copia de seguridad

viernes, 29 de abril de 2005

536. Viernes, 29 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo sexto: Las canas son un reflejo de la edad, no necesariamente de la sabiduría (Mateo J. 62 años, payaso de circo) Por estas cosas de los calendarios -de vez en cuando hay justicia-, hoy empieza un tan merecido como pequeño "puente", que en Madrid y gracias a los franceses, durará un poquito más. Son sólo cuatro raquíticos días para no hacer nada, una miseria comparados con los 22 años seguidos (entre 1960 y 1962) que se pasó el faquir hindú Mastram Bapu (algo así como "Padre Contento" y no me extraña), sin moverse del mismo sitio, una cuneta de la aldea india de Chintra. Son sólo cuatro raquíticos días para no hacer, una miseria comparados con los 17 años seguidos (desde 1955 hasta noviembre de 1973), que se pasó de pie el swami hindú Manjgiri Maharaj cumpliendo una penitencia que él mismo se impuso, en Shahjahanpur (en el estado indio de Uttar Pradesh) y en los que su único descanso, que aprovechaba para dormir, era apoyarse en una tabla. Y todavía hay quien dice que "menuda suerte" tener cuatro días para no hacer nada. Desde luego, no hace falta ser muy Einstein para entender que la ley de la relatividad existe. Hasta el miércoles. ... historias "extra-ordinarias"

jueves, 28 de abril de 2005

535. Jueves, 28 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo quinto: "Los matrimonios jóvenes no se imaginan lo que deben a la televisión. Antiguamente había que conversar con el cónyuge". Isidoro Loi, 1927, escritor italiano) Si con tanta publicidad como hay últimamente sobre el tema, uno llega a tener ese minuto tonto de locura mental transitoria y decide casarse, que sepa que no todo tiene que pasar obligatoriamente por una fría sala de ayuntamiento. Hay alternativas. Primera opción: casarse en Las Vegas, en las famosas capillas matrimoniales. Para celebrar tan excéntrica boda, sólo es necesario haber obtenido previamente, en la Oficina de Licencias para Matrimonio, la licencia pertinente. Por un modesto precio que oscila entre 200 y 500 dólares, se puede comprar un paquete matrimonial que incluye el uso de la capilla, la ceremonia (debe haber un testigo presente, aunque, si no se tiene, la mayoría de capillas proporcionan uno), las flores, la música y las fotografías. Los paquetes más caros incluyen más extras, como el recorrido desde el hotel a la capilla en una gran limusina o tener a un Elvis Presley como testigo. Otra opción apuntarse a alguna tribu africana Continente este donde la poligamia acostumbra a ser frecuente, donde las novias suelen tener un "precio" (aunque hay casos que los novios se limitan a trabajar para la familia de ella), y en los que la gran "oferta" de tribus, nos dará un amplio catalogo para elegir. Por poner algunos ejemplos: entre los "nandi" si los padres de la novia no aciertan en la elección del futuro marido, ella puede escapar con el que más le guste. En el caso de que éste no se case con ella, la joven se rapará el pelo y, desde ese momento, se considerará sexualmente libre. En la tribu "luba" congoleses una vez los novios han decidido casarse, al novio ya le está permitido visitar por la noche a su novia para mantener relaciones. Para los "kundo", tradicionalmente, la primera esposa era la dueña del hogar; la segunda, la encargada de los menesteres sexuales, y luego seguían las esposas de rango inferior. Las mujeres compartían al marido de forma rotatoria y regulada y, cuando no les tocaba el turno, se les permitía tener amantes oficiales. Por último, los "ashanti" hacen suya la frase "tú en tu casa y yo en la mía": la recién casada sigue viviendo con sus padres y no marcha con su marido hasta que sus hijos mayores necesiten la atención de su padre. Más opciones: hacerse hindú. Para estos, el matrimonio ocupa un lugar central en la vida social y religiosa india -en general, es obligatorio contraer matrimonio dentro de la misma casta y la dote es muy importante-, por lo que las bodas hindúes acostumbran a ser muy vistosas, ricas y complejas. Más que firmar un "contrato", la unión de dos personas representa la "samskara", o lo que es lo mismo, la confianza sagrada. Toda la ceremonia gira alrededor de símbolos y rituales para que la pareja aprenda las lecciones necesarias para la vida conyugal. La novia viste de color rojo, con bordados dorados, y adornada con joyas. En esta ocasión, es ella la que espera al novio, y se intercambian coronas de flores al encontrarse y amuletos que atan a sus manos. El novio la acepta en matrimonio atándole un collar alrededor del cuello, que simboliza la felicidad y fidelidad en su matrimonio. Tras varios cánticos y oraciones, la pareja, unida con un lazo, hace siete círculos alrededor del fuego ceremonial para simbolizar la promesa de que caminarán juntos todos los obstáculos que la vida les presente. Al final, el novio aplica un polvo de color rojo en el pelo de la novia para marcar su estado de casada, y la pareja recibe una lluvia de arroz. O algo que tenemos más a mano: hacerse musulmán En el mundo musulmán, el matrimonio acostumbra a asemejarse más a una negociación entre familias que a una decisión de dos. La ceremonia misma es un contrato privado, civil y religioso, al que se llega después de que el novio y el pariente masculino más cercano a la novia hayan sellado un acuerdo, según el cual, la dote del novio debe incluir suficiente oro, dinero y regalos que puedan asegurar el futuro de la novia. Una vez firmados los papeles, la pareja ya está unida legal y espiritualmente, pero todavía queda la celebración de la boda, que se lleva a cabo una o dos semanas después, y consta de una serie de festejos. La primera noche es una fiesta para las mujeres solamente. La novia acostumbra a lucir un vestido ceremonial llamado "caftan" y sus manos y pies se marcan con henna. La segunda noche (a veces se incluye una tercera) se celebra el banquete de boda, cuyos gastos corren a cargo de la familia del novio, con amigos y familiares. Las restricciones de sexos lleva a que hombres y mujeres estén separados. La celebración incluye música, cantos y el tradicional baile del velo para las mujeres. Al final de la noche, la pareja se junta y, después, se retira a su nueva casa para "consumar" formalmente el matrimonio. Un marido devoto no debe tener más de cuatro esposas (las que tuvo el profeta Mahoma), aunque, a diferencia de lo que se piensa, la monogamia es una práctica común en la comunidad islámica. Si queremos algo más exótico tenemos China: L a tradición nupcial china tiene más de 2.400 años de historia y gran variedad de matices. Por lo general, la celebración del matrimonio empieza cuando el novio envía los regalos al padre de la novia. Se trata de un proceso bastante largo y formal. Frente a los cuidados preparativos, la boda en sí es una celebración bastante sencilla: los novios se encuentran frente a un altar familiar, donde rinden homenaje a sus antepasados, al cielo y a la tierra. Después se sirve un té a los padres de los novios y los recién casados les hacen una reverencia. Tras la celebración, la pareja se retira a descansar. Tradicionalmente, las luces brillaban día y noche durante tres días en casa de la novia, porque se suponía que el matrimonio no se consumaba hasta el tercer día, mientras que en las familias de la nobleza era hasta el tercer mes. En la China rural, la celebración del matrimonio siempre sigue unas estrictas reglas protocolarias, que comprenden seis curiosas etapas: la propuesta de boda, la negociación entre las familias, el compromiso formal, los trámites para obtener el certificado de nacimiento de los novios, la consulta del astrólogo para averiguar la mejor fecha de celebración del enlace y, finalmente, la boda en sí. Y por último hay otra opción: hacerse judío: La ceremonia de una boda judía se celebra en la sinagoga y los novios se colocan bajo el palio nupcial, que simboliza su futuro hogar. El rabino les recuerda los deberes del matrimonio y les entrega una copa con el vino ceremonial. Después, el novio le coloca un anillo de oro a la novia, que, curiosamente, debe ser plano, sin ningún surco o dibujo para que no se obstruya su buena fortuna. Los recién casados escuchan las siete bendiciones y, al final, el novio rompe una copa, simbolizando la destrucción del templo de Jerusalén. Tras la ceremonia, y antes del banquete, a veces los novios se retiran a un cuarto para simbolizar la consumación del matrimonio. El banquete de boda comienza con la bendición del "challah", una hogaza de pan, que connota la unión entre las dos familias. Estas bodas nunca se llevan a cabo en el Sabbat (día de descanso semanal, desde el viernes noche al sábado noche) ni en ciertos días festivos. Para casarse de esta manera es conveniente hacerse judío de verdad, especialmente si la pareja lo es mucho, para algunas comunidades judías ortodoxas, (como por ejemplo las originarias del Yemen), el miedo al matrimonio fuera de la propia fe es tan grande que, cuando un judío se casa con una mujer que no lo es, la familia celebra un funeral como si hubiese muerto. Ante tantas opciones es conveniente pensárselo con calma, aunque parece claro que cualquier proceso mental lógico que haga una persona cerebralmente sana acabará llevando a una misma conclusión: ... quedarse soltero. ... It´s raining men

miércoles, 27 de abril de 2005

534. Miércoles, 27 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo cuarto: "Al fin y al cabo todo se acaba curando con agua salada: con sudor, con lágrimas o con el mar" Isak Dinesen, 1885-1962, escritora danesa) El inventor francés Louis Lumiére, tras inventar el cinematógrafo, afirmó: "Mi invento podrá ser disfrutado como curiosidad científica, pero comercialmente no tiene el más mínimo interés" En cierta ocasión el famoso matemático francés Henri Poincaré (1854-1912) dijo: "Basta el sentido común para decirnos que la destrucción de una ciudad por la desintegración de medio kilo de metal es una imposibilidad evidente". El astrónomo William Henry Pickering (1858-1938), afirmó públicamente: "La mente popular frecuentemente se imagina gigantescas máquinas voladoras cruzando a todo velocidad el Atlántico, transportando innumerables pasajeros. Parece acertado afirmar que esta idea es completamente visionaria. En 1878, el profesor de la Universidad de Oxford, Erasmus Wilson, pronosticó: "En lo que respecta a la luz eléctrica, hay mucho que decir a favor y en contra, pero creo poder afirmar que la luz eléctrica morirá con el fin de la Exposición Universal de París. Luego no volveremos a oír hablar de ella". En un documento de la Academia de París, hecho público en 1826, se llegaba a afirmar: "El estetoscopio, más que un aparato médico, parece un juguete, y el método de auscultación de la caja torácica es una extravagancia y una aberración". En un artículo publicado en la revista estadounidense The Quarterly Review en 1825, se podía leer: "¿Qué puede resultar más palpablemente absurdo que la esperanza de que la locomotora alcance el doble de velocidad que la diligencia?". En una conversación mantenida en la tarde de ayer martes de 2005 por peluche y su señor marido, este último afirmaba rotundo: "deja de hacer el ganso y no digas bobadas que no te vas a jubilar a los 40". Estos profetas.. hasta el mejor escribano echa un borrón. ... Shakespeare despistado
534. Miércoles, 27 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo cuarto: "Al fin y al cabo todo se acaba curando con agua salada: con sudor, con lágrimas o con el mar" Isak Dinesen, 1885-1962, escritora danesa) El inventor francés Louis Lumiére, tras inventar el cinematógrafo, afirmó: "Mi invento podrá ser disfrutado como curiosidad científica, pero comercialmente no tiene el más mínimo interés" En cierta ocasión el famoso matemático francés Henri Poincaré (1854-1912) dijo: "Basta el sentido común para decirnos que la destrucción de una ciudad por la desintegración de medio kilo de metal es una imposibilidad evidente". El astrónomo William Henry Pickering (1858-1938), afirmó públicamente: "La mente popular frecuentemente se imagina gigantescas máquinas voladoras cruzando a todo velocidad el Atlántico, transportando innumerables pasajeros. Parece acertado afirmar que esta idea es completamente visionaria. En 1878, el profesor de la Universidad de Oxford, Erasmus Wilson, pronosticó: "En lo que respecta a la luz eléctrica, hay mucho que decir a favor y en contra, pero creo poder afirmar que la luz eléctrica morirá con el fin de la Exposición Universal de París. Luego no volveremos a oír hablar de ella". En un documento de la Academia de París, hecho público en 1826, se llegaba a afirmar: "El estetoscopio, más que un aparato médico, parece un juguete, y el método de auscultación de la caja torácica es una extravagancia y una aberración". En un artículo publicado en la revista estadounidense The Quarterly Review en 1825, se podía leer: "¿Qué puede resultar más palpablemente absurdo que la esperanza de que la locomotora alcance el doble de velocidad que la diligencia?". En una conversación mantenida en la tarde de ayer martes de 2005 por peluche y su señor marido, este último afirmaba rotundo: "deja de hacer el ganso y no digas bobadas que no te vas a jubilar a los 40". Estos profetas.. hasta el mejor escribano echa un borrón. ... Shakespeare despistado

martes, 26 de abril de 2005

533. Martes, 26 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo tercero: "La ciencia suele estar en números rojos: nunca resuelve un problema sin crear otros diez". (George Bernard Shaw, 1856-1959, escritor irlandés) No sé, no acabo de ver yo muy claro esa manía que parece que les ha entrado a los que mandan con lo de prohibir fumar a toda costa. Al fin y al cabo, la historia está llena de cosas que eran muy peligrosas para la salud y resultó que era justo lo contrario. Los médicos del siglo XVI creían, por ejemplo, que el agua, sobre todo caliente, debilitaba los órganos y dejaba el cuerpo expuesto a los aires malsanos, y que si penetraba a través de los poros podía transmitir todo tipo de enfermedades. Incluso extendieron la idea de que una capa de suciedad protegía contra las enfermedades y que por tanto el aseo debía realizarse siempre "en seco", sólo con una toalla limpia para frotar las partes visibles del organismo. Un texto médico del siglo XVII, que contaba con todas las bendiciones oficiales lo dejaba perfectamente claro: "los niños se limpiarán el rostro y los ojos con un trapo blanco, lo que quita la mugre y deja la tez y al color con toda su naturalidad. Lavarse con agua es perjudicial para la vista, provoca males de dientes y catarros, empalidece el rostro y lo hace más sensible al frío en invierno y a la resecación en verano". Con semejantes antecedentes científicos, como para fiarse de la ciencia prohibiendo cosas.. Y no, no he fumado nunca. ... 221 B de Baker Street

lunes, 25 de abril de 2005

532. Lunes, 25 abril, 2005. Capítulo Quingentésimo trigésimo segundo: "Aprender a no hacer caso de las cosas es uno de los grandes caminos hacia la paz interior" (Robert J. Sawyer, 45 años, escritor canadiense) Ni en mis más grises días adolescentes, que alguno hubo, me dio a mí por cultivar pensamientos más o menos místicos. Mis preocupaciones de entonces (que dicho sea de paso han cambiado poco) se inclinaban más por cubrir ciertas necesidades terrenales antes que a divagar sobre espíritus en forma de palomas, energías del más allá o misticismos kármicos varios, reencarnaciones incluidas. Y eso que en aquélla época (soy muy mayor) además de leer a Martín Vigil, se puso de moda lo del "tercer ojo", órgano sutil y místico situado entre las dos cejas y que, decían, correspondía a uno de los chankras tantristas. Aquel hipotético "tercer ojo", representado por la piedra que lucía Siva en su frente, era el que nos daría la posibilidad de un tercer punto de vista, posibilitando la visión interior y potenciando nuestra intuición sobre las cosas. El máximo impulsor por estos lares occidentales de tan curioso "ojo" era T. Lobsang Rampa, un charlatán inglés que cambió su profesión de fontanero por la mucho más rentable para él de escritor de libros místicos en los que aseguraba ser un lama tibetano. Por cierto, y ya que estamos hablado de "terceros ojos" y de fraudes, resulta que hace aproximadamente medio siglo se comercializó en los EE.UU. y con un gran éxito, el "vitalizer", un aparato supuestamente revitalizador y que tuvo un increible éxito nada más salir al mercado. Consistía en una pequeña linterna eléctrica unida a una varilla de metal por un cable. Esta varilla se introducía por el ano del usuario, encendiéndose a la vez, la linterna. De este modo, una corriente eléctrica recorría todo el cuerpo, llevando (según el folleto que acompañaba al aparato) la juventud y una fuerza revitalizada a quien lo usara. Sin duda, otra manera de alcanzar el deleite de la espiritualidad a través de un hipotético "tercer ojo", aunque en este caso mucho más fácil de encontrar. ... un invento útil para no mancharse las trenzas

viernes, 22 de abril de 2005

531. Viernes, 22 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo primero: "Evitar los impuestos es el único esfuerzo intelectual que tiene recompensa" (John Maynard Keynes, 1883-1946, economista británico) A pesar de estar a fin de mes no hay que desesperarse, aunque pobres también podemos ir este fin de semana "hechos un pincel" con sólo rebuscar un poco en la nevera. Como suena. Ya los egipcios y los romanos eran unos "artistas" del tema a la hora de usar todo tipo de desodorantes, cremas, suavizantes, tónicos y demás "cosméticos" elaborados con ingredientes completamente naturales: albayade (blanco de España) y tiza para aclarar el rostro, harina y mantequilla para curar espinillas y erupciones cutáneas, piedra pómez mezclada con orina de niño para blanquear los dientes, loción de amapola para suavizar la piel del rostro o una mezcla de vinagre, arcilla y corteza de encina macerada con limón para endurecer los pechos. El poeta satírico Juvenal menciona en uno de sus escritos el "sudor de lana de oveja" como una excelente crema de noche, algo mucho más natural y mucho más barato que ponerse cualquier crema de belleza moderna, cremas que al fin y al cabo suelen llevar el mismo "curioso" elemento, aunque ahora para ser más "correctos" llamen al susodicho "sudor", lanolina. Enrique VI popularizó una pomada perfumada elaborada con manzanas y grasa de perro joven con la que se embadurnaba y el Barón de Dupuytren era adicto a un crecepelo que elaboraba con 150 gramos de virutas de boj maceradas durante dos semanas en 300 mililitros de vodka, a la que luego añadía 50 de extracto de romero y 13 de extracto de nuez moscada. María Antonieta combatía el acné, al que era muy propensa, con la crema que resultaba de cocer a fuego muy lento, leche, limón natural y brandy mientras que la Duquesa de Alba (la que retrató Goya) se colocaba cada mañana una mascarilla hecha con cuatro claras de huevo batidas y cubiertas con agua de rosas, llevadas a evolución y espolvoreadas después con 15 gramos de polvo de alumbre (una especie de sal) y 7 de aceite de almendras. Un poco de imaginación y una nevera medianamente surtida bastan para hacer de la cocina un completo instituto de belleza con vistas a triunfar el fin de semana. Manos a la masa. y hasta el lunes. ... "Ángelus Domini nuntiavit Mariae"

jueves, 21 de abril de 2005

530. Jueves, 21 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo trigésimo: "La felicidad es como las corbatas: cada uno elige el color de la suya". (Noél Clarasó, 1905-1985, escritor español) A estas edades hay pocas cosas que logren hacerme enfadar, sin embargo y por más que uno lo intente siempre hay algún patoso que lo acaba consiguiendo, especialmente cuando se empeña, con evidente ignorancia, en confundir la "parte" con el "todo". Lo dije una vez y no me importa repetirlo más alto si hace falta. Sé que voy a soltar un mitin desde una posición privilegiada, sé que cualquier aproximación a una realidad compleja es difícil, y sobre todo, sé que mis gustos sexuales no son sino una parte más,como mi pelo corto, mi adicción a los helados de limón ácidos, o mi manía de no llevar calzoncillos salvo en bodas, banquetes y comuniones. Pero siguen siendo mucho, demasiados, los que, por desconocimiento o por un sentido de la igualdad que solo ellos pueden entender, emiten juicios de valor sobre el mundo gay con una ligereza y arrogancia propias de la más absoluta ignorancia. Me parece muy bien la imagen petarda de circo a la que nos tiene acostumbrada la televisión, pero no es la única, ni tan siquiera la mayoritaria. Hay que acabar con qué la única referencia que se haga de nosotros sea a través de tópicos y hacer entender a los demás que "lo normal" , no reside es que nos ajustemos a unas conductas fijadas, sean las que sean, sino a que nos expresemos según nos venga en gana. Las palabras con las que se forjan las libertades son respeto y naturalidad. Difícilmente podremos hablar de "conquistas de libertad" mientras tengamos que seguir hablando de "orgullo". Solo el día que "lo gay" deje de ser "lo diferente" para formar parte de "lo normal", habremos avanzado de verdad. La mayoría de nosotros no vivimos al límite, no somos promiscuos, o al menos no más que los heteros (que las señoritas putas no viven del aire y hay unas cuantas), no somos millonarios, ni hacemos del cuarto oscuro nuestra habitación. Eso no lo determina una orientación concreta, sino los principios de la persona y su elección personal. En septiembre cumpliré 37 años y algunos meses antes, el 5 de julio, hará 20 años que tengo el mismo marido, jamás me he sentido discriminado por mi opción sexual pero sería muy cobarde por mi parte no decirles a todos los que de vez en cuando pierden la esperanza, que se puede conseguir montar una vida con todas las ventajas y los inconvenientes del resto de las personas, una vida como todas las demás y de la que sentirse satisfecho y hasta orgulloso. Tampoco creo que tenga que presumir por ser gay, ni gritarlo a los cuatro vientos, simplemente lo soy, pero también comprendo que quedan muchas cosas por hacer y me parecería egoísta no echar una mano, aunque solo sea dando ánimos y provocando esperanza para que pueda seguir adelante toda esa gente que no lo tiene tan fácil ni tan claro. Todavía queda mucho camino por recorrer, en eso estamos.. a pesar de los tontos del haba que ha habido, hay y habrá siempre. Perdón por el "sermón" matutino, prometo que mañana vuelvo a las habituales "andadas", pero ahora me he quedado de un agusto... ... el misterio del "Oscar" desparecido

miércoles, 20 de abril de 2005

529. Miércoles, 20 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo noveno: "¡HEY¡ ¡SIMBA! ¡SIT! ¡SIT!" (Últimas palabras de Marcelo H. 37 años, domador de leones, antes de meter la cabeza en las fauces de uno de ellos) Cuanto más "civilizados" somos mayor es la tendencia que tenemos a la hora de contener determinados "impulsos", impulsos que a pesar de ser completamente naturales y lógicos, acabamos reprimiendo por aquello de que están mal vistos ponerlos en práctica delante de los demás. La cosa no es de ahora, ya el emperador Claudio promulgó un edicto estableciendo cómo se debían expeler las ventosidades durante las comidas, era el llamado "Flatum crepitumque ventris in convivio mettendis", en el que de una forma minuciosa, el emperador "recomendaba" unas mínimas normas a cumplir en tan "delicado" momento. Mucho más "prácticos" fueron los consejos dictados siglos más tarde por Erasmo de Rotterdam en una obra que escribió para la educación de un muchacho noble, "De civilitate morum puerilium" y en la que desaconsejaba la regla que hasta entonces se consideraba lógica en gente civilizada: la de aguantarse "..aunque algunos recomiendan a los niños que retengan los flatos apretando las nalgas, hay que decir que está mal coger una enfermedad por querer ser educado. Si uno puede salir, hágase aparte; si no, sígase el viejo proverbio, disimúlese el ruido con una tos" Pero teorías aparte, la mejor forma de salir airoso (y nunca mejor dicho) en estos tipos de trance es hacerse directamente el tonto, que siempre habrá alrededor quien tome conciencia de la situación y se ponga nervioso pensando que alguien pudiera especular que ha sido él el causante del "incidente" y se acabe así "delatando". Por cierto que en estos casos nunca viene mal una ayudita; cuenta el hijo de Camilo José Cela que en una cena a la que asistió su padre, colocaron al escritor al lado de una señora por la que no sentía el más mínimo aprecio. A mitad de la comida Cela expelió una ruidosa ventosidad y dirigiéndose a la señora dijo en voz alta "No se preocupe señora, diremos que he sido yo". ... "Tio Sam"

martes, 19 de abril de 2005

528. Martes, 19 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo octavo: "El futuro es como el cielo: todo el mundo lo exalta, pero nadie quiere llegar a él todavía" James Arthur Baldwin, 1924-1987, escritor estadounidense) El signo internacional &, que equivale a la conjunción copulativa "y", y que los anglófonos (listos ellos), utilizan tan a menudo para evitarse el "and", se debe a un esclavo de Cicerón llamado Tirón. Este "genio" inventó un sistema abreviado de escritura, (un antecedente de la taquigrafía) gracias al cual, y por el uso que hizo del mismo en el año 63 a.de C. en una sesión del SPQR tomando nota fiel de todo lo que expusieron los participantes, fue recompensado por su amo con la libertad. Muestra evidente, una más, de lo conveniente que resulta para nosotros, los vagos, una correcta "planificación" si queremos alcanzar objetivos, aunque esta "planificación" lleve consigo cierto trabajo añadido. Y en esta línea hoy, y en una de las habituales exclusivas de "tantos hombres y tan poco tiempo", un truco para poder echar una cabezadita en el trabajo con el mínimo riesgo posible. Cualquier avezado en el tema sabe que métodos hay muchos, desde fingir que uno está enfermo con el consiguiente y permitido amodorramiento, hasta colocarse unas gafas de sol con las que no se note mucho las veces que cerramos los ojos. No obstante, ambos casos tienen el problema de llamar excesivamente la atención y además el de verse sometido a preguntas más o menos incomodas a las que encima habría que contestar, interrumpiendo así el sueño, algo muy poco útil para nuestro propósito. Pero no hay que desanimarse: hay solución. En los casos difíciles nada mejor que recurrir a la cosmética, así, como suena; bastará con tener un poco de maña para pintarse unos ojos abiertos (lo más reales posible eso sí) sobre los párpados para que por más cerrados que estén, cualquiera de los que nos rodeen se crean que están viendo los originales. Dos precauciones importantes antes de poner el marcha el "experimento": primero cuidado con roncar, se notaría mucho, segundo y sobre todo, mucho cuidado a la hora de elegir a quien "mirarán" los "ojos" cuando nos durmamos, clavar la mirada demasiado tiempo en gente poco recomendable, puede traer malas, muy malas consecuencias. ... "herma & frodita"

lunes, 18 de abril de 2005

527. Lunes, 18 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo septimo:"Dejé de creer en Santa Claus cuando mi madre me llevó a verlo a unos grandes almacenes y él me pidió un autógrafo" Shirley Temple, 1928, actriz estadounidense) El que uno fuera a un colegio público de extrarradio no quiere decir que a uno no le enseñaran ciertas buenas costumbres cristianas de esas consideradas universales. Aunque con ciertos matices, claro. Así, mientras dos pasos más allá, en los Maristas, entre los "Mandamientos de la Ley de Dios" que se aprendían ellos, había uno que decía "no cometerás actos impuros", nosotros, mucho más salvajes, y supongo que por aquello de ahorrar, el mismo "mandamiento" se quedaba en un simple "no fornicarás". Por supuesto que con seis años y poco o más bien nada interesados por las cuestiones educativas nadie preguntó que era aquello de "fornicar", dábamos por sentado que teniéndolo que aprender a la fuerza, fuera lo que fuera, no tenía que ser demasiado interesante. Algún año más tarde y por casualidad, descubrí que "fornicar" era una palabra de esas latinas y que significaba, nada más y nada menos que "curvatura inferior de una arco". Y es que era bajo las bóvedas de los puentes y callejones donde se podían alquilar los servicios de las prostitutas romanas. Fue mi primera decepción con la escuela pública.. sus libros estaban tan atrasados que no habían cambiado el texto de ellos desde que los romanos andaban de cópulas carnales fuera del matrimonio. Mucho más moderno lo de "no cometer actos impuros", dónde iba a parar... ... buena mesa

viernes, 15 de abril de 2005

526. Viernes, 15 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo sexto: "El valor del dinero es que con él podemos mandar a cualquiera al diablo. Es el sexto sentido que nos permite disfrutar de los otros cinco" (W. Somerset Maugham, 1874-1965, escritor británico) Lo decían los romanos: "después del coito el hombre es un animal triste". Hoy, como buen viernes que es y con vistas a un fin de semana en el que poder alcanzar el mayor número de "tristezas" posibles, "tantos hombres y tan poco tiempo" muy en su habitual línea, se complace en recomendar un práctico, barato y muy efectivo "consejo". Basta (además de una pareja cualesquiera al gusto de cada uno), un cepillo de dientes suave, una lima de uñas, un trozo de lija fina o cualquier otro "instrumento" capaz de producir en la piel una erosión lo más fina y superficial posible. Se trata de "lijar" muy suavemente ciertas zonas del cuerpo con el único propósito de hacerlas más sensibles a las caricias. Zonas como los pezones o el glande se vuelven mucho más "tiernas" si antes se le aplican ligerisimos roces con el "instrumental" adecuado. Cualquier caricia que se produzca en la zona "erosionada" aumentará la intensidad de la sensación y, por lo tanto del placer. Advertencia para novatos: no es difícil "pasarse" con el roce, algo que traería efectos indeseables, por eso conviene practicar antes en zonas menos "vitales" , al menos hasta que uno le acabe cogiendo el "punto". Para eso nada mejor para practicar que la espalda, un buen "repaso" con un cepillo de dientes eléctrico (ante todo la comodidad), por ejemplo, puede dejar esta zona preparada para pasar sobre ella muy suavemente un guante de seda, un plumero de los de quitar el polvo, un cordón de zapatos, o cualquier cosa que la imaginación nos mande. Así, en el caso de que nos "pasemos" y en vez de sensibilizar la zona lo que hagamos sea una herida de guerra, al menos que las partes más "principales" sigan dispuestas para el uso. Y ahora, manos a la obra, hay que ponerse "tristes" el mayor número de veces posible. Hasta el lunes. ... !alarma!

jueves, 14 de abril de 2005

525. Jueves, 14 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo quinto: "El llanto es tan saludable como el sudor, y más poético" Alejandro Casona 1903-1965, escritor español) Tal y como tenemos montada la civilización en la que nos movemos, quien más y quien menos puede llegar a perder la cabeza en algún momento y acabar haciendo una locura. Algunas desagradables noticias de ayer mismo con algo tan inexplicable como un parricidio, por ejemplo, es una buena prueba de ello. Por lo que propongo que si uno tiene esa "mala" costumbre y cree que no podrá evitarla, al menos programe esa pérdida para momentos en las que no tengan consecuencias para los demás. Al inquieto y un tanto gamberro Oliver Cromwell (1599-1658) siempre le había gustado mucho viajar, pero su manía de declararle la guerra al rey de turno y su empeño en andar todo el día trasteando con malas compañías, le habían dejado poco tiempo para ello. El caso es que el pobre Oliver se murió y como tal, lo enterraron en la Abadía de Westminster. Pero al cabo de dos años un puñado de rencorosos desenterraron su cadáver y, arrastrándolo en un trineo hasta la cuidad de Tyburn, lo colgaron en la plaza. El verdugo de la ciudad descolgó el cuerpo, lo arrojó al patíbulo y, de ocho hachazos, le cortó la cabeza, tirando su cuerpo a un foso y empalando la cabeza a un poste de ocho metros de altura y punta de hierro que fue colocado en el tejado de Westminster Hall. Allí estuvo veinticuatro años cuando una tormenta lo arrancó del soporte. Un capitán de la guardia robó los restos y los escondió en la chimenea de su casa, mientras los seguidores de Cromwell buscaban desesperadamente sus restos. El capitán mantuvo su secreto hasta que, en su lecho de muerte, se lo confesó a su única hija, que acabó deshaciéndose de ella en la primera esquina que encontró libre. Años más tarde, la cabeza apareció en un espectáculo de curiosidades hasta que, en subasta, fue comprada al módico precio de sesenta guineas por actor Samuel Russell quien se la ofreció al Sydney Sussex College, del que Cromwell había sido alumno. La dirección la rechazó. Poco después, y ante la ruina en la que estaba, Russell decidió exponerla públicamente cobrando por ello; visto el escaso éxito del negocio, acabó vendiéndosela al primero que la quiso, en este caso a James Fox, joyero, que pagó, en 1787, 118 libras por ella. Diez años más tarde, Fox, harto de tener la cabeza en casa, la vendió por 230 libras a tres empresarios que volvieron a exhibirla públicamente en la calle Bond de Londres cobrando por verla, aunque, como la primera vez, el espectáculo fue un sonoro fracaso. La "heredera" de la cabeza, la hija de uno de los empresarios, se la acabó vendiendo en 1984 a un apasionado de la historia inglesa, el doctor Wilkinson, quien la cuido y restauró tratándola como si fuera una verdadera "joya". Finalmente, en 1960, la familia Wilkinson la ofreció nuevamente al Sydney Sussex College, que esta vez la aceptó, para enterrarla de una forma discreta en sus jardines. ... automovilistas indecisos

miércoles, 13 de abril de 2005

524. Miércoles, 13 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo cuarto: "Yo no recomendaría el sexo, las drogas o la locura para todo el mundo, pero a mí siempre me han funcionado" (Hunter S. Thompson, 78 años, escritor estadounidenses) Uno como niño pobre de provincias que fue, (lo de "niño" ya se me pasó pero lo de "pobre" aún lo arrastro !mira si no podía haber sido al revés!), ha crecido sin muchos ídolos que llevarse a la imaginación. Cosa bastante comprensible, los héroes de aquélla época en la televisión, una abeja sabelotodo con voz de pito que iba de flor en flor y una niña mofletuda que no tenía más ocurrencia que ponerle "pichí" a un pájaro, no casaban bien con la vida "real" de extrarradio, dónde el mejor era aquel que llegaba más lejos meando la tapia de los curas trinitarios, y eso según la temporada. Quizá por esa carencia afectiva, lógica después de semejante infancia, exista ahora tan poca gente famosa a la que me gustaría parecerme, gente a la que admirar y a la que seguir, ídolos a los que poder imitar y de los que poder decir aquello tan emotivo de "... yo de mayor quiero ser como él". De entre las pocas vidas ejemplares y admiradas, uno de mis mayores "superhombres" a imitar es, sin duda, Rossini, famoso compositor con fama de sibarita, que una vez, mientras escribía acostado, se le cayó una partitura y, por no molestarse en cogerla, empezó otra obra abandonando la primera. A los 37 años y en la cima del éxito, dejó de componer porque ya era rico. Todo un ejemplo a seguir... Yo de mayor quiero ser como él. (Aunque ya me puedo dar prisa) ... dientes límpios

martes, 12 de abril de 2005

523. Martes, 8 septiembre, 2004 Capítulo Quingentésimo vigésimo tercero: "Un síntoma de que te acercas a una crisis nerviosa es creer que tu trabajo es tremendamente importante". (Bertrand Rusell, 1872-1970, filósofo británico) Con los grandes avances médicos (y muy especialmente con los avances del bisturí), ayudados por inventos tan "útiles" como la coca cola light, la sopa de la alcachofa o el "abdominazer power gym", pasar de los cuarenta años se ha convertido en algo completamente normal por esta parte del mundo. Y en bastantes casos hay quien los pasa varias veces. En estas condiciones, establecer cuales pueden ser los signos por lo que uno debe de considerarse viejo (salvo para los jubilados del imserso y afortunados poseedores e la tarjeta dorada de la Renfe), no es fácil . Pero hay un escritor americano, Jerry M. Wright, que ha dado con el punto exacto, con ese gesto que llega sin saber como y que cuando se produce te das cuenta, de repente, que estas ante una nueva etapa de tu vida. El tipo, que ya tiene más de dos días sin contar hoy, lo dice bien claro: "el primer signo de madurez es el descubrimiento de que el botón del volumen también gira a la izquierda" Por poca razón que tenga este individuo y teniendo en cuenta que me paso la vida bajándole el volumen a cualquier cacharro que suene, yo, más que maduro, debo de estar ya completamente fiambre. Lo decía un político inglés: "la juventud sería el estado ideal si llegara un poco más tarde". De las pocas cosas que haya dicho un político con razón. ... realismo cinematográfico

lunes, 11 de abril de 2005

522. Lunes, 11 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo segundo: "Los jóvenes piensan que los viejos son tontos; los viejos saben que los jóvenes lo son (John Lily, 1468-1522, novelista inglés) Aunque esté de moda llevar hasta el extremo la frase aquella de la duquesa de Windsor que decía algo así que "nunca se es demasiado delgada ni demasiado rica", y por más que se empeñen en vendernos que la obesidad es mala, resulta que estar gordo, puede llegar salvarte la vida. Al menos en algunas ocasiones. Pongamos que te estrangulan o te pegan un tiro, algo no muy normal pero que, tal y como están las cosas, pasar, puede pasar; pues un delgado apenas aguantará un par de minutos antes de que empiece la autodestrucción de sus tejidos y su muerte sea irreversible. Pero si estas gordo y como la temperatura del cuerpo se conserva un poco más gracias en parte a que la capa de grasa actúa como aislante, puedes aguantar hasta más siete minutos a que algún alma caritativa pase por allí y te reanime. Famoso es el caso de James Scott, duque de Monmouth (1649-1685), hijo ilegítimo del rey Carlos II de Inglaterra, y el pobre con un sobrepeso más que notable, que fue decapitado acusado de rebeldía, en una ejecución que necesitó hasta cinco golpes de hacha. Al final murió, pero hay que reconocer que fue más por la cabezonería del verdugo que por el propio interés del reo. Por cierto que una vez que estuvo muerto y antes de ser enterrado, al rey, maniático él, se le ocurrió realizar un retrato del duque que legase sus rasgos a la posteridad. Con tal capricho, se volvió a coser la cabeza del duque a su cuerpo y pintaron el retrato, que en la actualidad se encuentra en la National Gallery de Londres. ...... ¿demasiadas esculturas?

viernes, 8 de abril de 2005

521. Viernes 8 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo primero: "Morir es una cosa muy triste y sombría. Mi consejo es que procures no tener nada que ver con ella" (W.Somerset Maugham, 1874-1969, novelista británico) Un "blog" como este, que vive rabiosamente pegado a la actualidad, no puede pasar un día como el de hoy, tan fúnebre (pero fúnebre, fúnebre), colocado además dentro de una semana fúnebre (pero fúnebre, fúnebre) y dentro de un mes fúnebre (pero fúnebre, fúnebre), sin hablar del tema. Un tema, por otra parte, bastante fúnebre. El asunto es delicado, es verdad, pero no hay que creerse todo lo que sobre el nos cuentan: ante las posturas oficiales empeñadas en vendernos "pasar por el horno" o acabar a "dos metros bajo tierra", existen otras alternativas.. y mucho más elegantes. El filósofo británico Jeremy Bentham (1748-1832) donó al morir todos sus bienes al University College Hospital de Londres, a condición de que su cuerpo fuera embalsamado y presidiese todas las reuniones de la directiva del hospital. El doctor Southward Smith, por petición expresa de Bentham, se encargó de la operación, montando el esqueleto, fijándole una cabeza de cera modelada a imitación del verdadero rostro del filósofo, vistiéndole con sus ropas y un sombrero y sentándolo en un sillón sosteniendo su bastón favorito. El esqueleto fue colocado en una urna acristalada de madera de caoba, así, durante los noventa y dos años siguientes, presidió todas las juntas directivas del hospital. De todas formas y teniendo en cuenta que no a todos nos apetece andar de reuniones, y menos después de muertos, más tiempo del imprescindible, y si al final nos decidimos por acabar con unas buenas palas de tierra encima, al menos vayamos con la época: seamos muertos, pero muertos ecológicos. Por eso, no está de más recordar que el último grito en el negocio funerario son los ataúdes, lápidas y nichos con placas solares incorporadas, que, durante el día hacen acopio de energía solar, y por la noche la convierten en luz, para iluminar el panteón. Este diseño, es obra de una compañía funeraria austriaca, y el modelo estándar cuesta 3.460 euros. Es ideal para unos cementerios bonitos y ecológicos. Hay alternativas. Hasta el lunes ...anti-ácidos

jueves, 7 de abril de 2005

520. Jueves, 7 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo vigésimo: "Hay mucha gente que no sabe perder el tiempo sola; son el azote de las personas ocupadas" (Louis-Gabriel Ambroise Bonald, 1754-1840, filósofo francés) Si algo "bueno", (lo de "bueno" entre comillas y cursiva no sea que se malinterprete, -y tampoco es eso-), tiene estar tantas horas en el trabajo, es que a uno le da tiempo a pensar en todo tipo de cosas con tal de ir matando el tiempo. Todo sea por no trabajar. Y en esas estoy yo, dándole vueltas a la cabeza sobre lo mucho que tiene que disfrutar un fetichista de los pies, y mira que debe de ser uno de los "depravaciones" más extendidas, trabajando en una zapatería, por ejemplo. Pura envidia, que esos sí que deben de gozar "en" y "con" el trabajo. Por cierto y hablando de fetiches, uno de los más curiosos que conozco, y mira que uno es güarro y conoce unos cuantos, es el "pigmalionismo" es decir, ni más ni menos, que una atracción sexual hacia las estatuas. Que conste que no es tan raro, en Grecia ya cuentan las crónicas como un hombre profanó un templo dedicado a la diosa Afrodita intentando tener relaciones sexuales con la mismísima estatua de la diosa. Y no hace falta irse tan lejos, entre los Koryak, una de esas tribus de Siberia que sólo sale en los documentales de la televisión, existe la costumbre muy extendida entre los jóvenes solteros, de dormir con varias piedras a las que consideran sus "esposas". Hombre, a mi también me gustan que estén duritos.. pero tanto, tanto.. ... para colgar

miércoles, 6 de abril de 2005

519. Miércoles, 6 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo decimonoveno: "No puedes cambiar el pasado, pero puedes echar a perder el presente preocupándote por el futuro". Lawrence J. Peter, 1925-1990, psicólogo estadounidense) Había una vez un comerciante alemán, Hennig Brand, de Hamburgo él, desesperado por conseguir dinero para salir de la ruina en la que estaba por culpa de sus malos negocios. Una noche, repasando unos libros de alquimia de un monasterio cisterciense prusiano, se le ocurrió una gran idea para hacerse rico: conseguir oro a partir de los excrementos humanos. Aunque muchos lo habían intentado antes y todos habían fracasado, Brad se dio cuenta de que ninguno de ellos había investigado sobre algo tan sencillo y elemental como el orin, igual de escatológico que otras materias "trabajadas" y con un color muy, pero que muy parecido al precioso metal. El problema estaba en cribar el líquido para separar la arenilla dorada, pero, como casi todo, era cuestión de ponerse manos a la obra. En los días siguientes, Brand recorrió la ciudad de Hamburgo acumulando cubas de orines que pedía sobre todo a los jóvenes a los que pagaba algunas monedas, adquiriendo, claro, fama de estar completamente loco. Después compró una buena cantidad de redomas (vasijas de vidrio ancha en su fondo que va estrechándose hacia la boca) e introdujo el líquido, esperando durante horas a que se evaporara mediante hornillos que colocaba en su base. Una noche una de las redomas comenzó a brillar en la oscuridad ante el susto del que por allí pasaba se acercaba al pensar que aquello no podía ser más que un claro caso de brujería por jugar con tan "original" elemento. El comerciante se dio cuenta de que había llegado al final de su proceso pero que la materia que resultaba no era precisamente oro, sino un extraño metal que hasta entonces nadie había aislado y que, por su carácter fosforescente, llamaría fósforo. Fiel a su espíritu negociador, el comerciante vendió su "receta" al médico Daniel Kraft por una cantidad que no le hizo salir de pobre pero que convirtió al audaz galeno en rico y famoso. Kraft, siguió destilando la orina y extrayendo ese metal que comenzó a exhibir por todas las cortes europeas, naturalmente cobrando por su "espectáculo". Reyes príncipes y demás cortesanos quedaban hipnotizados ante semejante "prodigio" y se admiraban de que aquello que brillaba de tal manera, estuviera extraido de ellos mismos.. Desde luego, nunca acabaremos de saber lo que cada uno de nosotros es capaz de llegar a dar. ¿Verdad? ... reinas ingeniosas

martes, 5 de abril de 2005

518. Martes, 5 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo decimoséptimo: "El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la medicina cura la enfermedad" (Voltaire, 1694-1778 Filósofo francés) El "quesquel", algo con nombre de poder ser cualquier cosa, es un aparatito usado por los indígenas de la Patagonia para potenciar el placer femenino. Su "mecanismo" es sencillo, consiste en un aro que se coloca abrazado a la base del pene y que, en su parte superior, tienen un mechón de crines de mulo. Durante el coito, los movimientos de éste favorecen que las crines acaricien el clítoris. Somos un desastre de civilización, mientras por aquí se multiplican los testimonios en programas, revistas e investigaciones intentando "enseñar " a la mujer a potenciar su placer, van los de una tribu perdida de la mano de dios y lo solucionan con unos cuantos pelos de caballo. Está claro que nos complicamos la vida demasiado. Por cierto y ya que hemos hablado de "testimonios" y teniendo en cuenta que esta entrada parece tener un ligero contenido sexual (algo extraño, por poco frecuente, en este weblog), ya aprovecho para aclarar que "testificar", eso que llaman a declarar en un juicio, también (casualidad) está relacionado las partes "pudendas". Los romanos, a falta de una biblia que echarse a la mano, juraban decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, apretándose los testículos con la mano derecha cuando tenían que "testificar" en algún juicio, de ahí la palabra que ha quedado hasta ahora. Vamos que ellos lo hacían "con un par"; lo que no sé es como lo harían "ellas", y casi que mejor ni lo busco, seguro que es alguna güarrada... de estos romanos cualquier cosa, y por hoy con los pelos del caballo, ya tenemos bastantes güarrerias. Una entrada de puro sexo; al final nos acabarán censurando. Al tiempo. ... una guerra corta, muy corta

lunes, 4 de abril de 2005

517. Lunes, 4 Abril, 2005 Capítulo Quingentésimo decimoséptimo: "Muchos hombres se enamoran de un hoyuelo y cometen el error de casarse con la chica entera" (Stepen Leacock. 1869-1944, humorista canadiense) Es patente mi desconocimiento, en toda su amplitud, de todo lo que tenga que ver con el sexo femenino. Siempre me han parecido de una complejidad tal, que cualquier cosa que tenga que ver con "ellas" lo único que suele producirme, y eso cuando me lo produce, es indiferencia. Quizá por eso me asombro de cosas que, aunque para el resto de los mortales seguro que son completamente normales, a mi me producen una absoluta sorpresa. Resulta que me entero, (las circunstancias en las que se produce una información tan "instructiva" no vienen muy a cuento ahora, pero basta decir que no era una situación indecorosa precisamente) que las mujeres, dentro de su milenaria cultura, tienen ciertos "mecanismos", (que se debe de transmitir entre ellas de generación en generación, digo yo), para saber si unas bragas le van a sentar bien o no sin necesidad de probárselas. La cosa no tiene mucha complicación, basta con extenderlas sobre una mesa con la parte delantera hacia arriba. Si las aberturas de las piernas quedan planas en forma de "V", lo más seguro es que hagan marcas y tengan tendencia a subir. Si, en cambio, las costuras laterales están redondeadas y se curvan un poco, esas bragas se adaptaran perfectamente al cuerpo. Por cierto, y ya metidos en faena, las bragas escotadas alargan ópticamente la pierna de las mujeres. El universo femenino.. ese gran desconocido cultural lleno de enigmas tan inexplicables. ... pobres pintores ricos

viernes, 1 de abril de 2005

516. Viernes, 1 abril, 2005 Capítulo Quingentésimo decimosexto: "Pienso, luego soy soltera" (Rose Franken, 1895-1988, escritora estadounidense) Uno, como persona "humana" normal que es, suda. No es una cosa de esas exageradas pero mi litro diario no hay quien me lo quite. Lo normal, vamos. Y, como también es normal (aunque eso no tanto), uso desodorante para evitar las molestias que causa el tener a casi cuatro millones de glándulas sudoríparas, trabajando las 24 horas al día. Claro que ando yo dudoso en semejante tema, si te pones el susodicho desodorante justo después de ducharte, algo que es lo habitual, resulta que empiezas a oler rápidamente al susodicho desodorante en vez de oler a cuerpo recién duchado. Teniendo en cuenta que cuando uno come ciertas cosas, uno acaba oliendo a esas ciertas cosas (hay alimentos como el ajo o la sardina que hacen que el sudor huela, casualmente, a ajo o a sardinas, por ejemplo) siempre es mejor, en plan previsor, oler a "tulipán negro" que esperar a que el vecino sea capaz de saber lo que uno desayunó. Pero la verdad es que me da a mí cierta rabia que tenga que durar tan poco el olor a cuerpo recién limpio. Además, está el morbo del olor natural que, aunque sea al cabo de unas horas ( o "sobre todo" al cabo de unas horas) no deja de tener cierto "encanto" para según que cosas. Todo este sermón de limpiezas y olores no es más que un preambulo para contar como antes, (ahora digo yo que ya no lo harán, aunque vaya usted a saber... ) en el barrio chino de Barcelona, algunas señoritas putas, un tanto desesperadas por falta de clientela, usaban un truco infalible: se humedecían el dedo con flujo vaginal y se lo pasaban por detrás de las orejas. Más o menos como si se estuvieran poniendo unas gotitas de Chanel nº 5 Al fin y al cabo buscaban el mismo resultado que las señoras distinguidas que usan tan ilustre perfume.. aunque en ese caso lo hicieran sólo con ingredientes naturales.. y, desde luego, les saliera mucho más barato. Hasta el lunes.

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