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lunes, 31 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo octavo: "Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar". (William Shakespeare, 1564-1616, escritor inglés) Ya que posiblemente acabaremos (más bien "acabarán", pura estadística de esperanza de vida) siendo súbditos de una persona de sexo femenino, no estaría de más empezar cuanto antes un acercamiento a tan extraño "universo". Mi completo desconocimiento del tema siempre me ha producido vastas lagunas en semejante. Unas lagunas que por suerte, y gracias a esto de internet, voy poco a poco solucionando. ¿Por qué a las mujeres les duele tanto, especialmente en ciertas situaciones, la cabeza? Duda aclarada. En los estuches de aseo de las señoras más cultas e importantes del Renacimiento, nunca faltaban unos peines de minúsculas púas que tenían una única y especialísima misión: permitir la retirada de las liendres y los piojos del cabello. Unos parásitos que eran plaga muy común y que todos los prohombres de ciencia de la época consideraban como los responsables de las frecuentes cefaleas que indisponían a las mujeres. Seguro que fueron los de Bayer los que empezaron a ocultar esa información. Todo con tal de cambiar la aspirina por el mucho más práctico y barato peine. Hoy ni caso, lunes, media España de puente y el mejor bailador sin castañuelas. ¿Pero no era costumbre dar varios días de fiesta para celebrar el nacimiento de la heredera? Hasta el miércoles. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 28 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo séptimo: "De los fumadores podemos aprender la tolerancia. Todavía no conozco a uno sólo que se haya quejado de los no fumadores". (Sandro Pertini, 1896-1990 político italiano). No parece mal día para echar un vistazo al primero ahora que está a punto de nacer el último y/o última. El primer rey Borbón de la línea dinástica española, Felipe V, que heredó el trono al morir sin descendencia el último monarca de la casa de Austria, Carlos II, fue poco a poco cayendo en la melancolía, la hipocondría y la extravagancia hasta llegar a la más absoluta de las locuras. Una mañana de un 4 de octubre de 1717 y mientras cabalgaba por las inmediaciones de palacio, se creyó atacado por el sol y desde entonces se sintió al borde de la muerte. No se dejaba cortar el pelo ni las uñas ante el temor de que aumentasen sus males, por lo que las uñas de los pies le crecieron tanto que no podía casi caminar. Se mordía continuamente los brazos por la ansiedad e, incluso, empezó a creerse muerto, preguntando a sus ayudantes por qué no había sido enterrado. Su comportamiento era cada vez más y más extravagante: empezó a afirmar que carecía de brazos y piernas; ordenaba abrir las ventanas en pleno invierno; se envolvía en mantas en verano, y algunas hasta se creía convertido en rana. Su locura le llevó a temer ser envenenado con una camisa y desde entonces pasó un año entero sin mudarse. Después optó por razones de seguridad vestir únicamente camisas usadas de su esposa Isabel de Farnesio. Y luego va y pasa a la posteridad con el sobrenombre de "El Animoso". ¡Pero que mala leche tienen algunas veces los historiadores! Hasta el lunes. ... historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 27 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo sexto: La bebida más peligrosa es el agua, te mata si no la bebes". (Jaume Perich Escala, 1940-1995, humorista español) Platón ya alababa las virtudes de los besos hace más de 2.000 años y los describía como "intercambio de almas". En la cultura oriental, tan místicos ellos, besar significa dar y recibir energía espiritual. Naturalmente en estas historias "cada maestrillo tiene su librillo", pero me ha dejado a mi algo preocupado saber que uno sólo puede considerarse un experto "besador" cuando es capaz de hacer un nudo en el tallo de una cereza sólo con la lengua, sin tocarlo con las manos. Necesito practicar más. ... será por nombre Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 26 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo quinto: "Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes". (Truman Capote, 1924-1984, escritor estadounidense.) Decía un filósofo y moralista francés, Francois de la Rochefoucauld, que los viejos se consuelan dando buenos consejos porque no pueden dar malos ejemplos. Y nada mejor, si nos ponemos a aconsejar como Dios manda a tanto adolescente descarriado como hay por el mundo, que fijarnos en los consejos que nos han proporcionado nuestros mayores . Para ellas todo un clásico con moraleja: "Caperucita Roja" Escrito originalmente por el francés Charles Perrault (por cierto autor también de "Cenicienta o el zapatito de cristal" ahora que por fin la Disney lo saca en DvD) hace más de 300 años y con un final, el auténtico, trágico: el lobo se come a la abuelita y finalmente a caperucita. El último párrafo reza así:  "¡Abuelita, qué dientes más grandes tienes! Son para comerte. Y diciendo estas palabras, el malvado del lobo se arrojó sobre Caperucita Roja y se la comió". La versión que incluye un leñador que fue capaz de rescatar del vientre del lobo a Caperucita y a su abuelita no es más que un sucedáneo añadido por los Hermanos Grimm que contamina el original y su mensaje. En el cuento original, Perrault quiso castigar a Caperucita por pararse a hablar con desconocidos, -el lobo-, en el bosque y acababa con una moraleja: "Vemos aquí que los adolescentes y más las jovencitas elegantes, bien hechas y bonitas, hacen mal en oír a ciertas gentes, y que no hay que extrañarse de la broma de que a tantas el lobo se las coma. Digo el lobo, porque estos animales no todos son iguales: los hay con un carácter excelente y humor afable, dulce y complaciente, que sin ruido, sin hiel ni irritación persiguen a las jóvenes doncellas, llegando detrás de ellas a la casa y hasta la habitación. ¿Quién ignora que lobos tan melosos son los más peligrosos?" Y para ellos un libro con mensaje El escrito por el eminente doctor suizo Tissot en 1760 sobre educación sexual y en el que deja claro los peligros que implica practicar la masturbación.  "El onanismo debe impedírseles a los adolescentes porque la sola pérdida de una gota de semen equivale a la de 40 gotas de sangre, con lo cual, la masturbación no sólo es la causa directa de multitud de enfermedades sino que un exceso de la misma, llevará, irremediablemente, a la muerte". Seamos serios y escuchemos a nuestros mayores que para eso, como decía no sé quien la experiencia se atribuye a las personas de cierta edad, y, lo que es peor, se la atribuyen ellas mismas. ... mucha vista para unas cosas... Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 25 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo cuarto: "Aquí yace Moliere, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien. (Epitafio de Moliere, 1622-1673 dramaturgo y actor francés) Hay que irse mentalizando, ya he visto las primeras luces puestas. Las navidades están encima y con ellas: Las comidas/cenas con los del trabajo deseándoles a todos feliz año nuevo cuando, de verdad, lo que te apetece es decirles que son unos gilipollas integrales. Comer. Tocar la zambomba. Ponerle adornos a un pobre árbol hasta que se parezca al hermano hortera de la burbuja freixenet. Los niños de San Ildefonso, las voces de los niños de San Ildefonso, el traje de los niños de San Ildefonso, todos los niños de San Ildefonso. Discutir sobre la eterna cuestión:¿la nochebuena con tus padre o con los míos?. Comer. Las lucecitas. Jugar al amigo invisible con los cuernos (los de reno de papanoel) puestos (no hace falta ser Jessica Fletcher para averiguar que te han tocado). Comer. El espumillón. Aguantar las broncas familiares alrededor de los langostinos después de la primera copa. Criticar el maquillaje de Baltasar. Padecer el mensaje del Rey. Comer. Sonreír continuamente, (las cámaras digitales son los mayores aliados de las arrugas de expresión). Comer. El ruido de los petardos, el humo de los petardos, los restos de los petardos, todos los petardos. Curarse los chichones producidos por los caramelos que tiran en la cabalgata (a dar, tiran a dar). Sufrir el concierto de Año Nuevo después de una sesión de villancicos (con unas letras capaces de hacer profundo el aserejé). Añusgarse con las condenada uvas. Gastar la (escasa, muy escasa, ridícula) paga extra en regalos para los demás mientras a uno siempre le regalan la misma colonia ".. eres difícil.. como no fumas..." Comer. Suma y sigue.. ¡Ah!.. y además, comer. ... primera belleza Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 24 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo tercero: "El exceso es el veneno de la razón". (Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645, escritor español.) Napoleón Bonaparte murió en 1821 y ya nada más "espicharla", una mano anónima le afeitó totalmente la cabeza y repartió sus cabellos entre cientos de sus seguidores. A la vez, y de acuerdo a su propia última voluntad, su corazón fue preservado y entregado a su amada Mª Luisa quien lo guardó en un pimentero de plata junto a un trozo de su estómago que conservó en otro pimentero exactamente igual. Una porción de sus intestinos acabó en el Real Colegio de Cirujanos de Francia aunque fue destruido por un bombardeo en 1940 durante la segunda guerra mundial. Su pene, de unos tres centímetros de longitud (sin comentarios) fue guardado por su confesor, cuyos descendientes intentaron venderlo en 1972 en una subasta organizada por Crhistie´s, en la que nadie pujó. Posteriormente pasó al catálogo de la firma de venta por correo Flayderman, sin mucho éxito tampoco, hasta que finalmente un urólogo estadounidense lo compró en 1977 por 3.800 dólares. Y luego los libros siguen hablando de él como un hombre triunfador, gran estratega, fuerte, inteligente, decidido y sobre todo un hombre "integro". Pues "integro", lo que se dice "integro".. no sé yo. Lunes, medio dormido y descuartizando al chiquitín de la mano en el pecho. Mal empezamos la semana. ... educación Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
Capítulo Sexcentésimo trigésimo tercero: "El exceso es el veneno de la razón". (Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645, escritor español.) Napoleón Bonaparte murió en 1821 y ya nada más "espicharla", una mano anónima le afeitó totalmente la cabeza y repartió sus cabellos entre cientos de sus seguidores. A la vez, y de acuerdo a su propia última voluntad, su corazón fue preservado y entregado a su amada Mª Luisa quien lo guardó en un pimentero de plata junto a un trozo de su estómago que conservó en otro pimentero exactamente igual. Una porción de sus intestinos acabó en el Real Colegio de Cirujanos de Francia aunque fue destruido por un bombardeo en 1940 durante la segunda guerra mundial. Su pene, de unos tres centímetros de longitud (sin comentarios) fue guardado por su confesor, cuyos descendientes intentaron venderlo en 1972 en una subasta organizada por Crhistie´s, en la que nadie pujó. Posteriormente pasó al catálogo de la firma de venta por correo Flayderman, sin mucho éxito tampoco, hasta que finalmente un urólogo estadounidense lo compró en 1977 por 3.800 dólares. Y luego los libros siguen hablando de él como un hombre triunfador, gran estratega, fuerte, inteligente, decidido y sobre todo un hombre "integro". Pues "integro", lo que se dice "integro".. no sé yo. Lunes, medio dormido y descuartizando al chiquitín de la mano en el pecho. Mal empezamos la semana. ... educación Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 21 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo segundo: "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo" (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952 escritor español) Una de las mayores preocupaciones de casi todos los padres en estos tiempos que corren es intentar adivinar, por el método que sea, a que se van a dedicar sus hijos cuando sean mayores. Prueba evidente, otra más, que demuestra lo mucho que nos gusta -en esta parte del mundo- complicarnos la existencia dándole vueltas a cosas que otros ya solucionaron. Y que bastaría con imitar. Cuando en China o Corea un niño celebra su primer cumpleaños se le organiza una gran fiesta, una fiesta a la que están invitados todos los familiares del pequeño. Los padres colocan al bebé en el centro de una habitación mientras cada uno de los invitados va dejando, alrededor de él, los obsequios que han traído, unos obsequios que siempre tendrán que ver con el deseo de cada familiar para con el futuro del niño. Cuando todos están ya colocados se hace un silencio y se produce una tensa espera: el primer regalo a por el que vaya el niño será la infalible señal que indicará lo que él va a ser de mayor. Naturalmente una vez solucionado tan engorroso problema ni los padres ni el resto de los familiares, volverán a preocuparse más de un asunto que ya queda solucionado. ¡Cuánto nos falta por aprender para poder alcanzar un mínimo de paz espiritual como la que respiran otros pueblos! Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 20 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo primero: "Un diccionario es un universo en orden alfabético". (Anatole France, 1844-1924, escritor francés). Por si alguien aún no tiene claro un destino para las vacaciones de navidad y aprovechando que hay agencias de viajes que hacen un nosécuantosporcien de descuento si se reserva el viaje algún mes antes, aquí va una modesta sugerencia. En una de las impronunciables ex repúblicas soviéticas, Daguestan, tienen por costumbre practicar un curioso -y muy popular- hábito: el de la "hospitalidad sexual". Gracias a una larga (y sabia) tradición, cuando un invitado visita cualquier casa, el cabeza de familia de la misma ofrecerá sus hijas al recién llegado para uso y disfrute del mismo. Éstos pueden hacer lo que se les antoje con las muchachas, con una sola condición: que su himen se conserve intacto. Eso sí, teniendo en cuenta que por alguna extraña razón, semejante hospitalidad estos buenos señores sólo la aplican con sus hijas (una discriminación por cuestión de sexo que roza claramente la inconstitucionalidad), mi plaza que la ocupe otro. ... sal y nieve Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 19 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo trigésimo: "Saber es acordarse". (Aristóteles, 384 a.C.-322 a.C., filósofo griego) Lo recomiendan todos los expertos, nada mejor para aprender idiomas que la total "inmersión" en el mismo y a ser posible de la mano de algún amigo nativo que lo domine y te aclare las posibles dudas que puedas tener Porro: canuto, peta, joint, tuporaquí, fletas, trompeta, may, falu, petardo, chirri, marley, joe, batuta, chufli, maca, trócolo, biturbo, miquel, L, dos papeles. Hachis: chocolate, costo, mai, mierda, fly, china, goma, postura, polen, cañamo. Marihuana: maría, hierba, grifa, mona, mota, marijuana, hervor, frescor. Cocaína: nieve, blanca, farlopa, harina, color, talco, polvo, turla, zarpa, perica, doctor loncho, material. Una raya: tirito, troncho, gusano, garabato, rayajo. Un gramo: un pollo, un metro, la bolsa Heroína: caballo, burro, jaco, marrón, polvo, brown, sugar Éxtasis. Pasti, pirula, pill, ram, rula, chufla,, rom, X, lacasito, gelocatil (si la pides por teléfono) o según los iconos que lleven dibujados: yingyang, picapiedra, smile, mitsubishi, dragón, playboy, arroba, malboro, superman, rolex, armani... etc LSD: Tripi, ajo, secante, cartón, micropunto, vulcano. Anfetaminas: anfetas, cristales, dexys, speed, espitacos, velocidad, cápsulas. Salir por ciertos sitios a ciertas horas y con ciertas compañías puede ser de lo más educativo. ... per-fumar Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 18 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo noveno: "La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín" (Jean-Baptiste Alphonse Karr 1808-1890, escritor francés) Andaba yo buscando desesperadamente un huequecito, lo más "funcional posible que uno ocupa poco, en uno de los vagones completamente abarrotado de la línea 4 del metro, inmerso en mis profundos y metafísicos problemas (últimamente me produce mucha angustia vital pensar en qué invertir los millones que pudieran o pudiesen tocarme en la lotería o similar) cuando de pronto, y por alguna inexplicable asociación de ideas, me acordé de aquella clase de ciencias naturales (uno es del bachillerato antiguo) en la que nos contaron como en el mar Mediterráneo vivía un alga casi microscópica, la ciclotella, que, en condiciones favorables se masajeaba con sus congéneres para reproducirse. Y fue entonces cuando viendo el inevitable roce entre todos los pasajeros que allí estábamos entendí por qué Madrid va a llegar este octubre a los seis millones de habitantes. ... lo mismo digo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 17 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo octavo: "Nunca se miente mas que después de una cacería, durante una guerra y antes de unas elecciones" (Otto Von Bismarck 1815-1898 político alemán) Aunque podrían (y hasta deberían) estar colocados en la estantería reservada para los libros de "humor", por alguna desconocida razón los libros de "autoayuda", al menos aquellos que tienen que ver con "cómo tener éxito en el amor", suelen estar situados en la sección de "relaciones personales". La mayoría de ellos encajan en alguno de los tres tipos básicos que existen: los dirigidos a las personas desesperadas que no ligan nunca; los que están escritos para las personas emocionadas que acaban de ligar y quieren retener a su pareja mediante "sofisticas" técnicas, y aquellos escritos para las personas aburridas que ligaron una vez en 1964 y todavía siguen con la misma pareja. Después de haber hojeado-ojeado algunos de ellos, y dejando a un lado la manía que parecen tener todos los autores de estos libros por recomendar, al menos en la primera vez, colocar velas en la habitación y embadurnar el cuerpo de la "presa" con nata, he llegado a una conclusión: triunfar en el "amor" dependerá, sobre todo, del sexo del "cazador". Así, mientras que para un hombre tener éxito con una mujer pasa inevitablemente por "trincársela", para una mujer, en cambio, el éxito a la hora de conseguir el amor de un hombre, consistirá, simplemente en "pescarlo". Cuestión de sexos, supongo. Por cierto, el número de lametones idóneo para acabarse un helado, independientemente de su tamaño, es de cincuenta. Ni uno más ni uno menos. Lo dice un extenso y concienzudo estudio de Frigo. Para que luego digan que la gente pierde el tiempo y el dinero "investigando" cosas inutiles. Es lunes y se nota. Paciencia. ... hay "kilos" y "kilos" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 14 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo séptimo: "La moda es una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que cambiar cada 6 meses" (Oscar Wilde, 1854-1900, dramaturgo, novelista y poeta irlandés) Remedio de la medicina china, una de las más antiguas, valoradas y respetadas del mundo, para conseguir la inmortalidad. O al menos gozar, durante el tiempo que uno viva, de la mejor salud posible. En su cultura, la vagina es considerada como un "melocotón", y sus líquidos, el fluido de la inmortalidad. Por eso, y mientras la mujer le practica una felación a su pareja, ésta succionará los fluidos que extraiga de ella, los mezclará con su saliva 36 veces y los tragará en tres veces a partes iguales. Ahora entiendo porqué me agarro yo los catarros que me agarro uno detrás de otro... De todas formas y ante semejante "medicina" preventiva casi que yo voy a seguir con mi vitamina C y mis cajitas de antibióticos que, a pesar del tamaño con el que se empeñan en fabricarlos, siempre me van a resultar más fáciles de tragar que el saleroso remedio chino. Hasta el lunes. ... más "historias extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 13 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo sexto: "El juego es altamente moral. Sirve para arruinar a los idiotas". (Santiago Rusiñol, 1861-1931, escritor y pintor español) Un irlandés llamado Jack fue condenado a vagar por la tierra después de muerto con una linterna a cuestas. Para que no entrara en las casas la gente vaciaba nabos, colocaba dentro de ellos carbones encendidos y los colgaba en las ventanas. Pero cuando está tradición celta llegó a los Estados Unidos, los americanos no encontraron unos nabos tan grandes y no tuvieron otra ocurrencia que emplear calabazas para sustituirlos. Algo que demuestra, una vez más, qué, al menos en cuestión de nabos, el tamaño no sólo "importa", sino que puede cambiar el rumbo de la humanidad. Por cierto y ya que estamos con el tema de "halloween", (según la tradición celta el día que los espíritus muertos volvían a la tierra para hacernos una visita -"halloween", abreviatura de "all hallow eve", no significa otra cosa que "víspera de todos los santos"-), va una receta doméstica para aquellos que se quieran fabricarse un "maquillaje" barato, casero y muy apropiado para la ocasión: Se mezclan 10 cucharadas de maicena, 2 de harina, 5 de margarina, unas gotas de glicerina y una pizca de colorante alimentario para darle el tonillo adecuado. Se deja reposar hasta que sea "manipulable"y se "adorna" con alguna cicatriz de gelatina al gusto. Mira. Un trabajo que nos ahorramos aquellos a los que nos basta salir con la cara lavada para causar el mismo efecto. Alguna ventaja teníamos que tener. ... fotografía "artesana" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 11 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo quinto: "De las mujeres se confía en que hagan un trabajo doble del de los hombres, en la mitad de tiempo y sin reconocimiento. Por fortuna, no es difícil." (Charlotte Whitton, 1896-1975, escritora canadiense) Por algún defecto genético (uno es algo "peculiar" desde pequeñito) tengo cierta tendencia a centrar la atención de cualquier "acontecimiento" en las chorradas que lo rodean más que en el propio acontecimiento. Y claro, me suelo perder lo "esencial". Así, la primera vez que en el Parque de Atracciones estuve en "El Pasaje del Terror" y mientras los demás de la fila chillaban como locos, yo no hacía otra cosa que pensar en lo desagradable que debía de ser el trabajo de aquellos chavales que, pintados con más colores que una sesentona en su cita con un gigoló, tenían que dar gritos histéricos vestidos de carnaval durante vaya usted a saber cuantas horas sólo para que los demás se divirtieran. Además seguro que por un sueldo ridículo. Y claro, más que "miedo" la única sensación que experimenté fue la de "pena". La primera vez que vi "La Cenicienta" y mientras el resto se emocionaba viendo a los pajaritos coserle el traje a la susodicha, a mi lo único que se me ocurría era pensar en lo triste y amargada que debía de ser aquella pobre chica, incapaz de plantarle cara a su madrastra y mandar a freír espárragos a sus hermanas, y cuya única ilusión era esperar a un hada madrina y ligarse a un príncipe (cuando todos sabemos lo escasos que están las hadas y, sobre todo, los príncipes) en vez de agarrar de una vez por todas el toro por los cuernos y organizarse la vida. Ahora, cada vez que oigo cierta musiquita machacona, en vez de engancharme como casi todo hijo de vecino a la -seguro que- profunda historia literaria con la que una cadena de televisión llena la hora de la siesta, resulta que sólo puedo concentrarme en unos (im-presionantes) hombres medio desnudos que salen en ella. Entre eso y que mis programas preferidos de la tele son los anuncios, (por una cuestión práctica: soy incapaz de mantener la atención sobre algo durante más de más de 20 segundos -tiempo que suelen durar- ) creo que me estoy perdiendo lo que, visto el éxito, parece ser un profundo ejercicio literario en formato de "culebrón" plagado de elevados y penetrantes textos. Por eso, si es posible, y con el noble fin de poderme incorporar a semejante joya literaria, agradecería mucho que alguien me dijera de una puñetera vez "quien es ese hombre, que me mira y me desnuda, una fiera inquieta, que me da mil vueltas y me hace temblar pero me hace sentir mujer ..." Hasta el jueves. ... "las paredes oyen" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 10 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo cuarto: "Las ideas no duran mucho. Por eso hay que hacer algo con ellas cuanto antes". ( Santiago Ramón y Cajal, 1852-1934, médico español). "Con la clonación los hombres ya no serán necesarios" ha afirmado con toda seriedad una bióloga estadounidense. Nada de bravuconada feminista, al menos en el aspecto técnico del asunto. En teoría, la mujer que estuviera interesada en procrear podría conseguirlo sin la intervención del hombre, le bastaría clonarse con una célula de su organismo. Claro que de ese modo no nacerían más que niñas, calcos perfectos de sus progenitoras, y si acaso, algún niño de padre rico que hubiera alquilado, previo pago, eso sí, los servicios de alguna "madre alquiler". Lo que no me acaba de quedar claro es si esto es un "avance" o un "retroceso" en el asunto. Al fin y al cabo eso de que la esencia de la reproducción es que un huevo encuentre un esperma es más algo más bien "moderno", porque organismos tan antiguos como los mohos, no tienen ni óvulo ni esperma y ahí siguen. Propongo una solución intermedia para esas mujeres que no quieren ver a un hombre ni en pintura pero que tampoco quieren prescindir de ciertas ventajas de los mismos: hacer lo mismo que hace una especie de calamar: el "argonauta". La hembra de estos cefalópodos flota en los océanos tranquilamente mientras el macho lleva una vida secreta con su pene desmontable. En un determinado momento "dispara" su aparato, (y sólo su aparato), hacía la hembra, y una vez dentro de ella el pene toma vida propia y cumple su "misión". Lo que no he logrado saber es si una vez voluntariamente capado, al pobre macho argonauta le crece otro, se muere o se queda sin su preciada parte hasta que las "palma" de viejo. Detalle éste que habría que tener muy claro antes de lanzar algo tan "valioso" sobre lo primero que pase. ... llevando la contraria al resto del mundo Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 7 de octubre de 2005

623. Viernes, 7 octubre, 2005 Capítulo Sexcentésimo vigésimo tercero: "Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre. (Sófocles 491-406 a.C. poeta griego) Visto que (desgraciadamente) no podemos usar el método canino para entablar un primer contacto físico cuando a uno le apetece acercarse a "saludar" a ese extranjero cachas de camiseta tres tallas menos con el que te cruzas cada día, estaba yo pensando que no estaría de más poder conocer un poco sus costumbres, con la única intención (educativa por supuesto) de tener un primer contacto con él sin espantarlo mucho. Y encima quedar como un señor ¿A quién se le debe dar la mano y cuándo es mejor estampar dos sonoros besos?". Primera parte: "Donde fueres haz lo que vieres ¿Puedo tocar? Árabes y latinoamericanos, sobre todo los caribeños, son muy besucones y aprecian mucho el contacto físico. Los franceses suelen darse tres besos, al igual que sirios y libaneses, pero en cambio, en Argelia y Marruecos basta con dos, a no ser que se esté en el Rif o en la Kabilia, en cuyo caso se estamparan cuatro en las mejillas de quien nos presentes, pero ¡ojo!, sólo si es de nuestro propio sexo. En caso contrario bastará con tocar las puntas de los dedos de la otra persona, (y en Irán ni eso) o estrechar las manos de un niño porque eso demuestra consideración hacia sus padres. Los chinos no acostumbran a tocarse y menos lo harán con un visitante, pero sí son muy dados a aplaudir hasta para saludar. Los japoneses se limitarán a una serie de flexiones de espalda y cabeza que se repetirán tantas veces como mande el protocolo y la propia importancia del interlocutor. Los malayos solo dan la mano a una mujer si es ella quien se lo ofrece primero, mientras que los apretones firmes y duros los practican los israelíes que, además, los acompañan de palmaditas en la espalda o en los hombres. Los esquimales se frotan la nariz mutuamente y los lapones dan golpes con los brazos abiertos de la otra persona como forma de transmitirle calor. En las islas Fidji suelen saludarse con unos ligeros movimientos de cabeza y cejas casi imposibles de descifrar si no se es nativo. Y así suma y sigue.. decía yo que visto lo visto, mucho más universal, y mucho más práctico, lo de olerse el culo... !dónde va a parar! Hasta el lunes. ... más historias "extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 6 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo segundo: "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos" (Miguel de Unamuno 1864-1936, escritor español) Mi profunda, casi enfermiza, aversión a esa especie de quirófanos con olor a sobaco llamados gimnasios parece que puede empezar a cambiar. La reputada dominatrix Mistress Victoria, que además de licenciada en Medios de Comunicación y cualificada monitora de gimnasia, es una de las reinas del sadomasoquismo underground en Nueva York desde hace más de diez años, está poniendo de moda el "slavercise" (algo así como "ejercicio de esclavos"), una gimnasia aeróbica en la que los alumnos (los "esclavos") pagan 20 dólares por cada sesión colectiva semanal de una hora de humillaciones físicas y verbales, golpes e intimidaciones, con el único fin de quemar calorías y ponerse en forma bajo el lema: "sudarás, sufrirás y volverás a por más". El latex, el cuero y las máscaras al estilo catwoman son opcionales; de hecho los únicos complementemos que se necesitan son un par de zapatillas de deporte y una botella de agua, mientras que el tono de las sesiones lo fija Mistress Victoria al grito de: "!Sois todos tan patéticos!" Según postula el slavercise, el buen estado físico se puede lograr de una forma más entretenida a fuerza de azotes, intimidaciones y sopapos ya que según han comprobado : "la gente parece más animada a prestar atención a su forma física si su entrenador va embutido en cuero negro armado con un látigo". Ahora que no me oye nadie... Me voy a poner de un cachas.. bufffff ... "Jacuzzi Brothers" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 5 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo primero: "Quiso la lengua castellana que de casado a cansado no hubiera más que una letra de diferencia". (Lope de Vega, 1562-1635, escritor español) Lo he leído en un montón de revistas especializadas: este otoño triunfa lo natural. Será. Pero que no crean que están descubriendo nada nuevo. Lo de la belleza nativa o adornarse el cuerpo con elementos inspirados en armonía con la naturaleza, no es un invento precisamente "moderno". Una receta de belleza recogida en el Anangaranga, un famoso libro erótico hindú, recomienda a todas las mujeres que quieran atraer a los hombres un truco infalible: pintarse el rostro con cenizas procedentes de piras funerarias, pero siempre que éstas sean recogidas y guardadas dentro de un cráneo humano. Puede sonar raro aunque con esto de la moda de las incineraciones tampoco debe de ser tan difícil conseguir algunos rescolditos. Se pone uno a la puerta del correspondiente crematorio y mal a de ser que preguntando a alguno de los que salen con su jarroncito de la mano, no lleguemos a algún acuerdo. Lo de encontrar una calavera ya está más difícil, pero es ley de vida: para estar guapo hay que sufrir. Y si no que se lo digan a Enrique III de Francia que se pasó gran parte de su existencia adulta llevando al cuello y a modo de collar, una cesta llena de cachorros de perro sólo porque, según contaba a quien quisiera oírle (muchos -para eso era el rey-), le favorecía. Eso sí era autentica moda inspirada en la naturaleza. ... avalancha de vocaciones Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 4 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo vigésimo: "Puedes decir cualquier tontería a un perro, y el perro te mirará de una manera que parece decir "Por Dios! Tienes razón! Nunca se me hubiera ocurrido!" (Dave Barry, 1947, escritor estadounidense) El carné de identidad del perro que vive conmigo, además de poner que se llama "Nicolás", especifica claramente su lugar de nacimiento: Valladolid. Algo que explicaría el porqué nos entendemos a la perfección: él y yo hablamos un mismo idioma. Y menos mal, resulta que los perros sólo dicen "guau" en España. Cualquier inglés confirmará que en su país un perro nativo (con un acento medianamente comprensible) dice "bow wow", en Rusia "gav gaf", en China "wang wang", en Alemania "wuff, wuff" o en los países árabes "haw haw". Supongo que será por eso que el Nicolás, que a pesar de haber viajado por muchos sitios no parece que haya aprendido más idioma que el suyo materno, no sale del "guau guau", cada vez que se encuentra con un pastor alemán, de Alemania él, un husky siberiano, de las mismísimas estepas rusas, un bulldog inglés, o cualquier otro perro de vaya usted a saber que nacionalidad, capaz de llamar su atención, en vez de intentar entablar una lógica -a la par que educada- conversación, pase de palabras y se dirija directamente a olerle el culo. Reconozcámoslo, si los demás hiciéramos lo mismo con todos aquellos foráneos que fuéramos encontrando medianamente interesantes en nuestros paseos, el idioma dejaría de ser un obstáculo y la historia nos cundiría mucho más. ... s.o.s. Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 3 de octubre de 2005

Capítulo Sexcentésimo decimonoveno: "El idealismo aumenta en proporción directa de la distancia que nos separa del problema". (John Galsworthy, 1867-1933, escritor inglés) El actual sistema de trabajo que impera en muchas empresas está provocando enfermedades que, aunque no están en la lista de "profesionales" (en España no se cambia desde mediados de los setenta), están muy relacionadas con el trabajo y el estrés que éste provoca. El problema tiene su truco. Según la legislación vigente, la base reguladora del subsidio por una baja de contingencia profesional (por accidente o por una enfermedad de la lista oficial) es superior, se paga desde el primer día, no tiene periodo de carencia (no es necesario cotizar a la Seguridad Social un mínimo de ciento ochenta días) y en caso de incapacidad o invalidez permanente la indemnización es mayor. Y claro así no hay manera de conseguir que valoren como se merece -baja con la correspondiente indemnización incluida- el dolor que me está causando el padrastro que me ha salido en el dedo gordo de la mano izquierda. Luego cuando pase algo grave cambiaran deprisa y corriendo la ley. No aprenden nunca, y mira que hay casos "sangrantes" que demuestran que hasta el más mínimo "accidente" laboral tomado a la ligera, puede acabar en tragedia. Hace ya unos cuantos siglos, allá por el mil seiscientos y algo, al no haberse inventado aún la batuta se dirigía a las orquestas golpeando el suelo con un bastón. El violinista italo-francés Jean Baptiste de Lully compositor de cámara de Luis XIV, mientras dirigía la orquesta de palacio en la interpretación de un "Te Deum", se hirió en un pie al marcar el compás golpeando con el suelo un bastón. Los médicos no le dieron importancia a la herida, él (ingenuo) confió en ellos y murió de gangrena a los pocos días. A ver quien me asegura que mi padrastro, sea por el eclipse, sea por ser lunes, o por una conjunción de ambos factores, no evoluciona igual. Sobre su conciencia queda. ... ínfulas Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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