duele tanto, especialmente en ciertas situaciones, la cabeza? Duda aclarada. En los estuches de aseo de las señoras más cultas e importantes del Renacimiento, nunca faltaban unos peines de minúsculas púas que tenían una única y especialísima misión: permitir la retirada de las liendres y los piojos del cabello. Unos parásitos que eran plaga muy común y que todos los prohombres de ciencia de la época consideraban como los responsables de las frecuentes cefaleas que indisponían a las mujeres. Seguro que fueron los de Bayer los que empezaron a ocultar esa información. Todo con tal de cambiar la aspirina por el mucho más práctico y barato peine. Hoy ni caso, lunes, media España de puente y el mejor bailador sin castañuelas. ¿Pero no era costumbre dar varios días de fiesta para celebrar el nacimiento de la heredera? Hasta el miércoles. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 28 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo séptimo: "De los fumadores podemos aprender la tolerancia. Todavía no conozco a uno sólo que se haya quejado de los no fumadores". (Sandro Pertini, 1896-1990 político italiano). No parece mal día para echar un vistazo al primero ahora que está a punto de nacer el último y/o última. El primer rey Borbón de la línea dinástica española, Felipe V, que heredó el trono al morir sin descendencia el último monarca de la casa de Austria, Carlos II, fue poco a poco cayendo en la melancolía, la hipocondría y la extravagancia hasta llegar a la más absoluta de las locuras. Una mañana de un 4 de octubre de 1717 y mientras cabalgaba por las inmediaciones de palacio, se creyó atacado por el sol y desde entonces se sintió al borde de la muerte. No se dejaba cortar el pelo ni las uñas ante el temor de que aumentasen sus males, por lo que las uñas de los pies le crecieron tanto que no podía casi caminar. Se mordía continuamente los brazos por la ansiedad e, incluso, empezó a creerse muerto, preguntando a sus ayudantes por qué no había sido enterrado. Su comportamiento era cada vez más y más extravagante: empezó a afirmar que carecía de brazos y piernas; ordenaba abrir las ventanas en pleno invierno; se envolvía en mantas en verano, y algunas hasta se creía convertido en rana. Su locura le llevó a temer ser envenenado con una camisa y desde entonces pasó un año entero sin mudarse. Después optó por razones de seguridad vestir únicamente camisas usadas de su esposa Isabel de Farnesio. Y luego va y pasa a la posteridad con el sobrenombre de "El Animoso". ¡Pero que mala leche tienen algunas veces los historiadores! Hasta el lunes. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 27 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo sexto: La bebida más peligrosa es el agua, te mata si no la bebes". (Jaume Perich Escala, 1940-1995, humorista español) Platón ya alababa las virtudes de los besos hace más de 2.000 años y los describía como "intercambio de almas". En la cultura oriental, tan místicos ellos, besar significa dar y recibir energía espiritual. Naturalmente en estas historias "cada maestrillo tiene su librillo", pero me ha dejado a mi algo preocupado saber que uno sólo puede considerarse un experto "besador" cuando es capaz de hacer un nudo en el tallo de una cereza sólo con la lengua, sin tocarlo con las manos. Necesito practicar más. ... será por nombre Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 26 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo quinto: "Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes". (Truman Capote, 1924-1984, escritor estadounidense.) Decía un filósofo y moralista francés, Francois de la Rochefoucauld, que los viejos se consuelan dando buenos consejos porque no pueden dar malos ejemplos. Y nada mejor, si nos ponemos a aconsejar como Dios manda a tanto adolescente descarriado como hay por el mundo, que fijarnos en los consejos que nos han proporcionado nuestros mayores . Para ellas todo un clásico con moraleja: "Caperucita Roja" Escrito originalmente por el francés Charles Perrault (por cierto autor también de "Cenicienta o el zapatito de cristal" ahora que por fin la Disney lo saca en DvD) hace más de 300 años y con un final, el auténtico, trágico: el lobo se come a la abuelita y finalmente a caperucita. El último párrafo reza así:  "¡Abuelita, qué dientes más grandes tienes! Son para comerte. Y diciendo estas palabras, el malvado del lobo se arrojó sobre Caperucita Roja y se la comió". La versión que incluye un leñador que fue capaz de rescatar del vientre del lobo a Caperucita y a su abuelita no es más que un sucedáneo añadido por los Hermanos Grimm que contamina el original y su mensaje. En el cuento original, Perrault quiso castigar a Caperucita por pararse a hablar con desconocidos, -el lobo-, en el bosque y acababa con una moraleja: "Vemos aquí que los adolescentes y más las jovencitas elegantes, bien hechas y bonitas, hacen mal en oír a ciertas gentes, y que no hay que extrañarse de la broma de que a tantas el lobo se las coma. Digo el lobo, porque estos animales no todos son iguales: los hay con un carácter excelente y humor afable, dulce y complaciente, que sin ruido, sin hiel ni irritación persiguen a las jóvenes doncellas, llegando detrás de ellas a la casa y hasta la habitación. ¿Quién ignora que lobos tan melosos son los más peligrosos?" Y para ellos un libro con mensaje El escrito por el eminente doctor suizo Tissot en 1760 sobre educación sexual y en el que deja claro los peligros que implica practicar la masturbación.  "El onanismo debe impedírseles a los adolescentes porque la sola pérdida de una gota de semen equivale a la de 40 gotas de sangre, con lo cual, la masturbación no sólo es la causa directa de multitud de enfermedades sino que un exceso de la misma, llevará, irremediablemente, a la muerte". Seamos serios y escuchemos a nuestros mayores que para eso, como decía no sé quien la experiencia se atribuye a las personas de cierta edad, y, lo que es peor, se la atribuyen ellas mismas. ... mucha vista para unas cosas... Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 25 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo cuarto: "Aquí yace Moliere, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien. (Epitafio de Moliere, 1622-1673 dramaturgo y actor francés) Hay que irse mentalizando, ya he visto las primeras luces puestas. Las navidades están encima y con ellas: Las comidas/cenas con los del trabajo deseándoles a todos feliz año nuevo cuando, de verdad, lo que te apetece es decirles que son unos gilipollas integrales. Comer. Tocar la zambomba. Ponerle adornos a un pobre árbol hasta que se parezca al hermano hortera de la burbuja freixenet. Los niños de San Ildefonso, las voces de los niños de San Ildefonso, el traje de los niños de San Ildefonso, todos los niños de San Ildefonso. Discutir sobre la eterna cuestión:¿la nochebuena con tus padre o con los míos?. Comer. Las lucecitas. Jugar al amigo invisible con los cuernos (los de reno de papanoel) puestos (no hace falta ser Jessica Fletcher para averiguar que te han tocado). Comer. El espumillón. Aguantar las broncas familiares alrededor de los langostinos después de la primera copa. Criticar el maquillaje de Baltasar. Padecer el mensaje del Rey. Comer. Sonreír continuamente, (las cámaras digitales son los mayores aliados de las arrugas de expresión). Comer. El ruido de los petardos, el humo de los petardos, los restos de los petardos, todos los petardos. Curarse los chichones producidos por los caramelos que tiran en la cabalgata (a dar, tiran a dar). Sufrir el concierto de Año Nuevo después de una sesión de villancicos (con unas letras capaces de hacer profundo el aserejé). Añusgarse con las condenada uvas. Gastar la (escasa, muy escasa, ridícula) paga extra en regalos para los demás mientras a uno siempre le regalan la misma colonia ".. eres difícil.. como no fumas..." Comer. Suma y sigue.. ¡Ah!.. y además, comer. ... primera belleza Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 24 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo tercero: "El exceso es el veneno de la razón". (Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645, escritor español.) Napoleón Bonaparte murió en 1821 y ya nada más "espicharla", una mano anónima le afeitó totalmente la cabeza y repartió sus cabellos entre cientos de sus seguidores. A la vez, y de acuerdo a su propia última voluntad, su corazón fue preservado y entregado a su amada Mª Luisa quien lo guardó en un pimentero de plata junto a un trozo de su estómago que conservó en otro pimentero exactamente igual. Una porción de sus intestinos acabó en el Real Colegio de Cirujanos de Francia aunque fue destruido por un bombardeo en 1940 durante la segunda guerra mundial. Su pene, de unos tres centímetros de longitud (sin comentarios) fue guardado por su confesor, cuyos descendientes intentaron venderlo en 1972 en una subasta organizada por Crhistie´s, en la que nadie pujó. Posteriormente pasó al catálogo de la firma de venta por correo Flayderman, sin mucho éxito tampoco, hasta que finalmente un urólogo estadounidense lo compró en 1977 por 3.800 dólares. Y luego los libros siguen hablando de él como un hombre triunfador, gran estratega, fuerte, inteligente, decidido y sobre todo un hombre "integro". Pues "integro", lo que se dice "integro".. no sé yo. Lunes, medio dormido y descuartizando al chiquitín de la mano en el pecho. Mal empezamos la semana. ... educación Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
Capítulo Sexcentésimo trigésimo tercero: "El exceso es el veneno de la razón". (Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645, escritor español.) Napoleón Bonaparte murió en 1821 y ya nada más "espicharla", una mano anónima le afeitó totalmente la cabeza y repartió sus cabellos entre cientos de sus seguidores. A la vez, y de acuerdo a su propia última voluntad, su corazón fue preservado y entregado a su amada Mª Luisa quien lo guardó en un pimentero de plata junto a un trozo de su estómago que conservó en otro pimentero exactamente igual. Una porción de sus intestinos acabó en el Real Colegio de Cirujanos de Francia aunque fue destruido por un bombardeo en 1940 durante la segunda guerra mundial. Su pene, de unos tres centímetros de longitud (sin comentarios) fue guardado por su confesor, cuyos descendientes intentaron venderlo en 1972 en una subasta organizada por Crhistie´s, en la que nadie pujó. Posteriormente pasó al catálogo de la firma de venta por correo Flayderman, sin mucho éxito tampoco, hasta que finalmente un urólogo estadounidense lo compró en 1977 por 3.800 dólares. Y luego los libros siguen hablando de él como un hombre triunfador, gran estratega, fuerte, inteligente, decidido y sobre todo un hombre "integro". Pues "integro", lo que se dice "integro".. no sé yo. Lunes, medio dormido y descuartizando al chiquitín de la mano en el pecho. Mal empezamos la semana. ... educación Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 21 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo segundo: "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo" (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952 escritor español) Una de las mayores preocupaciones de casi todos los padres en estos tiempos que corren es intentar adivinar, por el método que sea, a que se van a dedicar sus hijos cuando sean mayores. Prueba evidente, otra más, que demuestra lo mucho que nos gusta -en esta parte del mundo- complicarnos la existencia dándole vueltas a cosas que otros ya solucionaron. Y que bastaría con imitar. Cuando en China o Corea un niño celebra su primer cumpleaños se le organiza una gran fiesta, una fiesta a la que están invitados todos los familiares del pequeño. Los padres colocan al bebé en el centro de una habitación mientras cada uno de los invitados va dejando, alrededor de él, los obsequios que han traído, unos obsequios que siempre tendrán que ver con el deseo de cada familiar para con el futuro del niño. Cuando todos están ya colocados se hace un silencio y se produce una tensa espera: el primer regalo a por el que vaya el niño será la infalible señal que indicará lo que él va a ser de mayor. Naturalmente una vez solucionado tan engorroso problema ni los padres ni el resto de los familiares, volverán a preocuparse más de un asunto que ya queda solucionado. ¡Cuánto nos falta por aprender para poder alcanzar un mínimo de paz espiritual como la que respiran otros pueblos! Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 20 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo primero: "Un diccionario es un universo en orden alfabético". (Anatole France, 1844-1924, escritor francés). Por si alguien aún no tiene claro un destino para las vacaciones de navidad y aprovechando que hay agencias de viajes que hacen un nosécuantosporcien de descuento si se reserva el viaje algún mes antes, aquí va una modesta sugerencia. En una de las impronunciables ex repúblicas soviéticas, Daguestan, tienen por costumbre practicar un curioso -y muy popular- hábito: el de la "hospitalidad sexual". Gracias a una larga (y sabia) tradición, cuando un invitado visita cualquier casa, el cabeza de familia de la misma ofrecerá sus hijas al recién llegado para uso y disfrute del mismo. Éstos pueden hacer lo que se les antoje con las muchachas, con una sola condición: que su himen se conserve intacto. Eso sí, teniendo en cuenta que por alguna extraña razón, semejante hospitalidad estos buenos señores sólo la aplican con sus hijas (una discriminación por cuestión de sexo que roza claramente la inconstitucionalidad), mi plaza que la ocupe otro. ... sal y nieve Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 19 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo: "Saber es acordarse". (Aristóteles, 384 a.C.-322 a.C., filósofo griego) Lo recomiendan todos los expertos, nada mejor para aprender idiomas que la total "inmersión" en el mismo y a ser posible de la mano de algún amigo nativo que lo domine y te aclare las posibles dudas que puedas tener Porro: canuto, peta, joint, tuporaquí, fletas, trompeta, may, falu, petardo, chirri, marley, joe, batuta, chufli, maca, trócolo, biturbo, miquel, L, dos papeles. Hachis: chocolate, costo, mai, mierda, fly, china, goma, postura, polen, cañamo. Marihuana: maría, hierba, grifa, mona, mota, marijuana, hervor, frescor. Cocaína: nieve, blanca, farlopa, harina, color, talco, polvo, turla, zarpa, perica, doctor loncho, material. Una raya: tirito, troncho, gusano, garabato, rayajo. Un gramo: un pollo, un metro, la bolsa Heroína: caballo, burro, jaco, marrón, polvo, brown, sugar Éxtasis. Pasti, pirula, pill, ram, rula, chufla,, rom, X, lacasito, gelocatil (si la pides por teléfono) o según los iconos que lleven dibujados: yingyang, picapiedra, smile, mitsubishi, dragón, playboy, arroba, malboro, superman, rolex, armani... etc LSD: Tripi, ajo, secante, cartón, micropunto, vulcano. Anfetaminas: anfetas, cristales, dexys, speed, espitacos, velocidad, cápsulas. Salir por ciertos sitios a ciertas horas y con ciertas compañías puede ser de lo más educativo. ... per-fumar Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 18 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo noveno: "La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín" (Jean-Baptiste Alphonse Karr 1808-1890, escritor francés) Andaba yo buscando desesperadamente un huequecito, lo más "funcional posible que uno ocupa poco, en uno de los vagones completamente abarrotado de la línea 4 del metro, inmerso en mis profundos y metafísicos problemas (últimamente me produce mucha angustia vital pensar en qué invertir los millones que pudieran o pudiesen tocarme en la lotería o similar) cuando de pronto, y por alguna inexplicable asociación de ideas, me acordé de aquella clase de ciencias naturales (uno es del bachillerato antiguo) en la que nos contaron como en el mar Mediterráneo vivía un alga casi microscópica, la ciclotella, que, en condiciones favorables se masajeaba con sus congéneres para reproducirse. Y fue entonces cuando viendo el inevitable roce entre todos los pasajeros que allí estábamos entendí por qué Madrid va a llegar este octubre a los seis millones de habitantes. ... lo mismo digo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 17 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo octavo: "Nunca se miente mas que después de una cacería, durante una guerra y antes de unas elecciones" (Otto Von Bismarck 1815-1898 político alemán) Aunque podrían (y hasta deberían) estar colocados en la estantería reservada para los libros de "humor", por alguna desconocida razón los libros de "autoayuda", al menos aquellos que tienen que ver con "cómo tener éxito en el amor", suelen estar situados en la sección de "relaciones personales". La mayoría de ellos encajan en alguno de los tres tipos básicos que existen: los dirigidos a las personas desesperadas que no ligan nunca; los que están escritos para las personas emocionadas que acaban de ligar y quieren retener a su pareja mediante "sofisticas" técnicas, y aquellos escritos para las personas aburridas que ligaron una vez en 1964 y todavía siguen con la misma pareja. Después de haber hojeado-ojeado algunos de ellos, y dejando a un lado la manía que parecen tener todos los autores de estos libros por recomendar, al menos en la primera vez, colocar velas en la habitación y embadurnar el cuerpo de la "presa" con nata, he llegado a una conclusión: triunfar en el "amor" dependerá, sobre todo, del sexo del "cazador". Así, mientras que para un hombre tener éxito con una mujer pasa inevitablemente por "trincársela", para una mujer, en cambio, el éxito a la hora de conseguir el amor de un hombre, consistirá, simplemente en "pescarlo". Cuestión de sexos, supongo. Por cierto, el número de lametones idóneo para acabarse un helado, independientemente de su tamaño, es de cincuenta. Ni uno más ni uno menos. Lo dice un extenso y concienzudo estudio de Frigo. Para que luego digan que la gente pierde el tiempo y el dinero "investigando" cosas inutiles. Es lunes y se nota. Paciencia. ... hay "kilos" y "kilos" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 14 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo séptimo: "La moda es una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que cambiar cada 6 meses" (Oscar Wilde, 1854-1900, dramaturgo, novelista y poeta irlandés) Remedio de la medicina china, una de las más antiguas, valoradas y respetadas del mundo, para conseguir la inmortalidad. O al menos gozar, durante el tiempo que uno viva, de la mejor salud posible. En su cultura, la vagina es considerada como un "melocotón", y sus líquidos, el fluido de la inmortalidad. Por eso, y mientras la mujer le practica una felación a su pareja, ésta succionará los fluidos que extraiga de ella, los mezclará con su saliva 36 veces y los tragará en tres veces a partes iguales. Ahora entiendo porqué me agarro yo los catarros que me agarro uno detrás de otro... De todas formas y ante semejante "medicina" preventiva casi que yo voy a seguir con mi vitamina C y mis cajitas de antibióticos que, a pesar del tamaño con el que se empeñan en fabricarlos, siempre me van a resultar más fáciles de tragar que el saleroso remedio chino. Hasta el lunes. ... más "historias extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 13 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo sexto: "El juego es altamente moral. Sirve para arruinar a los idiotas". (Santiago Rusiñol, 1861-1931, escritor y pintor español) Un irlandés llamado Jack fue condenado a vagar por la tierra después de muerto con una linterna a cuestas. Para que no entrara en las casas la gente vaciaba nabos, colocaba dentro de ellos carbones encendidos y los colgaba en las ventanas. Pero cuando está tradición celta llegó a los Estados Unidos, los americanos no encontraron unos nabos tan grandes y no tuvieron otra ocurrencia que emplear calabazas para sustituirlos. Algo que demuestra, una vez más, qué, al menos en cuestión de nabos, el tamaño no sólo "importa", sino que puede cambiar el rumbo de la humanidad. Por cierto y ya que estamos con el tema de "halloween", (según la tradición celta el día que los espíritus muertos volvían a la tierra para hacernos una visita -"halloween", abreviatura de "all hallow eve", no significa otra cosa que "víspera de todos los santos"-), va una receta doméstica para aquellos que se quieran fabricarse un "maquillaje" barato, casero y muy apropiado para la ocasión: Se mezclan 10 cucharadas de maicena, 2 de harina, 5 de margarina, unas gotas de glicerina y una pizca de colorante alimentario para darle el tonillo adecuado. Se deja reposar hasta que sea "manipulable"y se "adorna" con alguna cicatriz de gelatina al gusto. Mira. Un trabajo que nos ahorramos aquellos a los que nos basta salir con la cara lavada para causar el mismo efecto. Alguna ventaja teníamos que tener. ... fotografía "artesana" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 11 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo quinto: "De las mujeres se confía en que hagan un trabajo doble del de los hombres, en la mitad de tiempo y sin reconocimiento. Por fortuna, no es difícil." (Charlotte Whitton, 1896-1975, escritora canadiense) Por algún defecto genético (uno es algo "peculiar" desde pequeñito) tengo cierta tendencia a centrar la atención de cualquier "acontecimiento" en las chorradas que lo rodean más que en el propio acontecimiento. Y claro, me suelo perder lo "esencial". Así, la primera vez que en el Parque de Atracciones estuve en "El Pasaje del Terror" y mientras los demás de la fila chillaban como locos, yo no hacía otra cosa que pensar en lo desagradable que debía de ser el trabajo de aquellos chavales que, pintados con más colores que una sesentona en su cita con un gigoló, tenían que dar gritos histéricos vestidos de carnaval durante vaya usted a saber cuantas horas sólo para que los demás se divirtieran. Además seguro que por un sueldo ridículo. Y claro, más que "miedo" la única sensación que experimenté fue la de "pena". La primera vez que vi "La Cenicienta" y mientras el resto se emocionaba viendo a los pajaritos coserle el traje a la susodicha, a mi lo único que se me ocurría era pensar en lo triste y amargada que debía de ser aquella pobre chica, incapaz de plantarle cara a su madrastra y mandar a freír espárragos a sus hermanas, y cuya única ilusión era esperar a un hada madrina y ligarse a un príncipe (cuando todos sabemos lo escasos que están las hadas y, sobre todo, los príncipes) en vez de agarrar de una vez por todas el toro por los cuernos y organizarse la vida. Ahora, cada vez que oigo cierta musiquita machacona, en vez de engancharme como casi todo hijo de vecino a la -seguro que- profunda historia literaria con la que una cadena de televisión llena la hora de la siesta, resulta que sólo puedo concentrarme en unos (im-presionantes) hombres medio desnudos que salen en ella. Entre eso y que mis programas preferidos de la tele son los anuncios, (por una cuestión práctica: soy incapaz de mantener la atención sobre algo durante más de más de 20 segundos -tiempo que suelen durar- ) creo que me estoy perdiendo lo que, visto el éxito, parece ser un profundo ejercicio literario en formato de "culebrón" plagado de elevados y penetrantes textos. Por eso, si es posible, y con el noble fin de poderme incorporar a semejante joya literaria, agradecería mucho que alguien me dijera de una puñetera vez "quien es ese hombre, que me mira y me desnuda, una fiera inquieta, que me da mil vueltas y me hace temblar pero me hace sentir mujer ..." Hasta el jueves. ... "las paredes oyen" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 10 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo cuarto: "Las ideas no duran mucho. Por eso hay que hacer algo con ellas cuanto antes". ( Santiago Ramón y Cajal, 1852-1934, médico español). "Con la clonación los hombres ya no serán necesarios" ha afirmado con toda seriedad una bióloga estadounidense. Nada de bravuconada feminista, al menos en el aspecto técnico del asunto. En teoría, la mujer que estuviera interesada en procrear podría conseguirlo sin la intervención del hombre, le bastaría clonarse con una célula de su organismo. Claro que de ese modo no nacerían más que niñas, calcos perfectos de sus progenitoras, y si acaso, algún niño de padre rico que hubiera alquilado, previo pago, eso sí, los servicios de alguna "madre alquiler". Lo que no me acaba de quedar claro es si esto es un "avance" o un "retroceso" en el asunto. Al fin y al cabo eso de que la esencia de la reproducción es que un huevo encuentre un esperma es más algo más bien "moderno", porque organismos tan antiguos como los mohos, no tienen ni óvulo ni esperma y ahí siguen. Propongo una solución intermedia para esas mujeres que no quieren ver a un hombre ni en pintura pero que tampoco quieren prescindir de ciertas ventajas de los mismos: hacer lo mismo que hace una especie de calamar: el "argonauta". La hembra de estos cefalópodos flota en los océanos tranquilamente mientras el macho lleva una vida secreta con su pene desmontable. En un determinado momento "dispara" su aparato, (y sólo su aparato), hacía la hembra, y una vez dentro de ella el pene toma vida propia y cumple su "misión". Lo que no he logrado saber es si una vez voluntariamente capado, al pobre macho argonauta le crece otro, se muere o se queda sin su preciada parte hasta que las "palma" de viejo. Detalle éste que habría que tener muy claro antes de lanzar algo tan "valioso" sobre lo primero que pase. ... llevando la contraria al resto del mundo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 7 de octubre de 2005

623. Viernes, 7 octubre, 2005 Capítulo Sexcentésimo vigésimo tercero: "Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre. (Sófocles 491-406 a.C. poeta griego) Visto que (desgraciadamente) no podemos usar el método canino para entablar un primer contacto físico cuando a uno le apetece acercarse a "saludar" a ese extranjero cachas de camiseta tres tallas menos con el que te cruzas cada día, estaba yo pensando que no estaría de más poder conocer un poco sus costumbres, con la única intención (educativa por supuesto) de tener un primer contacto con él sin espantarlo mucho. Y encima quedar como un señor ¿A quién se le debe dar la mano y cuándo es mejor estampar dos sonoros besos?". Primera parte: "Donde fueres haz lo que vieres ¿Puedo tocar? Árabes y latinoamericanos, sobre todo los caribeños, son muy besucones y aprecian mucho el contacto físico. Los franceses suelen darse tres besos, al igual que sirios y libaneses, pero en cambio, en Argelia y Marruecos basta con dos, a no ser que se esté en el Rif o en la Kabilia, en cuyo caso se estamparan cuatro en las mejillas de quien nos presentes, pero ¡ojo!, sólo si es de nuestro propio sexo. En caso contrario bastará con tocar las puntas de los dedos de la otra persona, (y en Irán ni eso) o estrechar las manos de un niño porque eso demuestra consideración hacia sus padres. Los chinos no acostumbran a tocarse y menos lo harán con un visitante, pero sí son muy dados a aplaudir hasta para saludar. Los japoneses se limitarán a una serie de flexiones de espalda y cabeza que se repetirán tantas veces como mande el protocolo y la propia importancia del interlocutor. Los malayos solo dan la mano a una mujer si es ella quien se lo ofrece primero, mientras que los apretones firmes y duros los practican los israelíes que, además, los acompañan de palmaditas en la espalda o en los hombres. Los esquimales se frotan la nariz mutuamente y los lapones dan golpes con los brazos abiertos de la otra persona como forma de transmitirle calor. En las islas Fidji suelen saludarse con unos ligeros movimientos de cabeza y cejas casi imposibles de descifrar si no se es nativo. Y así suma y sigue.. decía yo que visto lo visto, mucho más universal, y mucho más práctico, lo de olerse el culo... !dónde va a parar! Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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