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viernes, 1 de junio de 2007

Capítulo Noningentésimo octogésimo cuarto: "Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos". (Nicolás Maquiavelo, 1469-1527, historiador, político y teórico italiano) Más del 80% de los estadounidenses son circuncidados nada más nacer. Una moda que se empieza a extender... Y ya sabemos como acaban extendiéndose sus modas. Los padres, a los que semejante mutilación no les duele, dicen que lo hacen por motivos de higiene. No puede haber disculpa más tonta. (Bueno sí, la hay, la religiosa -cómo no- en alguna de ellas, como la judía o la musulmana, esta operación es obligatoria.. pero ahí mejor no entremos, que con la iglesia hemos topado) Vamos, que en vez de enseñarte desde pequeño a que te laves bien con un poco de agua y jabón, no se les ocurre otra idea que cortar -y nunca mejor dicho- por lo sano. Sin ánimos de dar ideas, ¿visto el problema de caspa que suele haber a partir de la adolescencia por qué no se les ocurre también cortarles la cabeza.. por ejemplo. Y es que, salvo un problema de fimosis, eliminar total o parcialmente el prepucio del pene es una aberración, así, con todas las letras. Claro, una aberración que va a tener que sufrir el circuncidado no sus señores padres. Primera consecuencia: al cortar el prepucio, el glande y su corona rozarán directamente y habitualmente con la ropa y non tardan mucho en perder gran parte de su sensibilidad. Naturalmente tan importante parte no queda inutilizada totalmente, pero si es verdad que la perdida de sensibilidad, la mayor tensión y la menor elasticidad que presenta un pene en erección circuncidado, hará que su principal función -la de dar y recibir placer- nunca será las mismas que las de un individuo que tenga todo el equipamiento de serie con el que salimos de la fábrica. Y eso sin contar que, además, y según el tipo de circuncisión que se empeñen en hacerte sin que tengas necesidad de ella, se puede llegar a perder hasta un 80% de la piel peneana. O sea, y para ser un pelín más gráficos: más de un metro de arterias, venas y capilares, 78 metros de nervios y ¡más de 20.000 terminaciones nerviosas...! Y (casi) todos sabemos la importancia que tienen las terminaciones nerviosas en determinados sitios en las que por muchas que sean nunca están de más. ¿No sería más fácil que les enseñaran a lavarse? Hasta el lunes.

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