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viernes, 30 de septiembre de 2005

Aparte de ginecólogo en el Vaticano, uno de los trabajos que siempre me había provocado más "envidia" era el muy especializado (en la "especialización" está el futuro) "escritor de diálogos de cine; sección: escenas de sexo". Pues mi gozo en un pozo: los guionistas que trabajan en las secuencias lúbricas de las películas no sólo se lo "curran" -como cualquier otro hijo de vecino- sino que además, son buenos. Aunque siempre hay excepciones (Gérard Damiano, el autor de "garganta profunda" jamás escribía los diálogos; prefería que los actores los improvisaran), he encontrado dos verdaderas joyas que demuestran lo "profundo" que uno tiene que ser para dedicarse a escribir sobre sexo... al menos más allá de un "oh dios" por el que ya no cobras ni un euro. En "Desmontando a Harry"(1997) un escritor interpretado por Woody Allen confiesa sus paranoias y angustias existenciales a una prostituta de raza negra. El: "Tengo miedo, no tengo alma. ¿Me comprendes? ¿Tú sabes lo que es un agujero negro?" Ella: "Sí: con lo que me gano la vida". ¿Podría alguien con menos palabras describir "algo" mejor? Más difícil todavía: primer fotograma en una película de 1926, argentina y muda; título: "La hora del té". Antes de empezar alguna imagen en movimiento aparece un cartelito explicando lo que va a suceder. El texto reza así: "Era un jardín sonriente, era una rubia caliente, sin igual; y era un pobre jardinero que no encontraba agujero donde su nabo plantar". Eso sí que es capacidad de síntesis abierta a la imaginación de lo que va a venir después y no la sinopsis de los "efectos secundarios" que trae el prospecto del "orfidal". Con semejante competencia casi mejor me voy informando de lo del ginecólogo vaticano. Hasta el lunes. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 29 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimoséptimo: "Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego" (Leon Tolstoi, 1828-1910, novelista ruso) Unos enviados del rey francés Felipe II, "Augusto", allá por el mil ciento y mucho, vinieron a España (aunque ésta ni tan siquiera existía como tal) con plenos poderes para escoger esposa para Luis, hijo mayor del monarca y, por tanto, delfín del trono de Francia. En principio la elegida tenía que haber sido la hija segunda del rey Alfonso VII de Castilla y de Leonor de Inglaterra, llamada Urraca. Pero semejante nombre les sonó tan mal a los enviados, que éstos escogieron para ser mujer del delfín a la hermana de Urraca, Blanca, mucho menos agraciada físicamente pero con un nombre más sonoro, nombre que la convirtió directamente en la futura reina de Francia (... y posterior madre de San Luis, el de los famosos "hijos"). Para que luego digan que la forma en la que a uno lo van a llamar no tiene más importancia que la estética. Por cierto y teniendo en cuenta que el mío significa "casa nueva" no me importaría nada que el susodicho, aunque sea ya a estas alturas de mi ancianidad, fuera profético. Esperándolo estoy. "... "pendientes" de orgullo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 930 links, desde 437 bitácoras.

miércoles, 28 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimosexto: "Adquirir un perro puede ser la única oportunidad que un ser humano tiene para escoger un pariente" (Mordecai Siega 1956, escrito estadounidense) Estará todo lo extendido que se quiera pero los enormes peligros a los que se expone cualquier hombre atreviéndose a realizar el coito con una mujer han estado perfectamente documentados desde siempre. Y no por unos "cualquiera", sino por autores considerados unos "grandes pensadores". Un peligro que podría llegar a ser hasta mortal en el muy frecuente caso de que el "apareamiento" se realizara durante la menstruación de la mujer, peligro éste que jamás se podría dar si los intercambios de fluidos fueran como deberían ser: única y exclusivamente realizados entre individuos del sexo masculino. Ya Plinio lo avisaba: "si un hombre mantiene relaciones con una mujer que menstrúa, durante un eclipse o con luna nueva, puede llegar a perder la vida". Una advertencia que quedaba ampliada en obras médicas tan fundamentales y conocidas como el Lilio de la medicina, (del prestigioso médico Bernardo de Gordonio) en la que además de afirmar que "el hijo que fuera engendrado durante la menstruación nacerá con el pelo rojo", nos alerta de como sobre él caerán muchas y variadas enfermedades, algunas tan "mortales" como la viruela, el sarampión o la lepra.  De las viruelas y del sarampión: Esta enfermedad se engendra de la sangre de la menstruación retenida en las porosidades de los miembros y el feto; la naturaleza se esfuerza en lanzarlo y echarlo fuera, que limpia la piel del bebé, del mozo o del adolescente, pocas veces, en la mancebía, y mucho menos en la vejez. Esta forma de purgación es común a todos, pero accidentalmente viene de otras causas, por ejemplo, si alguno es engendrado en el tiempo de la menstruación; esta clase es muy mala, porque los así engendrados pocas veces escapan de lepra o de alguna enfermedad. De lepra: La lepra se adquiere de dos maneras: en el vientre de la madre o después de nacer. En el vientre de la mujer, porque fue engendrado en el tiempo de la menstruación de la mujer; porque es hijo de leprosa o algún leproso se echó con mujer preñada Y eso con suerte, que el castigo por copular con mujeres menstruantes podía llegar a ser incluso peor, como deja constancia el siguiente fragmento de uno de los libros más antiguos que tratan el tema: "Los admirables secretos de Alberto el Grande": "Tomad cabellos de una mujer en su período menstrual, ponedlos bajo tierra bien sazonada, donde haya habido un estercolero durante el invierno, y al principio de la primavera o del estío, cuando el cabello se haya calentado por el calor del sol, engendrará serpientes, que seguidamente darán nacimiento a otras de la misma especie". Con estos antecedentes, ¿alguien será tan insensato como para arriesgar su vida copulando con féminas, y más existiendo la alternativa de hacerlo sólo con varones? Ganas tendrán. "... meter la nariz Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 930 links, desde 437 bitácoras.

martes, 27 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimoquinto: ¿Quieres ser invisible para los hombres? Sé pobre. ¿Quieres ser invisible para las mujeres? Sé viejo. (Johann Wolfgang von Goethe, 1749-1832, escritor alemán) No sé quien decía que llegar a viejo era llegar a esa edad en la que todas las mujeres agradan pero no es posible agradar a ninguna. Si eso fuera así, (cambiando, por supuesto, las mujeres por los hombres -ante todo decencia-) soy viejo desde hace ya muuuuuuchos años, y aunque tenga asumido completamente que la vejez es un exceso que aumenta por días, no me gusta que alguno de ellos se pongan especialmente pesado recordándomelo. Hoy es mi cumpleaños, un paso más hacía esa peligrosa "zona" en la que están prohibidos bajo pena de muerte, casi todos los placeres de la juventud. Decía Quevedo que todos deseamos llegar a viejos pero todos negamos que hemos llegado. En eso estoy. "... inquilinos muy molestos" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 930 links, desde 437 bitácoras.

lunes, 26 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimocuarto: "La sonrisa es el idioma general de los hombres inteligentes" (Víctor Ruiz Iriarte 1912-1982, escritor español) Piropos "sufridos" últimamente y que se podían haber ahorrado perfectamente: El que te suelta el jefe en el trabajo cuando te dice eso de: "Enhorabuena. Leí tu informe y estoy gratamente sorprendido. No pensé que lo hubieras hecho tú". El que te suelta ese "amigo" que te encuentras de casualidad y al que no ves hacía un siglo: "Qué bien te sienta el verano, ahora estás fenomenal, ya era hora que te quitaras esas patillas tan horteras". El que te suelta la tía de León a la que no ves hace quince años y que viene a la boda de una prima lejana: "Vaya, qué guapo estás, tienes las mismas orejas que tu tío, hay poca gente que las tenga así, pero os da personalidad" El que te suelta tu madre cuando intentas colgar el "cuadro" que trae de regalo la tía de León, a la que no ves hace quince años y que viene a la boda de una prima lejana: "No hijo, si ya sabemos que eres muy mañoso, pero ¿estás seguro que sabes hacer un agujero con un taladro?" El que te suelta tú marido después de babear delante de la televisión viendo a un grupo de un grupo de nadadores australianos ejerciendo de improvisados modelos para la nueva línea primavera-verano 2006 de bañadores: "No, sí ya sabes que yo soy de los que opinan que la verdadera belleza está en el interior de las personas. Por eso me gustas tanto tú". Suma y sigue. Y encima se los tienes que agradecer. Va de lunes, con la cara a juego. Mejor corramos un tupido velo, mañana será otro día. ... llevarte al huerto Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 930 links, desde 437 bitácoras.

viernes, 23 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimotercero: El mejor consejo lo da siempre la experiencia, pero siempre llega demasiado tarde". (Abraham Nicolas Amelot de la Houssaye, 1634-1706, historiador francés) Puestos a que censuren, al menos que lo hagan con razón. Hablemos de sexo. No se trata de parafilias (de las que por cierto algún día continuaremos la lista: desde que me he enterado que hay acrotomófilos, -gente que sólo se excita tocando muñones de amputados- estoy sin vivir en mí), sino de algunas ideas "distintas" que cualquiera puede poner en práctica aprovechando algún rato perdido durante el fin de semana. Alternativas originales para una tarde de sábado: cambiar la práctica del zapping por la práctica de: El "splosh": revolcarse sobre cualquier sustancia pegajosa con la pareja. Cuanto más pegajosa mejor. El "parachuting": atarse alrededor de los testículos alguna cadena o cuerda y colgar de ellas todo tipo de cosas tan pesadas como uno considere oportuno. La "sitofilia": usar la comida para prácticas sexuales. Un pepino, un plátano, una sandía.. Sólo la imaginación pone el límite. La "infusión escrotal": inyectarse suero salino fisiológico en las bolsas testiculares para aumentar el tamaño.. y el placer El "bastinado": forma de tortura o castigo en el que se dan palizas en la planta de los pies. El "cupping": usar dispositivos de succión en ciertas partes "claves" del cuerpo, (hay unos equipos antimordeduras de serpientes que son i-de-ales, dejan moratones poco estéticos pero merecen la pena -vamos, eso me han contado). El "crush": que te espachurren cualquier cosa con tacones de aguja. El bukake: masturbarse en grupo encima de una sola persona. Vale, esta es más difícil de poner en práctica.. pero nunca se sabe. El "furttlig" (para compensar el anterior): recortar un agujero (el sitio será a discreción según gustos), y en un tamaño apropiado (según medidas) del póster de una revista, introducir el instrumento adecuado por el susodicho agujero y, echándole algo de imaginación, masturbarse. (Una pequeña recomendación: cuidado con los cortes, que luego duelen.. bufff -vamos, eso me han contado) El "docking": deslizar el prepucio sobre el glande de la pareja. (Mujeres abstenerse) La "bolsita de té": colocado encima de tu pareja, que estará tumbada de espaldas, metes y sacas los testículos de su boca. Quizás no sea la práctica más adecuada para una primera cita y no estaría de más, con el fin de prevenir algún accidente, comprobar antes "de", el grado de "entusiasmo" que puede desarrollar el "recipiente". Son sólo unas cuantas ideas que además admiten todas las variaciones que uno pueda imaginar. No sé... estaba yo pensando, por ejemplo, lo buena que estaría la "infusión" de la "bolsita de té" si justo antes de sumergirla la endurecemos con un poco de hielo.. Ayyyy... Casi mejor que siga cada uno. Hasta el lunes. ... historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 926 links, desde 437 bitácoras.

jueves, 22 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo duodécimo: "Las personas son como la luna. Siempre tienen un lado oscuro que no enseñan a nadie" (Samuel Langhorne Clemens -Mark Twain-, 1835-1910, escritor estadounidense) Que las señoritas putas cumplen una dura, muy dura, función social es evidente. Que su trabajo es uno de los más pesados que pueden existir es indiscutible. Pero de ahí a pretender "sindicarlas" en la categoría del "metal"... No sé yo. Durante la Segunda República a los correspondientes responsables del tema no se les ocurrió otra cosa que encuadrar a las ejercientes del oficio más viejo del mundo (putas para los demás) en el "sindicato del metal", creando además, (supongo que para no desentonar con el resto de oficios), distintas categorías según las particulares características laborales de tan respetable gremio. Las más caras (algo así como las directivas del asunto) eran las "cocottes"; las "amantes" fijas de gente acomodada entraban en el epígrafe de "cortesanas"; cuando las fijas eran amantes de clase media se tenían que inscribir en el apartado de "entretenidas", mientras que las que ejercían en burdeles se agrupaban en la categoría "de mala vida" y las que tenían su puesto de trabajo directamente en la calle tenían que inscribirse en un último apartado: "peripatéticas" "Peripatético".. nunca hubiera encontrado yo un epígrafe mejor para encuadrar mi situación laboral... Aunque la ejerza bajo techo. ... la mala suerte de ser albino Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo" . hoy enlazan a "peluche" 926 links, desde 437 bitácoras.

miércoles, 21 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo undécimo: "No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuantas cosas viejas hay que no conocemos". (Ambrose Bierce, 1842-1914, escritor estadounidense) No se ponen de acuerdo los entendidos del tema sobre el origen del "beso". Para algunos etólogos surge como un gesto que realizan las hembras de los mamíferos cuando limpian y miman a sus crías. Para otros es simplemente una derivación de cierto comportamiento habitual en algunos animales: el de transmitirse la comida boca a boca. Cualquiera podía pensarse que en cuestión de personas "humanas" lo de besarse está sólo relacionado con la hipótesis del cariño y los mimos. Pues no. O al menos no sólo. Consciente o inconscientemente lo de trasmitir "alimentos" boca a boca también está muy presente. La cosa no llega al extremo de aquel chiste en el que una pareja de novios se estaba besando románticamente en un parque cuando ella le dice: "cariño, me has pasado el chicle", y él le contesta: "No mi amor, es que tengo catarro". Pero la cosa no anda lejos. En un beso "a tornillo" normal y corriente uno da y recibe el siguiente contenido: 40.000 parásitos 250 tipos distintos de bacterias 0.7 gramos de proteínas 0,45 gramos de grasa 0,19 gramos de otras sustancias orgánicas. Aunque compensar, compensa, casi mejor vivir en la ignorancia. ... manifestación canina ilegal Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 20 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo décimo: "El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo". (Michel de Montaigne, 1553-1592, escritor francés) Uno de los más jóvenes emperadores romanos, Vario Avito Basiano "Heliogábalo" (204-222), tenía un miedo casi patológico a morir asesinado. Para evitar en lo posible semejante trance, se había hecho construir un patio de pórfido, (una de las piedras más duras que existen), al pie de sus aposentos para poder saltar a él y suicidarse en caso de peligro de muerte. Además, y para mayor seguridad, llevaba siempre consigo un anillo de esmeralda hueco relleno de un fortísimo veneno. Tampoco se separaba de un puñal de oro con empuñadura de diamantes y de una cuerda de oro y seda con que estrangularse si todo lo anterior fallaba. Pero tantas precauciones no parece que tuvieran mucho efecto. A los 18 años y cuando estaba cumpliendo con unas inexcusables obligaciones fisiológicas, muy íntimas ellas, algunos miembros de su guardia pretoriana le asesinaron asfixiándole precisamente con la esponja que el emperador usaba como sustituto del -todavía no inventado- papel higiénico. Está claro, nuca hay que perder el tiempo buscando tu destino, él siempre te acaba encontrando. O como decía menos finamente mi abuela: "ya no te dejan ni cagar a gusto". ... un kilo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 19 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo noveno: "Si la teoría de la evolución fuera cierta, los gatos ya serían capaces de manejar un abrelatas" (Walter Matthau, 1920-2000, actor estadounidense) El filósofo y esclavo grecolatino Epicteto, uno de los más representativos estoicos, intentaba llevar a la práctica del día a día su filosofía de infinita paciencia e incomparable templanza, filosofía que él mismo resumía en una sola palabra "resígnate". Hasta tal extremo llegaba con sus ideales que cierto día y mientras su amo Epafrodito le maltrataba retorciéndole una pierna en un aparato de tortura, Epicteto le avisó, muy amablemente, que si seguía retorciéndosela no sería de extrañar que se la acabara rompiendo. Como su amo no le hizo caso ocurrió el desenlace anunciado y la pierna de rompió. Epicteto, impertérrito le dijo a Epafrodito: "Ya os había dicho que ocurriría". Una "resignación" que es un juego de niños comparada con la estoy desplegando, laboralmente hablando, estos días y que se manifiesta especialmente los lunes. Luego, cuando acabe a voces con quien menos culpa tenga, dirán que no aviso. Quiero, (necesito) jubilarme ya. ... más "historias extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 16 de septiembre de 2005

608. Viernes, 16 septiembre, 2005 Capítulo Sexcentésimo octavo: "Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla". (Confucio, 551 a.C.- 478 a.C., filósofo chino) Un viernes y a las puertas del otoño: aprovechemos el fin de semana. Los pobres también podemos ser románticos. Primer problema: establecer exactamente que es "ser romántico". Hay quien considera romántico un viaje al Nepal para matar clavicordios y hay quien considera que lo más romántico del mundo es adornar su pene con un donuts y que su pareja se lo mordisquee poco a poco (por cierto que las miguitas y los restos de azúcar que van cayendo hacen unas curiosas cosquilleas en el glande .-vamos eso me han contado). Busquemos algo intermedio, algo más "estándar" pero que nos siga saliendo asequible, que este mes (como casi todos) no tenemos paga extra: por ejemplo regalar flores. En una revista he encontrado una original y -sobre todo muy barata- forma de ser romántico con un simple trozo de papel y un cacharro con agua. Se coge el papel y se recortan una o varias "flores" (la imagen vale más que mil palabras). Se doblan los "pétalos" hacia adentro y se ponen en agua. En muy poco tiempo estas flores se van a ir abriendo lentamente y no porque, como dice la revista, el amor inunde el ambiente, sino que el agua "inunda" por capilaridad los pequeños espacios vacíos que hay entre las fibras del papel y se hincha, provocando que los pliegues se extiendan y se abra la flor. Unos "nenúfares" caseros pero muy efectivos. Los pobres también podemos ser románticos. Hasta el lunes. ... más "historias extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 15 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo séptimo: "Todos deben casarse; no es lícito sustraerse egoístamente a una calamidad general" (M.G.Saphir, 1820-1887, escritor alemán) Para los indios araucos, pobladores de grandes zonas de la América precolombina. "Juracan" era el dios de las tormentas. Un nombre que se conservó después para denominar fenómenos meteorológicos con vientos superiores a los 120 km/hora. En un principio y para bautizar cada huracán se usó el santo del día, hasta que en la Segunda Guerra Mundial los pilotos militares tuvieron la ocurrencia de empezar a llamarlos como a sus novias. Una ocurrencia que se mantuvo hasta que en los años sesenta, y debido a las protestas feministas, se empezaron a alternar con nombres masculinos. Desde luego ni los precolombinos aquellos, ni los militares de la guerra, ni las feministas más protestonas, conocían a mis dos sobrinos: ella, tres años a punto de cumplir cuatro; él, cuatro a punto de cinco. De haberlos conocido todos los huracanes, tornados, ciclones y similares llevarían los mismos nombres: los suyos. Un par de horas en casa de sus tíos -por una inoportuna reunión escolar de sus padres-, bastaron para demostrar los devastadores efectos que supone el paso, sin haber tomado antes las medidas oportunas, de dos "huracanes" que, a pesar de no levantar dos palmos del suelo, son capaces de asolar, en un tiempo record, todas (pero todas, todas) las habitaciones de una casa. Al menos no hubo que lamentar desgracias personales. El único daño colateral que existió, el perro, refugiado desde los primeros minutos debajo de la cama, acabó siendo rescatado sano y salvo una vez que hubo pasado el peligro. A quién Dios no da hijos, el diablo da sobrinos que decía no sé quien. ... una buena dentadura Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 14 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo sexto: " ...no es que la justicia no sea justa, sino que no se ajusta..."(Luis Ángel Fernández, estudiante de Perú, 2005) Ni "sana" ni "leches", envidia, mucha envidia, y de la mala por no ser una de ellas. La serpiente más grande del mundo, conocida entre sus íntimos como "eunectes murinus", y por el resto de la humanidad como anaconda, cada vez que llega a la época de apareamiento se enrolla, y en este caso lo de "enrollarse" es literal, con una docena de machos para formar lo que se conoce como "bola de reproducción", una desenfrenada orgía que dura entre dos y cuatros semanas y en la que sólo uno de los "anacondos" culmina la copula. No sé, pero de pronto me he acordado de aquel chiste, muy malo él, que decía algo así como:
-Mamá, ¿cómo es que tú eres blanca, mi papá negro y yo de piel amarilla? - ¡Ayy hijito! Si supieras que fiesta hubo aquel día.. ¡deberías alegrarte de no ladrar!
Ni "sana" ni "leches", envidia, mucha envidia, y de la mala. ... las últimas palabras Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 13 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo quinto: "A las mujeres hay que conquistarlas con dulzura, pero no con mucha dulzura porque engordan y se ponen tremendas" (Luis Sánchez Polack, 1926-1998 humorista español) Theodor Bischoff (1807-1882) fue uno de los anatomistas de mayor prestigio en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX. Una de sus aficiones era pesar los cerebros humanos, cosa ya de por si no muy normal pero completamente respetable. Al fin y al cabo cada uno pierde su tiempo como mejor le parece. Tras años de acumular datos observó que el peso medio del cerebro de un hombre era de 1.350 gramos, mientras que el de la mujer era de 1.250 gramos. Hasta ahí todo muy científico. Sin embargo y con semejantes e irrefutables pruebas, a Theodor no se le ocurrió otra cosa que ponerse a filosofar sobre el tema, estableciendo una relación entre un mayor peso del cerebro y una mayor inteligencia. Algo que explicaría científicamente la superioridad mental del varón. A su muerte donó su propio cerebro para su colección. Su cerebro pesó 1.245 gramos. ... siluetas Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 12 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo cuarto: "Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada". (William Shakespeare,1564-1616, poeta y autor teatral inglés) Lo dice gente muy principal a la que pagan por hacer este tipo de estudios: la contraseña que uno le pone al ordenador, y con mayor razón la le pones a un blog, es uno de los mejores test psicológicos que existen. Helen Petrie, profesora de Interacción entre Humanos y computadoras (nada más y nada menos) de la "City University", de Londres lo tiene claro: "Cuando piensas en algo para utilizarlo como password, inconscientemente acuden a tu mente tus obsesiones, o las cosas que realmente te importan. Además la clave puede "destapar" nuestros secretos mejor guardados, ya que, para no olvidarla, tendemos a usar elementos que podamos asociar con otros almacenados en nuestra memoria a largo plazo, como los recuerdos de nuestra infancia". Y si ella lo dice. En su estudio, Petrie ha establecido cuatro grupos. 1- Los familiares: usan claves como su nombre, el de su pareja, o una fecha relevante, Son personas con fuertes lazos de familia y sus contraseñas simbolizan cosas de gran valor emocional. Son una mayoría: el 48 % 2- Los fans: generalmente usuarios jóvenes que eligen claves como especie de distintivo social: nombres de famosos que sean admirados, personas relacionadas de algún modo con el grupo al que quieren pertenecer, deportistas o personajes de ficción de moda. Más o menos un 38% 3- Los crípticos: usan combinaciones de claves y números, más difíciles de descifrar. Son usuarios concienciados con la seguridad pero poco originales. Un 9% 4- Los sexuales: representan el 11%, "sexy" y "puta" son sus contraseñas favoritas. Tradicionalmente, los usuarios que utilizaban estas contraseñas eran mayoritariamente hombres, pero cada vez son usadas por las mujeres con palabras como "semental" o "diosa". Ya que estamos una recomendación práctica: no es muy conveniente usar "pene" como password; más pronto o más tarde siempre hay alguna web que te acaba contestando eso de "demasiado corto para ser aceptado". Como la vida misma. A ver a quien no le ha pasado (con las contraseñas digo) ... la sopa boba Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 8 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo tercero: "Definición de "asqueroso": encontrar un preservativo usado en el fondo de un tarro de mayonesa" Si las hienas viven en agujeros infectados de pulgas, comen carroña y sólo copulan una vez al año, ¿por qué se pasan todo el día riendo? Hasta hace poco semejante pregunta era, (junto al por qué -a diferencia de los de la cabeza- los pelos de las piernas -o del culo- sólo crecen hasta una determinada longitud) uno de esos grandes interrogantes a los que los expertos no encontraban explicación. Asunto resuelto: su risa se debe a un chiste que muy malévolamente circula entre ellas y que dice: "¿cuál es el colmo de un semélparo? Dar un gatillazo" ¿Poco gracioso? Pues a primera vista sí, pero sólo a primera vista. En principio el chiste es bastante malo, hasta ahí de acuerdo; pero para "entenderlo" es necesario saber que un animal "semélparo" es el que practica (más bien padece) la semelparidad. Es decir, que sólo copula una vez en su vida. Al menos la próxima vez que veamos a una hiena triste ya sabremos por qué. Cualquiera en su caso, lo estaría. Hasta el lunes. ... historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo segundo: "Puede que el sexo no alargue la vida, pero la abstinencia la hace eterna" (Jane Birkin, 1946, actriz británica) Los comportamientos sexuales minoritarios siempre han sido considerados aberrantes, desviados o perversos por la gran mayoría y aquellos que los practican (-amos) considerados "enfermos" y hasta etiquetados médicamente como parafilicos. (Un término que por cierto, y etimológicamente al menos, tampoco tiene ninguna connotación negativa: "para" en griego significa "al lado" y "philéo", "amar") Sin embargo, y a pesar de los eternos pelmas empeñados en que todo lo que no sea la "posturadelmisionero" es de degenerados (tener un solo gusto, sea cual fuere, limita la expresión sexual que siempre es -o debería ser- diversa y variada), hay establecidos unos parámetros muy claros a la hora de distinguir a un parafílico patológico: aquel que no es capaz de disfrutar del sexo sin hacer uso de su parafilia, una parafilia que al invadir otros ámbitos le provoca trastornos en su vida cotidiana, de aquel otro que simplemente incluye juegos realizados dentro de los márgenes de la intimidad que le son propios, y siempre de acuerdo con su pareja o con su fantasía. Sirva este sermón de disculpa introductoria para dar un repaso a algunas, sólo algunas, de "extrañas" costumbres sexuales que existen con nombre propio:
Picacismo: Introducción de alimentos por la vagina o ano, para que el compañero los extraiga con la boca y se los coma. Partenofilia: Atracción sexual por las mujeres que todavía son vírgenes. Necrofagía: Excitación sexual al comer cadáveres. Zoonecrofilia: Cualquier actividad sexual (no necesariamente coital) que se realiza con animales muertos. Autopedofilia: Necesidad de ser tratado como un niño en las relaciones sexuales. Clisteromanía: Alcanzar el placer sexual mediante el uso de lavativas. Succustupración: masturbación que se practica chupándose los propios senos. Hemofagia: Excitación sexual al ingerir de sangre menstrual. Autoconsuerofilia: Coserse alguna parte del cuerpo con otra para excitarse. Clastomania: Obsesión por romper siempre la ropa de la pareja. Coitolalia: Hablar sin parar durante el coito Autonecrofilia: Alcanzar el placer sexual comportándose como un cadáver. Fonofilia: Excitación sexual al escuchar. Pungofilia: Necesidad de ser pinchados por todo el cuerpo para lograr excitación sexual. Dendrofilia: Obsesión morbosa por los árboles. Autoungulafilia: Placer sexual obtenido al rascarse los genitales con fuerza hasta hacerlos sangrar.
Otro día, más; ¡qué mira que hay gente rara por la vida!. Cuestión de gustos. Aunque nunca se puede decir "de este agua o beberé"; yo mismo por poco me doy a la succustupración al escuchar que este viernes no tenía que venir al trabajo, (!qué mira que estoy encajando yo mal el año laboral!), una fonofilia clarísima. ... con él se puede ir al cualquier sitio Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 6 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo primero: "La vida es corta como la escalera de un gallinero y encima repleta de mierda" (Florencio P., 56 años, avicultor) Kim Basinger sufre de agarofobia (miedo a los espacios públicos y a salir sola a la calle) que le producen ataques de pánico y depresiones: tiene varias personas a las que pagan para que le acompañen en sus salidas. David Beckhan no soporta a los pájaros, cualquier ave le aterroriza; sus guardaespaldas se encargan de que ninguna se le acerque. Johnny Depp tiene miedo a los payasos (acrofobia) por lo que jamás permite que se le acerque alguno. Brad Pitt tiene autentico pavor a los tiburones (selacofobia) por lo que nunca andará cerca de una playa en los que pueda haber el más mínimo rastro de alguno. Winona Ryder es muy escrupulosa, jamás come en un restaurante si antes no le han traído sus propios cubiertos y una botella de agua de su casa. Michael Jackson sufre un terrible miedo (entre otros) a los gérmenes (misofobia) y siempre va con la mascarilla quirúrgica a cuestas. Mariah Carey no puede ni subir ni bajar escaleras y cuando tienen unas enfrente alarga los brazos y hace que sus guardaespaldas la cojan en volandas y la suban o la bajen hasta el otro extremo Peluche desde pequeñito sufre de una escalofriante, aterradora y espeluznante ergofobia -miedo obsesivo al trabajo- diagnosticada medicamente (!si me conoceré yo!) que le produce ataques continuos de pánico y largos periodos de depresión, a pesar de los cuales tiene que enfrentarse cada día a la causa de sus males sin guardaespaldas, alejamientos, mascarillas o acompañantes que valga. Luego dirán que todos somos iguales. El mundo está lleno de grandes injusticias. ... reencarnaciones "científicas" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 5 de septiembre de 2005

Capítulo Sexcentésimo: "Una cosa es interesante porque pensamos en ella, no porque sea nueva (Mark Haddon , 1962, escritor inglés) Dos hombres, ambos seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación de un triste hospital para pacientes desahuciados. Uno de ellos, dentro de su gravedad, aún podía sentarse quince minutos cada mañana aprovechando que le hacían la cama, una cama que estaba junto a la única ventana del cuarto. El otro hombre, en cambio, debía permanecer todo el tiempo acostado y tendido sobre su espalda. Los dos llegaron a hacerse muy amigos, hablaban largas horas y cada mañana el hombre que podría sentarse describía a su compañero de cuarto las cosas que podía ver. El hombre en la otra cama esperaba con ansiedad aquellos minutos diarios durante los cuales se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del mundo exterior, era como si su mundo, reducido a la pared que obligatoriamente veía, se agrandara y reviviera. Desde la ventana se divisaba unas hermosas montañas, personas paseando, jóvenes enamorados, flores de todos los colores adornaban el paisaje, grandes y viejos árboles y hasta en la distancia del horizonte parecía adivinarse el mar. Como el hombre de la ventana describía todo aquello con un atento detalle, el hombre de la otra cama podía cerrar sus ojos e imaginar tan pintorescas escenas. Hasta una cálida tarde de verano, el hombre de la ventana le describió un circo que paso por allí a pesar de que el otro hombre no pudo escuchar ningún ruido, le era posible ver todo en su mente, pues el caballero de la ventana le representaba todo con unas palabras tan descriptivas que parecía que lo estuviera viendo. Un día, la enfermera descubrió el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto tranquilamente en la noche mientras dormía, llamó a los celadores y sacaron el cuerpo. Tan pronto como creyó conveniente, el otro hombre preguntó si podía ser trasladado cerca de la ventana. La enfermera realizó el cambio, y en cuanto se hubo trasladado, el enfermo que no se podía se intentó incorporar lenta y dolorosamente apoyándose en uno de sus codos. Quería tener su primera visión del mundo exterior desde aquella ventana que tantas veces le había hecho feliz. Se estiro, lentamente giró su cabeza y miró por la ventana observando que lo único que se podía ver desde allí era un muro blanco. El hombre preguntó a la enfermera que pudo haber obligado a su compañero de cuarto a describir tantas cosas maravillosas a través de la ventana. La enfermera le contestó que ese hombre era ciego y que por ningún motivo podía haber visto, nada, ni tan siquiera aquella pared. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Ya vamos por el seiscientos. Y lo que nos queda. ¿Verdad? Gracias por estar ahí. ... por experiencia Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 2 de septiembre de 2005

Capítulo Quingentésimo nonagésimo noveno: "Para escribir un buen libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído El Quijote". Cervantes, cuando escribió El Quijote aún no lo había leído" (Miguel Delibes, 1920, escritor español. Algunas normas básicas, justas, necesarias e imprescindibles para mejorar la (ahora muy deteriorada) calidad de vida laboral:
1. - Cualquier actividad relacionada con el trabajo sería susceptible de ser interrumpida con carácter de urgencia siempre que el trabajador tuviera o tuviese la más mínima sensación (subjetiva, por supuesto) de cansancio. 2. - Saludar cada mañana a (ciertos) compañeros con un beso de tornillo y evitar dirigirle la palabra a otros, sería un síntoma de exquisita educación. 3. - Interrumpir la lectura del periódico en horario laboral por parte de un superior sería considerado falta; si la interrupción se realiza cuando el empleado está desayunando, crimen. Insistir en la interrupción, merecedor de la pena capital. 4. - El día de Navidad y su semana de fiestas (paga "extra" incluida) se celebrarían todos los meses del año y en todas las ciudades de España 5. - El multiorgasmo sería contagioso. 6. - El sueño, el cansancio, la resaca o el lógico trauma producido por mirarte sin querer en el espejo cuando te acabas de levantar esa misma mañana, podrían servir como motivo de baja laboral, y desde luego, como excusa para llegar tarde cualquier día. 7. - Se establecería por ley un reparto más equitativo de los meses de vacaciones respecto a los laborales: seis y seis. 8. - La formación continua de los trabajadores es un pilar fundamental para la buena marcha de la empresa: ver páginas porno en horario de trabajo podría ser motivo de ascenso automático, siempre que las páginas contuvieran novedades importantes (o en su defecto, bomberos en tanga) 9. - Caso de tener superiores de buen ver, piropearles pasaría a ser un rasgo de ambición y acarrearía un ascenso inmediato, una cena pagada por la empresa y su correspondiente final. 9. - El tamaño no importa. 10. - La siesta, de al menos 30 minutos, formaría parte del horario laboral en cualquier momento del día y se podría llevar a cabo tantas veces como fuera necesaria, cancelando en ese momento y de forma automática, cualquier tipo de reunión o llamada. 11. - El traje y la corbata quedarían sustituidos durante el verano por camisas de manga corta y bermudas. En el invierno, y debido al frío que hace durante esa estación, no se trabajaría de ninguna forma. 12. - La cafetería, señalizada convenientemente con carteles de "uso obligatorio", y por cuestiones de redistribución de la riqueza, sería en régimen de barra libre con cargo a los beneficios empresariales. 13. - Si el trabajo es cara al público, matar a un "cliente" sería considerado siempre como "legítima defensa". 14. - La eyaculación precoz y la impotencia no responderían a causas psicológicas, simplemente no existirían. 15. - Los teléfonos se desconectarían automáticamente después de un minuto de conversación, siempre y cuando la llamada estuviera relacionada con el trabajo. 16. - La inactividad sexual involuntaria sería considerada como enfermedad profesional y su tratamiento costeado por la Seguridad Social con carácter de urgencia. 17. - Las reuniones de trabajo para trazar planes, establecer objetivos y planificar tareas tendrán que convocarse obligatoriamente los 29 de febrero. 18. - El tamaño importa 19. - El diseño del mobiliario permitiría que al sentarse en la silla, ésta fuera capaz de transformar automáticamente la grasa de cualquier parte del cuerpo en músculo.
Naturalmente esta es una lista de mínimos donde sólo se encuentran recogidos unos escasos 19 puntos considerados como innegociables. A partir de aquí se admiten sugerencias para avanzar en las propuestas. Hasta el lunes. ... historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 1 de septiembre de 2005

Capítulo Quingentésimo nonagésimo séptimo: "Definición de "lamentable": Hombre con una erección que camina hacia una pared y con lo primero que toca es con la nariz". Poco después de que fuera probada con "éxito" la primera silla eléctrica de la historia en 1887, sus fabricantes recibieron un pedido de tres unidades del Negus de Abisinia, en Etiopía, Menelik II. Cumplido el encargo, el emperador abisinio, comprometido con un programa de modernización de su país, no pudo llegar a estrenarlas por una sencilla razón: Abisinia no contaba por entonces con energía eléctrica. El emperador, una vez superado el enfado, utilizó aquellas sillas como tronos imperiales. Hace unos años (durante un breve ataque de enajenación mental transitoria) y poco después de ver el "éxito" muscular (ajeno) que causaba el uso de unas mancuernas, sus fabricantes recibieron un pedido de alguien comprometido con un programa de modernización de su cuerpo, Cumplido el encargo, un joven e inexperto peluche no pudo llegar a estrenarlo por una sencilla razón: aunque su casa sí contaba con energía eléctrica, aquel aparato no estaba provisto de ningún tipo de enchufe, resultando que, para hacerlo funcionar, había que esforzarse. Peluche, una vez superado el enfado, utilizó aquel (infernal) aparato para ponerlo de tope en la puerta de la habitación y evitar que se cerrara cada vez que hubiera una corriente de aire. Y ahí sigue. ... si te axfisias, bosteza Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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