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martes, 28 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo decimotercero: "No me dais miedo, tengo un par de tetas". (Lolo Ferrari 1970-2000, actriz italiana) No, no todos los estudios importantes, o al menos capaces de establecer datos prácticos y verdaderamente importantes para el avance de la humanidad se hacen solamente en los EE.UU. Hay países mucho más modestos en los que también se aprovecha el dinero público para realizar trascendentales informes cuyas consecuencias pueden llegar a cambiar el rumbo de la historia. Y no estoy hablando de los que circulan por ahí desde hace unas horas sobre la manera de arreglar el Real Madrid, a pesar de que mi atracción por casi todo tipo de pelotas pudiera hacer pensar lo contrario, no me gusta el fútbol y me trae completamente al fresco que dimita o no dimita uno de sus jefes. La historia es otra. Un grupo de científicos griegos acaban de descubrir la relación entre el tamaño del dedo índice y el tamaño del pene. En su estudio compararon la media del pene de 52 hombres, de entre 19 y 38 años, con otras medidas como la estatura, el peso, la masa corporal y la longitud del dedo índice, comprobando, entre asombrados y afectados (especialmente alguno de ellos) que pene e índice marcaban parámetros similares. A partir de ahora nada de mirar a los ojos: directamente al dedo. Mucho más practico y científicamente demostrado. ... picaresca Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 27 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo duodécimo: "Los zorros usan muchos trucos. Los erizos, solo uno. Pero es el mejor de todos." (Desiderius Erasmus, 1466-1536, filósofo holandés) Trabajando no vamos a salir de pobres. Hay que buscar otras fórmulas. 13.983.816 ese el número de probabilidades que tiene un boleto de una sola apuesta de la Lotería Primitiva de lograr un pleno al seis. Como actualmente cada apuesta cuesta exactamente un euro, las cuentas salen solas: para que te puedan tocar 13.983.816 de euros hay que "invertir" 13.983.816 euros. Visto así a cualquiera se le ocurre que gastarse 13.983.816 de euros para que toquen 13.983.816 euros no es ningún negocio, pero aquí es justo donde a mi materia gris se le encendió la lucecita y parió una genial idea: jugar cuando exista bote. Vale, está la posibilidad de que el premio se tenga que repartir entre varios si aparecen más acertantes, y además contar con la parte que se queda el Estado.... Pero lo más importante ya está hecho. Ahora sólo nos queda esperar el momento propicio. Yo voy al banco a pedir un préstamo. Estos lunes acabarán con mi mononeurona. Fijo. ... más de ombligos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 24 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo undécimo: "Nunca trates de enseñar a un cerdo a cantar. Perderás tu tiempo y fastidiarás al cerdo" (proverbio ruso) Salvo que conservar la sangre del cordón umbilical puede convertirse en uno de los más efectivos seguros de vida (parece que en un futuro no muy lejano podrá usarse para curar distintas enfermedades), nunca le había encontrado yo mucha utilidad al ombligo. Y mucho menos a sus "derivados". Pues estaba confundido: son una verdadera mina. Durante el siglo XIX y en algunas ciudades (en Toledo por ejemplo, era una costumbre casi obligatoria) era hábito, tras cortárselo al recién nacido, que las madres lo guardaran bajo la almohada para evitar así problemas uterinos tras el parto. En algunas partes de México existía la costumbre de dejarles el muñón del ombligo lo más largo posible porque creían que se correspondería con el futuro tamaño de su pene. Más lejos iban los hindúes: lo conservaban toda la vida colgado del cuello para no enfermar. Pero sin duda, lo más "práctico" es el uso (y disfrute) que de él hacen algunas tribus indígenas australianas: si el ombligo de la pareja es lo suficientemente carnoso (algo para lo que se entrenan durante su adolescencia) procuran , el miembro "activo" de la pareja puede sujetar la piel que lo rodea en torno a su pene y desarrollar así una delicada (y según las crónicas muy placentera) versión de la penetración. Por probar... hasta el lunes. ... historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 23 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo décimo: "Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender". (Marie Curie, 1867-1934, física francesa) En aquel momento uno se lo tomó a guasa. Una guasa más de las que soltaba aquel señor para hacer la clase más distendida. Sin embargo la experiencia se ha encargado de demostrarme (como tantas otras veces) que aquella afirmación estaba cargadita de razón: decididamente somos idiotas. No importa que tengan el mismo principio activo, que contengan la misma dosis o que, incluso, tengan un mismo nombre comercial: los medicamentos cuyas cápsulas o pastillas sean de color rojo o negro curan más. Somos tan sugestionables que la forma, el tamaño, el color y hasta el precio de los fármacos determinarán un mayor o menor efecto del mismo. Así, un medicamento compuesto por pastillas o cápsulas de color "blanco", de un tamaño mediano y de un precio "bajo", suele ser percibido por quien lo recibe como mucho más "débil" que uno que contenga pastillas o cápsulas rojas o negras, de un tamaño grande (o muy pequeño) y un precio elevado. Además, las cápsulas amarillas será percibida por la mayoría de los enfermos como "estimulantes", mientras que las azules o las verdes les darán sensación de "tranquilidad". Y lo que es peor, si al recetarlo el médico alaba las ventajas del producto "vendiéndoselo" al paciente como "muy potente" y "muy complicado" en su forma de actuar, está comprobado que su eficacia aumenta entre un 25 y un 75% Decididamente somos idiotas. ... desnudas por exigencias del guión Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 22 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo noveno: "Elige la mejor manera de vivir; la costumbre te la hará agradable". (Pitágoras, 582-c. 500 a.C, filósofo y matemático griego) Han puesto un cartel en el portal que me conseguido ponerme los pelos de punta. ¿Cómo me atreveré yo, a bajar a la calle ese día teniendo que pasar obligatoriamente por el sitio donde se colocan habitualmente los cubos de basura? ¿Habrá alguna manera de disimular mi indisimulable condición de trasto viejo? Está bien que avisen, cuando uno roza ciertas edades y se medio confunde con un peluche del imserso, conviene tomar precauciones. De todas formas no dormiré tranquilo hasta que pase todo. Tengo miedo, tengo mucho miedo. ... según el día Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 21 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo octavo: "Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud". (François Marie Arouet -Voltaire-, 1694-1778 filosofo y escritor francés ) Nunca he tenido muy claro si la dolorosa, insufrible e injusta condena de tener que venir a trabajar cada día (algo que no se merecería ni el peor enemigo) empezó con el desagradable incidente de la manzana en el paraíso o venía incluida en alguna enmienda adicional de las siete plagas de Egipto. Tampoco me importa mucho. Ahora ya no se trata de buscar culpables sino de intentar remediar la situación. Ya que hay que hacerlo, al menos intentemos buscar el menos malo de los trabajos. Una vez descartado lo de actor porno (mis cualidades naturales, perfectamente demostrables, no han podido con los enchufes que controlan el negocio) creo haber encontrado un trabajo que cumple, dentro de la obligatoriedad de tener que trabajar se entiende, mis expectativas. En la corte de Luis XV de Francia, se creó la figura del portacorbatas, un criado cuyo único cometido era abrocharle y desabrocharle la corbata al rey. Una corbata sólo usó una vez en su vida. Me pido ser portacorbatas de este buen señor. Y no me importa lo más mínimo que ya esté muerto. Mi acreditada profesionalidad está por encima de estos nimios detalles sin importancia. ... y sin ascensor Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 20 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo séptimo: "La felicidad humana está compuesta de tantos ingredientes, que siempre falta alguno" Jacques Bénigne Bossuet, 1627-1704, escritor francés) Según una encuesta dirigida por Carlos Malo de Molina sobre la sexualidad de los españoles, el 80% de la población vive o querría vivir en pareja, lo cual deja bien clarito que la convivencia con otra persona es el estado deseable para la mayoría. Pero tampoco hacen falta estudios psicológicos profundos para saber que el origen de la mayor parte de los sufrimientos de las personas son, precisamente las relaciones de pareja. Vamos que ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, que decía la canción. Y es que la convivencia es dura, muy dura y las razones por las que se puede venir abajo son tantas que intentar controlarlas todas solucionarlas es prácticamente imposible. Y no lo digo yo, lo dice un estudio de la universidad de Louisville dirigido por un tal Michael Cunningham: son precisamente las pequeñas manías que tiene inconscientemente cada uno de los miembros de la pareja las que con más frecuencia acaban convirtiéndose en conductas "destructoras" de una relación. Entre ellas -y según el estudio- destacan tres: hurgarse la nariz, usar sobrenombres que pongan en ridículo al otro ante terceros y llevar demasiado equipaje en vacaciones. Ahora entiendo esa noticia que dice que después de ocho años juntos, una mujer iraní ha pedido el divorcio a su marido porque el hombre llevaba más de un año sin ducharse y no logro entender la otra afirmando que un alemán tarda de media siete días en cambiarse de calzoncillos. Vamos, entiendo que tarden en lavárselos tanto como les de la gana, lo que no entiendo es porqué no están todos divorciados ya. Tampoco le busquemos mucho sentido? es lunes. ... un régimen pendiente de un retrete Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 17 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo sexto: "Argumentar con una persona que ha renunciado a la lógica, es como dar medicina a un hombre muerto". (Thomas Paine, 1737-1809, político inglés) Quizá, después de todo, el sentido de la vida no consiste más que en aceptar un código con el que descifrarla. El resultado se parece más al código que a la vida, pero llega un momento en que eso empieza a dar igual. Y, por otro lado, vamos siendo lo que vamos haciendo, de modo que la metafísica del asunto también acaba dando igual. Una vez resueltos los inquietantes enigmas del ¿a dónde vamos? -al fin de semana de cabeza-, ¿de dónde venimos? -de una intensa, angustiosa e interminable semana laboral-, me surgen nuevas preguntas, nuevos y abstractos pensamientos metafísicos que me llevan a la imperiosa necesidad de respuestas descifrando otros códigos que sigan dando sentido a la existencia humana. Dicho y hecho: nombre de dominio en internet más largo: http://llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch.co.uk/ El sitio promociona a un pueblo galés del mismo nombre y significa: "La iglesia de Santa María en el hueco de un avellano blanco cerca de un remolino rápido y la iglesia de San Tisilo cerca de la cueva roja". Llega un momento en que todo empieza a dar igual. Y es que el aburrimiento es muy, pero que muy malo. Hasta el lunes. ... el más grande Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 16 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo quinto: "La sabiduría inútil sólo se diferencia de la tontería en que da mucho más trabajo". (Proverbio sueco) Supongo yo que la mayoría de vosotros habéis superado la fase oral y ya no os metéis lo primero que encontráis en la boca. Hacéis bien, desde luego, gansadas aparte de lo que por aquí escriba un servidor y poniéndome un poco serio, no está de más recordar que en cualquier fluido corporal, y el semen es uno de ellos, hay todo tipo de peligros acechando a la salud. O sea, que por mucho que veáis según qué en determinado tipo de películas (y no hablo de los documentales de la dos), y a pesar de las sandeces que periódicamente aparecen sobre estos temas por aquí, no hagáis bobadas. Una cosa es cachondearse de peregrinos estudios explicando que comiendo carne el semen adquiere un sabor dulzón o que si has comido espárragos su sabor será más ácido, y otra muy distinta arriesgarse a comprobarlo sin unas absolutas garantías de que el "plato" no se te va a indigestar de por vida. Pensaba yo que estas cosas estaban más o menos claras pero ayer, hablando con alguien que no viene al caso, comprobé, no sin cierta sorpresa, que sigue habiendo demasiado locos suicidas por el mundo. Y no, tampoco va bien para el cutis. ... oir por las patas Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 15 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo cuarto: "No pienses con palabras, es mejor que procures ver la imagen". (Jack Kerouac, 1922-1969, escritor norteamericano) Voz de mercadillo: ni uno, ni dos, ni tres.. sino cuatro. Cuatro (por ahora) son los puntos que se encuentran en la zona genital de la mujer (sólo en la mujer, bendita igualdad) capaces de ponerla en órbita. El G, situado en la parte interior frontal de la vagina y cuyo nombre es debido a su descubridor, el alemán Ernest Grafenberg que en 1940 haciendo un estudio sobre el control de natalidad lo "encontró" en una de sus pacientes voluntarias, paciente que terminó volviéndose loca con las habilidades manuales del médico (aunque la última afirmación no consta en ningún informe posterior). El A, también llamado (AFE, "anterior fornix erotic zone") situado un poco más arriba del anterior, unos dos o tres centímetros antes de llegar al útero y descubierto en 1996 por un médico malayo que estudiaba el problema de la sequedad vaginal, una sequedad que acabaría (supongo yo) para la agraciada paciente protagonista del descubrimiento. El K, (también llamado "el pasaje misterioso"), se encuentra situado en la zona final de la vagina y suele quedar oculto debido a la presión que en esa zona ejerce el útero. Debe su nombre a su descubridora, Barbara Keesling en 1998 aunque la buena señora nunca ha especificado qué estaba haciendo cuando descubrió el punto en cuestión. El U, situado cerca de la uretra, por debajo del clítoris. Es el más fácil de encontrar así como el más sencillo de estimular tanto oral como manualmente. Luego dirán que somos iguales, ellas cuatro, nosotros uno... Eso sí, mucho más fácil de localizar.... ¿Dónde? .. no tiene pérdida, pero si quiere, le acompaño... voy en esa dirección. ... mucho más de lo que parece Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 14 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo tercero: "Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado" (Antífanes, siglo IV a.C., poeta griego) Día de los enamorados, día del amor. Rindamos tributo a algunos de los héroes que supieron disfrutar como pocos de tan elevado sentimiento. Y qué mayor prueba de amor entre dos personas, qué mayor prueba de un amor generoso y desinteresado que aquel que tienen como resultado la creación de una nueva vida. Por eso, en este día tan especial, mi homenaje al que fue último emperador jarifiano de Marruecos, Muley Ismail Es Semin, conocido por el sobrenombre de "el sediento de sangre" que, casado con más de ocho mil mujeres, llegó a tener 1.056 hijos, 700 de ellos varones. ¡Eso sí es amor! Lo demás... pamplinas. ... y al final tenía razón Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 13 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo segundo: Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio" (Miguel de Unamuno, 1864-1936, filósofo y escritor español) Dejando a un lado el insondable misterio del "cómo" se sujetan, (a buen seguro habrá algún grupo y/o departamento de alguna universidad realizando un sesudo estudio -con fondos públicos- sobre el tema), no le encuentro yo la gracia a esa moda tan extendida, e imagino tan incómoda, de llevar los pantalones lo más "caídos" posible. Se pensaran que son "modernos". Pobres. Les convendría saber que, como casi siempre, no hay nada nuevo bajo el sol. Mostrar, enseñar, presumir de ropa interior (al fin y al cabo el asunto tiene un fin exhibicionista- porque ellos pueden-) ya se puso de moda en los siglos XVI y XVII, aunque por entonces lo que se enseñaba no eran el último modelo de tanga o la marca de los calzoncillos sino la "gola", un cuello rígido de encaje y que no era otra cosa que la flamante ropa interior de moda de la época sobresaliendo por el pescuezo. El miedo a la peste y la creencia de que el agua contaminada por ella podía atravesar los poros de la piel, hizo que la gente se dejara de bañar, pasando a ser el más limpio el que más ropa interior poseía y más blanca la llevaba. Las consecuencias nos se hicieron esperar: los "cuellos" empezaron a sobresalir como signo de higiene y de poderío.. cuanto más grande y más "plegada" era la "gola", mas importante era su propietario. El tamaño, como siempre, marcando la diferencia. ... comida rápida Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 10 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo primero: " "Los curas se consuelan de ser solteros cuando oyen a las mujeres confesarse (Armand Salacrou, 1899-1989, autor teatral francés). Una razón más por la que la condenación de un servidor al fuego eterno perpetuo es algo más que una mera hipótesis: mi invariable manía en usar pantalones levi´s con bragueta de botones. Es ampliamente reconocida por un gran número de pensadores, filósofos y gente de bien, la degeneración que supone el uso de semejante e infernal invento. Uno de los más preclaro defensores de esta irrefutable verdad, el filósofo Allen Edwars, dejó claro en sus muchos y rigurosos estudios cual fue el momento y la causa que hizo entrar a la civilización occidental en la decadencia en la que se encuentra actualmente. Un declive que comenzó justo cuando:
 "Los turcos introdujeron la bragueta de botones en Europa entre los siglos XVIII y XIX, Su propósito no era sólo facilitar el orinar, sino también posibilitar la fornicación y la violación"
Esta vez no me salva ni tener dos tías monjas. Derechito al infierno yo. Hasta el lunes. ... sexo picante Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 9 de febrero de 2006

Capítulo Septingentésimo: " La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria" (Edwige Feuillère, 1907-1962, actriz francesa) Ni botox, ni cremas antiarrugas, ni laseres varios, ni tan siquiera operaciones que te dejan la cara de mariquita pérez. El secreto para ser joven, no para "parecer" joven, sino para "ser" joven durante mucho más tiempo, lo tenían (listas ellas), las helenas. En la antigua Grecia, las mujeres empezaban a llevar la cuenta de su edad desde la fecha de su matrimonio y no desde el día de su nacimiento. ¿Quién se anima a incluirlo en su programa electoral? Arrasaría. Y a lo tonto a lo tonto acaba de caer el "setecientos". Nos hacemos (más-muy) mayores. ... un menú de mucha altura Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 8 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo noveno: "El pudor es un sólido que sólo se disuelve en alcohol o en dinero" (Enrique Jardiel Poncela, 1901-1952, escritor español) Algunos pequeños detalles en los que empezamos a notar que el tiempo pasa... Preferir los hoteles -cuatro estrellas mínimo- al camping. Dejar de ser tan "apasionado" con las opiniones para empezar a ser más políticamente correcto. Tener medio sex-shop en casa. Disfrazarse en los carnavales sin necesidad de ponerse la máscara, - ya empieza a ir incluida una natural-. Aburrirte cuando te quedas solo en casa. Empezar a ver las orgías como algo ridículo. Tener gatillazos. Engancharse al clamoxil. Intentar vivir una historia de amor con alguien más joven (¿por qué lo llaman "amor" cuando quieren decir sexo?). Intentar enamorase de alguien más mayor por su "interior" sin antes comprobar sus posibilidades "exteriores". Empezar a afeitarse todos los días. Ver a los antiguos compañeros de estudios casados, con hijos, con barriga y con bigote -el tiempo siempre pasa para los demás-. Desear que a Brad Pitt le salga un grano. Comprobar que las gominolas sobadas tienen más sustancia y mucho más sabor (están mucho más ricas). Ir a Ikea y no comprar nada. Ir a Ikea y comprar un vajilla japonesa de treinta piezas. Ir a Ikea. Engordar. Leer los editoriales de los periódicos. Recoger los calcetines enrollándolos de dos en dos. Los dolores de espalda. Los dolores de cuello. Los dolores de piernas. Saber que ni Alaska ni José Manuel Parada formaron parte del Duo Dinámico. Saber quien es el Duo Dinámico. Presumir de lo bien que uno cocina en la intimidad. Los dolores de alma. Saberse el nombre de la Ministra de Cultura. La afición por los productos naturales (a poder ser con bífidus), la leche con calcio y los tés adelgazantes. Decirle a todo el que quiera oírte lo bien conservado que estás. Tener un tubo de hemoal en el botiquín. Creerte que Madonna canta. Empezar a abstenerse en cualquier votación, elección y/o referéndum (la abstención y la abstinencia suelen ir unidas). Ponerle esencia deloquesea al agua de la bañera. Coleccionar cosas viejas e inútiles (la empatía suele funcionar). Empezar a creen que las cremas antiarrugas funcionan después de haber estado toda la vida pensando que los milagros no existen. Coleccionar cremas antiarrugas por si acaso alguna funciona. Tirar la toalla con el inglés. No meterse en la oreja nada que no se compre en la farmacia. Fingir que has leído a todos los clásicos y que te estás aficionando a la música idem. Conocer el nombre del médico de la seguridad social que te corresponde. Empezar a desterrar aquellos tontos principios contra Gucci, Chanel, Dior, Valentino o Louis Vuitton. El sueño que te entra después de comer. El sueño que te entra a las diez de la noche. El sueño que te entra siempre y en todas las partes.. menos cuando quieres que te entre. Preferir el Corte Inglés al Rastro. Saber poner la lavadora. Pensar en hacer testamento. Subir siempre en ascensor. No darle importancia a que el coyote sea incapaz de alcanzar al correcaminos. Pensar en volver al gotelé. Cambiar de colonia. Apuntarte a un gimnasio. El aumento de las cartas del banco cada vez que abres el buzón y que resulta ser directamente proporcional a los meses que vas cumpliendo. Empezar a usar la escobilla del retrete. Comprobar que la talla 38 de los pantalones la hacen cada vez más pequeña. Escribir un blog y ser capaz de mantenerlo más de dos semanas. Arg, arg, arg, arg.. suma y sigue.... ... según visita Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

martes, 7 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo octavo: "Una mujer sería encantadora si uno pudiera caer en sus brazos sin caer en sus manos." (Ambrose Bierce, 1842-1914, escritor satírico y periodista estadounidense) A ver, sí, lo reconozco y estamos de acuerdo: no se puede comparar, ver una película con el dvd en casa no es lo mismo que ir a verla al cine. Ni punto de comparación. En el cine hay más emoción, más misterio, más pasión. El cine es ese sitio en el que nunca habrá entradas para la película que buscas aunque para que te lo confirmen tengas que aguantar a una cola insufrible de niños empeñados en ver un pollo luchando contra los extraterrestres, o a los aún más insoportables intelectuales hablando del trasfondo alegórico de "Etéreamente etérea", la última película sueca del realizado búlgaro Jagsfefrtxixk Hurtgfshbger. El cine es ese sitio en el que nunca te paran la película para ir al retrete (aunque te estés meando encima) o para ir a buscar algo a la nevera (aunque te estés muriendo de hambre) y en el que parece que tienen contratado a un tío más alto que tu para que se siente justo delante. Un sitio el que no hay una mesa para poner la cocacola ni dejan entrar al repartidor de pizza, y donde siempre hay un tipo "entendido" que protesta porque no le dejan hasta el final los créditos y no puede leer cómo se llamaba el ayudante del segundo operador de cámara del módulo de filmación de la tercera unidad móvil. Un sitio en el que, para postre, entrar y ver una película acompañado de otras doscientas personas cuesta como cinco alquileres en la oferta del videoclub de la esquina. Definitivamente no, no es lo mismo. ... templarios Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

lunes, 6 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo séptimo: "Mediocre, y sabiendo arrastrarse, uno llega a todas partes". (Pierre Augustin Caron de Beaumarchais, 1732-1799, compositor francés) Aunque hay quien tenga sus muy respetables dudas, existe un lenguaje común a todos los españoles y que todos los españoles conocemos y practicamos escrupulosamente cada día. Lo he comprobado este fin de semana: en todos los pasos de cebra de todos los rincones de España coincide el mismo tipo de comunicación humana. Si el automovilista va embalado, el peatón titubea. En el caso de que el conductor decida no frenar aparecerá en su cara una mueca de superioridad difícilmente descriptible. Si, por el contrario, acaba frenando, el peatón mira altaneramente a izquierda y derecha, como si no hubiera visto nada, y comienza a cruzar con majestuosa impasibilidad y una dignidad solo comparable a la de quien acaba de vencer y humillar sin compasión a su más feroz enemigo. El día que aprenda a conducir.... ... después de apaleados.. Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

viernes, 3 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo sexto: "Ver lo que tenemos delante de nuestras narices requiere una lucha constante". (George Orwell, 1903 - 1950, escritor británico) Vienen a ser, así por encima, unos 150.000 por cada gramo de polvo de un colchón. En total más de 2.000.000 de cariñosos ácaros duermen cada día con nosotros. Es normal, los animalitos están calentitos en la cama, con un hábitat bastante parecido a su originario ambiente tropical y además tienen a su disposición su comida favorita en cantidades "industriales": millones de frescas y exquisitas escamas de nuestra piel están a su alcance sin tener que mover una pata. Así cualquiera. ¿Quién dijo que este fin de semana va a dormir sólo? Hasta el lunes. ... andarse sin rodeos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

jueves, 2 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo quinto: ""La vida es una sopa llena de pelos flotando que, a pesar de ello, estamos obligados a comer". (Gustave Flaubert, 1821 - 1880, escritor francés) Hay otros pueblos, otras culturas, que aunque a primera vista parezcan mucho más primitivos que nosotros pueden acabar dándonos lecciones en algo tan importante para el futuro de la humanidad como es el aprovechar y reciclar los recursos que la naturaleza pone a nuestro alcance. Existe una tribu perdida por el Amazonas, los Koraba, descubiertos por casualidad en 1989 por un tal Marco Valdés ( y un pelín agresivos todo sea dicho, -en 1992 mataron a 12 sacerdotes brasileños empeñados en acercarse demasiado) que son un verdadero ejemplo del espíritu ecologista que nos debería de invadir a todos: "nada se tira, todo se aprovecha". Sus adolescentes se inician en un rito de "madurez" consistente en ingerir el semen de sus abuelos paternos mediante felaciones continuas durante tres días. ¿El fin? traspasar la semilla de la vida y la experiencia a las generaciones más jóvenes y no desperdiciar el gran tesoro que significaría no aprovechar las "enseñanzas" de nuestros mayores, presentes, por lógica, en el fluido por excelencia de la transmisión genética: el semen. Cuando una mujer queda embarazada debe ser "cubierta" por todos los demás varones de la comunidad, única forma de que el futuro nacido sea un miembro homogéneo de la tribu. Y naturalmente, cuando uno de sus miembros muere, nada de malgastar su cuerpo quemándolo o enterrándolo. Es descuartizado y cocinado para servir de alimento a la comunidad y así preservar el alma del difunto dentro de la tribu. Nunca hay que tirar nada. Aprovecha los residuos y recicla. Reciclar es reutilizar, Reciclar es de sabios. ... ajedrecistas republicanos Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

miércoles, 1 de febrero de 2006

Capítulo Sexcentésimo nonagésimo cuarto: "Uno de los mayores infortunios del ser humano es que sigue teniendo deseos sexuales mucho después de que ha dejado se ser sexualmente deseable" (Somerset Maugham, 1874-1965, escritor inglés) ¿Sabrán las emperifolladas señoras que asisten habitualmente a bodas bautizos y/o comuniones varios, que la "Ordenanza de Mancebías" de 1621 exige el uso de mantilla negra como "uniforme de trabajo" para todas las señoritas putas en el ejercicio de su profesión, a fin de distinguirlas convenientemente del resto de señoras y/o señoritas "honradas"? ¿Por qué al poco tiempo de dictarse la susodicha ley sobre la susodicha prenda se puso tan rápidamente de moda entre todas las mujeres españolas, independientemente de la profesión que ejercieran? Empezando febrero se me acumulan las preguntas. Qué estrés. ... enfermedad laboral Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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