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miércoles, 24 de octubre de 2007

Capítulo Milésimo sexagésimo: "Demasiado al oeste es este" (Proverbio Inglés) La cosa no es de ahora. Ya hace 2.500 años. Pitágoras aconsejaba cantar y tocar un instrumento musical a diario para eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones y la ira. Hipócrates, el padre de la medicina, utilizaba determinadas melodías para devolver la cordura a los enfermos mentales. Y el médico alejandrino Herófilo, en el año 3.00 a. C., acostumbraba a regular las pulsaciones arteriales mediante las escalas musicales. Aristóteles, en La Política, asociaba estados anímicos como el dolor, la pereza o la paz a diferentes ritmos, sonidos y escalas. Y hasta dos figuras tan pensativas como Confucio y Platón, creían que si la música de una nación era inarmónica y pobre, las instituciones políticas se derrumbarían. Bueno, pues los que mandan empeñados en promocionar y cantar las alabanzas de hacer deporte cuando la música tiene casi los mimos beneficios para la salud que machacarse en un gimnasio. Y ni punto de comparación. ¿Tendrán los que manejan los hilos sanitarios acciones en esas salas de tortura con olor a quirófano? ¡ Cómo nos engañan! ... mamíferos venenosos. Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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