349. Miércoles, 9 junio, 2004 Capítulo Tricentésimo cuadragésimo octavo: ¿Por qué nos empeñamos en chupar el final de la bolsita de ketchup cuando basta con pedir otra? Aunque pueda parecer imposible, no hay ningún estudio que relacione la falta de relaciones sexuales con alguna enfermedad física o psicológica, aunque sí se sabe de las ventajas que tienen llevar una vida sexual sana y bien adaptada. Después de algunos días, hoy hablamos, otra vez, de sexo. Claro que después de llevar post sin tocar el tema, habrá que tratarlo con cuidado, que quien más y quien menos ha comprobado en sus carnes como, después de una cierta abstinencia, volver a retomar el "asunto" puede desencadenar una cierta "precocidad" no muy deseable. Por eso hoy sexo limpio, como el de las arañas, capaces de copular sin intercambiarse un sólo fluido. Su sistema es de los más original, el macho, una vez aceptado por la hembra, flexiona su abdomen como si se masturbara, toma con sus patas su semen y se lo ofrece a la hembra, que se lo "guarda en un bolsillo" para cuando lo necesite. Muy original, muy limpio, muy todo lo que uno quiera, pero aburrido debe de ser un rato. Miniaturas de todos los tamaños