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miércoles, 9 de marzo de 2005

505. Miércoles, 9 Marzo, 2005 Capítulo Quingentésimo quinto: "Mi interés por el futuro se debe a que voy a pasar el resto de mi vida allí" (Charles F. Kettering, 1876-1958 Inventor estadounidense) El águila es el ave con mayor longevidad: llega a vivir hasta 70 años. Pero para que eso ocurra deberá tomar una seria y difícil decisión cuando cumple los 40. Justo a esa edad sus uñas se vuelven apretadas y flexibles y ya no consigue cazar a sus presas que son, al fin y al cabo, su alimento. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas, gruesas. Volar se hace casi imposible. Es entonces cuando el águila se tiene que enfrentar a la decisión: morir o enfrentarse a un dolorido proceso de renovación que durará 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y buscar un nido lo más resguardado posible. Una vez allí, el águila comenzará a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego deberá esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas mientras va perdiendo poco a poco sus viejas plumas. Cinco meses después sale para su vuelo de renovación... y a vivir 30 años más. A mí me pasa a partir de las nueve de la noche cada día, lo mismo que al águila cuando llega a los 40, pero tengo que reconocer que, igual que ella, después de las diez horas de sueño de "renovación", estoy dispuesto a comerme el mundo. Es una pena que esta euforia matutina solo dure hasta que tenga que empezar a trabajar dentro de unos minutos. Vida esta más dura ... siete notas musicales

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