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jueves, 22 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo septuagésimo segundo: "Sed buenos". (E. T. , 1982, extraterrestre)
No lo digo yo, lo dice gente mucho más instruida en el tema y que, además, aporta todo tipo de datos para avalar una dolorosa pero inapelable conclusión: Papa Noel no existe. La lógica se impone.
En primer lugar, ninguna especie de reno puede volar.
Vale, el razonamiento no es muy contundente teniendo en cuenta que aún hay más de 300.000 especies de organismos que no han sido clasificados. Démosle un voto de confianza y pensemos: no es posible descartar con seguridad que existan renos voladores y que el tal Papa Noel sea el único que los haya visto.
Aún así, en el mundo hay más de 2.000 millones de niños de los que habría que descontar casi 400 millones entre mulsumanes, hindúes y demás infieles a los que Papa Noel no reparte, aún así y haciendo un promedio de 3,5 niños por hogar, el buen señor tendría que visitar en un día (de 31 horas por aquello de la rotación de la tierra y las zonas horarias) 91.800.000 casas.
Esto da un promedio de 822,6 visitas por segundo, es decir que en cada hogar, el señor Noel tiene poco más de una milésima de segundo para aparcar, saltar del trineo, bajar por la chimenea, seleccionar los regalos, ponerlos bajo el árbol, subir por la chimenea, montar en su trineo y viajar hasta la próxima casa.
Asumiendo que cada parada esté perfectamente planificada a través de algún ordenador de a bordo, haría un viaje de 121.500.000 kilómetros. Lo que supone que el trineo debe desplazarse a más de 1.000 kilómetros por segundo (3.000 veces la velocidad de la luz) algo difícil de asimilar teniendo en cuenta que un reno convencional puede correr como máximo 15 kilómetros por hora.
Otro tema interesante: la carga que transporta. Pongamos que cada niño recibe, juguete más juguete menos, entre la videoconsola y el madelman, unos 500 gramos de regalos. El trineo tendría que transportar 321.300 toneladas a lo que habría que añadir el peso del propio Papa Noel (que no es precisamente una persona con problemas de anorexia). Sabemos que un reno convencional puede arrastrar unos 140 kilos, por eso y aún garantizando que uno "volador" pueda tirar 10 veces más, necesitaría no ocho o nueve como nos quiere hacer creer sino 214.200 renos, algo que aumentaría el peso a 353.430 toneladas, unas cuatro veces más que un gigantesco trasatlántico.
Las 353.400 toneladas viajando a 1.080 kilómetros por segundo generarían una resistencia al aire que elevaría la temperatura del reno casi a la misma proporción que una nave atravesando la atmósfera. Pronto, el primer reno habría absorbido tal energía que se convertiría instantáneamente es una bola de fuego y se desintegraría , dejando expuesto al segundo.
Todos se vaporizarían en 0,0426 segundos. Mientras Papá Noel estaría sometido a fuerzas 17.500 veces mayores a la de la gravedad. Si pesara 100 kilos (un estimación discreta), sería impulsado hacía la parte trasera del trineo con una fuerza de 1.800.000 kilos.
En definitiva, si Papá Noel alguna vez repartió regalos en Navidad, muy probablemente hoy esté muerto.
Por eso no conviene arriesgarse: los regalos hay que pedírselos siempre, siempre, a los Reyes.
Dicho lo cual, servidor empieza hoy mismo unas merecidas vacaciones y se despide de todos y de todo hasta el lunes 3 de enero.
Feliz Navidad.
... más historias extra-ordinarias cada día
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miércoles, 21 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo septuagésimo primero: La vejez tiene dos ventajas: dejan de dolerte las muelas y se dejan de escuchar las tonterías que se dicen alrededor (George Bernard Shaw, 1856-1950, escritor irlandés)
Que no se nos quede cara de bobos cuando estas navidades nos hagan la proposición.
La información es poder y no sólo de misioneros o "birmanos" vive el hombre.
Algunas prácticas con denominación de origen:
Ruso: acción de masajear el ano.
Turco: La pareja, con las manos atadas, espera de forma sumisa a dar y recibir placer sin moverse.
Francés: coito oral.
Árabe: "cabalgar" encima de la pareja.
Florentino: Uno de los miembros de la pareja sujetará el pene del otro con la piel presionada hacía atrás evitando la eyaculación.
Sajón: igual que el "florentino" pero presionando la base del pene.
Japonés: realizar el coito en el suelo y en cuclillas.
Griego: coito anal.
Sueco: sexo en grupo.
Cubano: masturbación con el pene entre los pechos.
Tailandés: masaje por todo el cuerpo con los pechos.
Toda una vuelta al mundo sin salir de una habitación.
... pi
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lunes, 19 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo septuagésimo: "La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien completamente sano". (Aldous Huxley, 1894-1963, escritor británico)
Y ahí estaba yo, delante de un montón de informes, debatiéndome conmigo mismo el significado de la vida, o la difícil solución que tiene el problema del hambre en el mundo cuando cogí un clip y, en aquel estado de angustia, comencé a retorcerlo de un lado a otro.
Estaba liberando el artista que había en mí ¿Quién sabe con certeza cómo nace un genio?
En pocos minutos había creado mi primera escultura, y como todos los grandes artistas había empezado queriendo homenajear a la naturaleza: una flor silvestre.
Era el momento de crear un estilo propio, algo postimpresionista que dejara huella: un frutero y una botella de vino.
Eso ya cubría el tema de las naturalezas muertas. Fue entonces cuando me di cuenta de que, al haberme iniciado tardíamente, tendría que abordar con la mayor premura muchos estilos y periodos antes de encontrar el que me elevara al Olimpo de los escultores de clips.
El Art Nouveau parecía muy adecuado para expresar mi creatividad clipera pero aquella figura retorcida, conseguida después de cinco extenuantes minutos de trabajo, no acabó de convencerme.
Por un momento pensé que el retrato podía ser mi especialidad, la dificultad que me supuso hacerle el ojo a aquella cara me hizo desistir de tan encomiable misión.
Llevaba ya más de una hora "creando" y me sentía con fuerzas para acometer las raison d´être de casi todos los movimientos escultóricos desde la Grecia antigua: el cuerpo humano.
Pronto lo acabé descartando por considerarlo demasiado caricaturesco. Necesitaba un enfoque más escultural. Retorciendo aquí y allá, y rompiendo un clip tras otros sin pararme en pensar en el gasto (algo que los verdaderos artistas nunca debemos tomar en cuenta), acabé por fin una obra completa a la que bauticé como "Desnudo recostado".
Animado, pensé que ahora podía abordar estilos más modernos. Estaba entrando en mi periodo "realista" muy dignamente representado por dos de las mejores piezas que había creado hasta entonces y a las que bauticé como "el ciclista" y "el viajero apresurado".
Ya sólo me quedaba el nivel más elevado de la escultura, el estilo más difícil de todos: el abstracto. Las dudas me asaltaron ¿Sería capaz de hacer frente a semejante reto?. Me puse a ello y el resultado no pudo ser mejor. Su título lo decía todo: "Paisaje con acebo junto a un estanque barrido por el viento en coulis de fresa."
No soy crítico de arte, simplemente una persona con sentido común que sabe si una cosa le gusta o no; por eso reconozco que los resultados de mis trabajos en tan complicado estilo no fueron del todo malos. Si el primero el inimitable "paisaje con acebo junto a un estanque barrido por el viento en coulis de fresa" era bueno, tengo que reconocer, sin jactancia, que la verdadera obra maestra hasta ahora la he conseguido con el "abstracto lineal retorcido".
Fue en ese momento cuando me quedé sin saber hacía dónde seguir. Finalmente y tras largos minutos de forcejeo mental con las yemas de los dedos doloridas, la fatiga mental y el natural desgaste de la imaginación, me rebelé contra el abastracto. Los críticos no pueden dejar de estar de acuerdo en que, en esta figura final, obra cumbre de todas las etapas por las que pasé, y a la que le puse el nombre de "solo de trombón", queda plasmada triunfalmente la última moda del siglo XXI en cuanto a arte se refiere: la vuelta al naturalismo.
... una idea muy limpia
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Capítulo Sexcentésimo sexagésimo noveno: "Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas". (Werner Karl Heisenberg, 1901-1976, filósofo y físico alemán)
En las inscripciones de una tablilla asiria de hace más de cuatro mil años, se puede leer un inquietante mensaje:
"En estos últimos tiempos, nuestra tierra está degenerando. Hay señales de que el mundo está llegando rápidamente a su fin. El cohecho y la corrupción son comunes".Unos dos mil años después, es decir hace unos dos mil años, Sócrates, insigne filósofo él, proclamaba:
"Los hijos son ahora unos tiranos, ya no se ponen en pie cuando un anciano entra en una habitación. Contradicen a sus padres, charlas ante las visitas, engullen golosinas en la mesa, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros: ¿Qué está ocurriendo con nuestros jóvenes?" Faltan al respeto de sus mayores, desobedecen a sus padres. Desdeñan la ley. Se rebelan en las calles inflamados de ideas descabelladas. Su moral está decayendo. ¿Qué va a ser de ellos? ¿Qué va a ser de nosotros? El mundo se acerca a su fin".Lunes, ocho de la mañana y otra vez en el trabajo?Luego dirán que la civilización avanza y los tiempos cambian. ... una idea muy limpia Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
viernes, 16 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo octavo: "No es tolerante quien no tolera la intolerancia. (Jaime Balmes. 1810-1848, filósofo y teólogo español).
Mi relación con el tabaco ha sido siempre la de una convivencia pacifica, tolerante y de buena voluntad por ambas partes: mi padre y mi hermano fumaban y los demás nos tragábamos sin rechistar la ración de humo que nos correspondía.
Por supuesto a ninguno se nos pasó nunca por la cabeza poner en duda el derecho que tenía el cabeza de familia para fumar en su casa. Familia que fuma unida, permanece unida que decía mi primo.
Por lo tanto soy fumador a pesar de no haber fumado nunca (ni ganas de hacerlo), un dato que parece influir en que no me moleste lo más mínimo que, a pesar de los tiempos que corren, alguien encienda un cigarro a mi lado.
Aún así no acabo de encontrar lógica esa manía que les ha entrado a los fumadores diciendo que se sienten perseguidos. Hombre..a ver, todavía que protestaran los del siglo XVII cuando el Zar de Rusia ordenó cortar la nariz a todo aquel que llevara tabaco vale; o que lo hicieran los otomanos cuando a su sultán Murad le dio por castigar a los que fumaran con la pena de muerte lo entiendo.. pero protestar por una ley que lo único que pretende es que sus cigarros se los fumen sólo ellos impidiendo a los demás poder gorronear libremente del humo de segunda mano que ellos sueltan.. me parece un poco raro.
Al fin y al cabo al precio que está el tabaco hasta tenían que agradecer propuestas de este tipo encaminadas a que sólo consuma humo aquel que lo pague. Y no como ha estado ocurriendo hasta ahora donde cualquier aprovechado que se encontrara cercano a un honrado fumador podía aprovecharse sin el menor recato de la desprendida generosidad del mismo.
Hasta el lunes
... a la reina ni tocarla
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jueves, 15 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo séptimo: ¿No es usted la Srta. Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted. (Groucho Marx, 1890 - 1977, humorista estadounidense)
Lo dice uno de los grandes genios del pensamiento creativo moderno, Michael Michalko (y si no lo es todavía ya lo será, -se lo ha ganado a pulso-) cuando expone en su libro Thinker Toys (Gestión 2000, 368 páginas, 20,95 euros -con su iva y todo-) la irrefutable "teoría de la incubación": "para tener ideas lo mejor es echarse a dormir"
Una idea que tampoco es precisamente nueva. Ya hace muchos años que un físico muy conocido (al menos entre los físicos mundiales) expuso un hecho evidente: todos los grandes descubrimientos científicos han sido conseguidos en alguna de las tres "bes": bus, bed, o bath.
O lo que es lo mismo, en el autobús, en la cama o en el baño.
Haciendo notar que ninguno, al menos "ninguno" que fuera importante para el desarrollo de la humanidad, fue concibió en un lugar de trabajo.
El ejemplo más clásico: Arquímedes cuando solucionó aquel problema para determinar la pureza del oro y acabó formulando su famoso principio. ¿Dónde?, pues precisamente en la bañera, cuando andaba refrescándose para intentar relajarse y olvidarse del problema.
Y no es el único, William Carrier acabó inventando el aire acondicionado mirando la bruma en una estación de tren a la que había ido después de darle miles de vueltas a la cabeza en su lugar de trabajo y acabar completamente bloqueado.
Naturalmente hasta que mis amados superiores no se modernicen y pongan en práctica los nuevos métodos laborales que están triunfando ahora mismo en todo el mundo, que no me vuelvan a pedir resultados.
... atando los perros con longanizas
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miércoles, 14 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo sexto: "El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto". (Jorge Luis Borges, 1899-1986, escritor argentino)
Por un mero interés practico (si en algo parecen coincidir todas las religiones es que por mis gustos sexuales estoy condenado irremediablemente al fuego eterno del infierno) ando yo preocupado en saber como será tan caliente lugar y, por lo tanto, el futuro que puede esperarme allí.
Y que menos que aprovechar el post 666, de indudables connotaciones diabólicas, para hablar de él.
Lo malo es que como nadie ha vuelto de tan curioso lugar (al menos todavía) no podemos tener certeza absoluta de nada.
Eso sí, una serie de personas de bien y muy respetados por sus trabajos, ya han dado su opinión sobre el tema.
En "La última noche de Boris Grushenko", película de Woody Alllen, éste imaginaba que era condenado a pasar la eternidad encerrado con un vendedor de seguros.
Otro director de cine, Luis Buñuel, quien odiaba el ruido por encima de todo, imaginó en su película "Simón del Desierto" al infierno como un lugar situado en una macrodiscoteca en la que nunca paraba la música.
Jean-Luc Godard lo describió en sus memorias como un cine, pero un cine en el que sólo se proyectaban películas malas que había que ver obligatoriamente.
Uno, aunque más modesto, lo tiene más claro: me basta con mirar a mi alrededor cada mañana de día laborable.
... recursos humanos
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martes, 13 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo quinto: " El sueño y la esperanza son los dos calmantes que la naturaleza concede al hombre. (Federico I, 1122-1190, Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico)
El hecho de que servidor necesite un mínimo de nueve/diez horas cada día para poder ser "persona" no podía ser sólo cosa de mi habitual vagancia. Ni mucho menos. Tenía que haber alguna razón lógica y natural.
Y la he encontrado.
Los mamíferos, en los que por aquello de las clasificaciones científicas me incluyen, necesitan más horas de sueño cuanto más pequeños son.
Los datos dejan pocas dudas: a una jirafa le bastarán con dos al día para cubrir el "cupo" de horas necesarias de sueño mientras que una ardilla no podrá pasarse menos de 14 durmiendo.
Es cuestión de tamaño: una rata duerme 13 horas mientras que a un caballo le basta con 3; una foca necesitará 6 mientras un perro o un delfín van a necesitar no menos de 10.
Y así todos. A menor tamaño, mayor número de horas de sueño necesarias.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo "recogidito" que soy, con un componente "volumétrico" bastante más cercano al de una ardilla que al de una jirafa, está claro que mi afición a dormir no es más que el desarrollo natural y lógico de la naturaleza.
Habría que dejarla seguir su curso sin tantas interferencias.
... bebés con criterio
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lunes, 12 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo cuarto: "No hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse". (Gilbert Keith Chesterton, 1874-1936, escritor británico).
Una vez establecido contacto, pongamos que el ligue es amable y te acaba invitando a su casa a comer, (al menos en principio, comida). Después del "¿puedo tocar?", segunda parte del "donde fueres haz lo que vieres", versión ¿cómo como?
Si llegados esos momentos queremos que la comida sea el preludio de otras "comidas" posteriores, conviene no defraudar al exótico anfitrión conociendo sus costumbres.
Algunas tan extrañas como las de los coreanos, donde lo educado es hacerse de rogar varias veces antes de sentarse a la mesa, o las de Jordania, donde es práctica habitual rehusar por dos veces la invitación a servirse de un mismo plato, pero sólo dos veces: hay que decir sí a la tercera o te quedarás sin comer.
En todo occidente se presenta la mesa con cubiertos, pero así como en los países anglosajones es costumbre dejar la manos en el regazo cuando no se está comiendo, en el resto se considera de muy mala educación.
También está muy mal vista la costumbre española de probar otros platos; y en Francia concretamente es un "pecado" mojar pan en la salsa
En África y Asia comen con las manos, pero, atención, sólo con la derecha y con tres dedos a lo sumo. Nunca hay que frotar los palillos uno contra otro entre las manos de un hogar asiático porque creerán que piensa que le han puesto unos baratos.
Cuidado con las comidas y cenas en Rusia si se tiene el hígado delicado, A cada dos por tres hay que levantarse y tomarse un chupito de vodka porque alguien hará un brindis.
Así como en Europa y Norteamérica es de buena educación terminar lo pongan en el plato, no sucede lo mismo ni entre los lapones ni en el mundo árabe, en donde es conveniente no comérselo todo porque luego no tendrían qué comer los niños y los criados. En Indonesia se aconseja dejar algo en el plato para indicar que no se quiere más.
Los eructos en Australia no están mal vistos, pero sí en Europa; y en el mundo árabe son sinónimo de que se está satisfecho. Para demostrar que le ha gustado la comida, en Portugal debe besar el dedo índice y, con éste y el pulgar frotarse la oreja.
Visto lo visto, casi mejor dedicarse al producto "nacional", a ver si con tanto ringorrango luego no podemos concentrarnos en el "postre".
Tengo sueño.
... caprichos
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viernes, 9 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo tercero: "La habilidad es la riqueza del pobre" (Christopher Wren, 1632-1723, arquitecto inglés)
Viernes raro, un día ideal para aprovechar las horas que ¡obligatoriamente! hay-que-estar-en-el-trabajo aprendiendo cosas nuevas con las que experimentar durante el fin de semana. Por ejemplo.
Hagamos un poco el Mac Gyver. Cualquier cosa antes que "trabajar" .
Leche, vinagre y bicarbonato es lo único que necesitamos para hacer uno de los pegamento más eficaces que existen.
Calentamos un poco la leche, añadimos un chorrito de vinagre y removemos. La leche empezará a dividirse en una parte líquida: el suero, y una sólida: la caseína. Dos partes que se pueden separar fácilmente, basta con colar la mezcla a través de un trapo.
Para el pegamento sólo nos interesa la parte sólida, la caseína. Machacamos los grumos que nos han quedado mezclándolos con un poco de agua caliente y un cuarto de cucharada de bicarbonato. Este bicarbonato neutraliza al vinagre y lo que nos queda es la caseína en estado líquido: un pegamento tan eficaz como el que más... y mucho más barato.
Y ya que estamos ahorrativos y para no tirar nada podríamos usar el líquido que quedó al colar la mezcla de leche y vinagre para simular cierto fluido corporal de parecidas características (al menos a la vista) entre ambos. Aunque para eso nada mejor -y más rico- que la leche condensada mezclada con un poco de clara de huevo... qué se lo pregunten a los actores de películas porno.
Pero eso es ya otra historia.
... más historias extra-ordinarias
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miércoles, 7 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo segundo: "De cerca, nadie es normal". (Caetano Veloso, 1942, músico brasileño)
Aprovechando que somos pocos, un "experimento" científico (a la par que educativo) para establecer el nivel de perversión que nos gastamos todos y cada uno de los habituales habitantes de esta bitácora. Empezando por el que la firma.
A primera vista ¿qué diría uno que se ve en la imagen?:
Pues salvo que algún alma cándida haya dicho "nueve delfines nadando", resulta que somos todos unos sátiros depravados que sólo tenemos una cosa en la cabeza: sexo.
Algo que tampoco nos cogería de nuevas.
Los niños (mentes puras ellas, bendita inocencia -al menos hasta cierta edad-) no logran identificar la imagen anterior con una pareja intercambiando (entre otras cosas) "fluidos" como hemos hecho el resto Lo que ellos ven al no tener la mente asociada a tan lúbrica situación son los nueve delfines.
Sin embargo el resto ya estamos lo suficientemente corruptos para ver directamente "cochinadas" dónde sólo hay nadando unos simpáticos animalitos.
A ver quien hace ahora nada con semejante preocupación encima.
... la difícil "comercialización" de la televisión
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lunes, 5 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo primero: Los amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor. (Ramón y Cajal 1852-1856, médico español)
En uno de los libros de texto que tuve cuando estudiaba en el colegio (pleistoceno arriba, pleistoceno abajo) había una frase, de no recuerdo quién, que decía más o menos que un amigo era aquel que estaba a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.
La frase por sí misma tampoco era nada del otro jueves; una más de las muchas que cerraba cada capítulo, y que, como sabíamos que no iban a entrar en el examen, nunca le hacíamos caso.
Sin embargo, la historia elegida por el autor del libro de texto para intentar explicar semejante pensamiento, hizo que me quedara con ella para siempre. No podía ser más acertada.
Había en el siglo V a. de C. un atleta llamado Asiarques al que no se le ocurrió otra cosa que participar en una revuelta contra el mandamás de la época, Dionisio el Viejo.
Fue detenido por conspirar y condenado a muerte, una condena que se tenía que cumplir justo cuando el atleta era convocado a los Juegos Olímpicos.
El reo imploró que la sentencia se aplazara hasta volver de Olimpia y puso como garantía de su vuelta, y para que fuese ejecutado en caso de que él no volviera, a su amigo Pitias.
Y Pitias aceptó.
Cuando el atleta regresó, Pitias fue inmediatamente liberado mientras Asiarques era ejecutado y enterrado... pero enterrado con todos los honores debido a aquella extraordinaria prueba de amistad que conmovió no sólo al mismo Dionisio, sino a todo el pueblo de Siracusa que discutía quién de los dos había dado una mayor muestra de amistad: Pitias, capaz de arriesgar su vida sólo por amistad y a cambio de nada, o Asiarques, al volver sólo para impedir la muerte de su amigo... aún sabiendo que perdería la propia.
Va por todos los que en un día como el de hoy, tienen/tenemos que "estar en el trabajo".
... anticonceptivo muy peculiar
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viernes, 2 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo sexagésimo: "Tener dinero es como ser rubia: es más divertido, pero no de vital importancia" (Mary Quant, 1934, diseñadora inglesa)
No, no es casualidad. Por culpa de la contaminación, existe un 22 % más de posibilidades de que llueva un sábado que un lunes.
Según un estudio de la Universidad de Arizona (en los EE.UU.) en las regiones habitadas del planeta se producen hasta un 22 % más de precipitaciones, tormentas, huracanes y mal tiempo en general los sábados que los lunes.
Un fenómeno que parece estar ligado al incremento de los niveles de contaminación atmosférica que se producen a medida que se acerca el fin de semana. Un aumento que nunca no se origina en zonas no habitadas del planeta en el que la frecuencia de lluvia dentro de una misma época climática, es casi igual durante todos los días de la semana.
Una razón más, (y hay unas cuantas), para que los viernes pasen a ser considerados, inmediatamente y a todos los efectos, como festivos. Así, la mayor probabilidad de lluvia pasaría a corresponder a ese día, dejando los sábados y los domingos sin los "recortes" que se dan ahora.
Lo demás no dejaría de ser un fraude en toda regla sobre nuestros -tan escasos como bien merecidos- días de descanso.
Hasta el lunes.
... más historias extra-ordinarias
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jueves, 1 de diciembre de 2005
Capítulo Sexcentésimo quincuagésimo noveno: "Cuando se es niño, los ruidos que asustan surgen de debajo de la cama, y cuando se es adulto, de debajo de la tapa del motor del coche" (James Denton, 1963, actor estadounidense)
He confesado en varias ocasiones mi adicción al café, una sustancia tan tóxica como cualquier otra y que de no ser por el miedo que le tengo a las agujas, me inyectaría en vena cada tres horas.
Pero después de lo que he leído por ahí, estoy planteándome muy seriamente empezar una cura de desintoxicación que me aparte del sórdido mundo de los cafeinómanos compulsivos.
El "Kopi Luwak", uno de los "cafeses" más fuertes y de mejor sabor que existen (y, aunque más difícil de encontrar que los del carrefour -y un poco más caro-, ya hay varias marcas que lo venden) esconde un terrible secreto.
Según las instrucciones del paquete todo parece normal, granos procedentes de las plantaciones de Sumatra, Java y Sulawesi, recolectados por los nativos y recogidos después por el equivalente en aquellas tierras del "Valdés" del anuncio.
Pero en las "instrucciones" se saltan un paso: los nativos lo recogen, sí, pero después de que un marsupial se lo haya comido, lo haya digerido y lo haya defecado.
Entonces, y sólo entonces, lo recogen.
Claro, dicen los estudiosos que son precisamente los ácidos y encimas del estomago de este animalito las que modifican las proteínas de estas semillas dándole un especial sabor que recuerda al chocolate.
A "chocolate"... ya. Podía hacer un chiste fácil pero casi lo dejo aquí.
... imbatibles, hasta que dejaron de serlo
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