copia de seguridad

lunes, 31 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo primero: "Las puertas de los centros comerciales o los bancos son iguales que las de mi prima Paquita, cuando detectan movimiento se abren" (Pedro D. 21 años, estudiante) Que lo hagan los perros, unos animales tontos capaces de ponerse a babear sólo por oír una campana, tiene su lógica. Pero, ¿por qué los niños tienen esa manía de salir escopetados –chillidos histéricos incluidos- para intentar coger a las palomas cada vez que alguna de ellas se cruza en su camino? Y lo que todavía es más siniestro: en el (muy) hipotético caso de que alguno pille alguna ¿qué pretenderá hacer con ella? Escalofríos me han entrado de imaginarme la situación, escalofríos.
Pues eso, que había pensado yo que después de tanto tiempo, lo mejor que podía hacer hoy era empezar rompiendo un poco el hielo. Dejo la imagen, transmitida en tiempo real mediante una compleja red de satélites de última generación, de que así está siendo. Y es que estoy muy cansado, llevo seis días sin dormir... menos mal que puedo dormir por las noches. Ya mañana, si eso, nos metemos en harina. ... para perderse Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 7 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo: "No podemos luchar contra el futuro. El tiempo está de su parte" (William Ewart Gladstone, 1809-1898; político británico) Chándal azul marino (de esos que repelen el agua y atraen la mierda) con dos rayas blancas en las mangas y otras dos en los pantalones, camiseta con un cartel grande que decía !vivan los quintos del 85!, una gorra !con visera! de la cajarural, un buen surtido de canciones de los Camela que tocaran por entonces y la frase mágica que te salvaba de cualquier situación y te abría todas las puertas, el imprescindible: ahí mismo. "¿Dónde se deja el saco?... ahí mismo"; "¿dónde se tumba uno?... ahí mismo"; "¿dónde se mea?.. ahí mismo". Será cosas del tiempo (que todo lo suaviza) pero hay veces que echo de menos aquellas primeras vacaciones en tienda de campaña. Aunque me da que lo que de verdad echo de menos es no tener dieciséis años y poder irme de vacaciones con las comodidades que puedo pagarme ahora. Menos mal que las ganas de vaguear siguen estando intactas. En fin, somos como somos; al fin y al cabo no deja de ser curioso que nos pasemos todo el año trabajando como negros para que llege el verano y queramos ponernos !también! negros. A propósito, y ya que estoy con pensamientos profundos de color (negro), uno que últimamente me está haciendo reflexionar y mucho : anda y que no se parece un negro que lleve un cinturón blanco a una galleta oreo ¿verdad? Hasta el 31 de agosto pues.
... más "historias extra-ordinarias" Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 6 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo cuadragésimo noveno: “Hay una diferencia básica entre un perro y una gallina y es que los huevos de gallina se comen." (Jaime M. 16 años; relaciones públicas)

Nunca me hubiera fijado de no haber por el lío que montaron una panda de adolescentes salidos (valga la redundancia) cuando al grito de “tienes dos tetas que parecen dos sartenes, las miro y se me fríen los huevos”, pretendían ligar con una jovencita camiseta trestallasmenos que pasaba a su lado.

Por algún movimiento reflejo me di la vuelta y al ver el tanga rojo que le sobresalía a la interfecta (!cómo me gusta la palabra interfecta jo!) pensé yo lo apañadas que pueden llegar a ser estas prendas cuando están puestas: vas conduciendo y ante cualquier avería ya tienes un triangulo casero para colocar delante del coche.

De lo que no estoy muy seguro es de si estarán homologados, pero oye... ante una urgencia no vamos a andar con remilgos.

... una muerte poco profesional

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 5 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo cuadragésimo octavo: "La educación, en su totalidad, se reduce a estas dos enseñanzas: aprender a soportar la injusticia y aprender a tolerar el aburrimiento" (Fernando Galiani, 1728-1787; economista italiano) Aunque cualquier trabajo, por cómodo, agradable o fácil que sea, acaba resultando -más pronto que tarde- la cadena perpetua a la que sólo por nacer estamos condenados lo pobres, pocos deben de ser tan ingratos como aquel en el que lo único que tienes que hacer cada día es ver como le pagan a un montón de tíos por hacer algo que tu sueles hacer a menudo en tu casa gratis. Pocas ocupaciones deben de ser tan desagradecidas como trabajar de empleado en un banco de semen.
... sin cumpleaños Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 4 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo cuadragésimo sexto: "Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre" (Proverbio Africano) La crueldad femenina llega -a veces- a unos límites que son difíciles de comprender hasta por las mentes más retorcidas y perversas. El cóndor, el ave carroñera más grande que existe, es un animal completamente monógamo y con una característica muy peculiar: sólo se aparea cada dos años. El acoplamiento se produce después de que el macho realice -a más de tres mil metros de altura- largas paradas nupciales que le dejan al borde del agotamiento. Y todo con un único motivo: impresionar a su hembra y que ella le permita desfogarse. ¡Por fin! Pues bien, después de esperar los dos años para que aquello pueda ocurrir, después de dejarse las plumas exhibiéndose delante de la única compañera que va a tener en toda su vida, después de semejantes sacrificios, más del 50% de las señoritas cóndor se niegan a realizar la cópula con su sufrido compañero... al que no le queda más remedio - lo de la monogamia lo llevan a rajatabla- que esperar otros dos años para que ella vuelva a encontrase en celo y tener la suerte de que entonces a la señora cóndor le apetezca. Crueles no es la palabra, no... habría que inventarla. ... vendiendo discos como churros Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 3 de agosto de 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo cuadragésimo sexto: "Nosotros, los andaluces, hablamos el español sin las dificultades propias del idioma" (Manuel Machado, 1874-1947; poeta español) Parece mentira lo que da de sí el lenguaje. Una misma palabra lo mismo te puede valer para formar un apellido de princesa que para hacer el lema publicitario de una agencia de viajes gay. Roca, sol y ano... y a disfrutar este verano. Una chorrada, lo sé, pero tampoco se puede pedir más teniendo en cuenta las circustancias: es lunes, es agosto y !estamos en el trabajo!... algo que, lo mires por donde lo mires, jode más que estornudar mientras estás meando.
... probando espadas Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

Archivo