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viernes, 27 de octubre de 2006

Capítulo Octingentésimo cuadragésimo noveno: "¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!" (Giacomo Leopardi, 1798-1837, poeta italiano.) La expresión "hip, hip, hurra", que quien más y quien menos hemos gritado alguna vez en según qué situaciones, tiene su origen en las Cruzadas, esas expediciones militares realizadas por los cristianos de Europa Occidental y realizadas generalmente a petición de Papa de turno con el propósito de recuperar Jerusalén y otros lugares (los conocidos como Tierra Santa) que se encontraban por aquel entonces bajo el control de los musulmanes. Es una derivación de un grito de batalla que los cruzados usaban: "Hieroslyma est perdita", es decir "Jerusalén ha caído". Los caballeros acortaban la expresión en "hep, hep" y añadía "Hu-ray", que significa "en paraíso. Así "hip, hip, hurra" quiere decir literalmente "Jerusalén ha caído y estamos en el camino del paraíso". Frase que, adaptándola a los tiempos que corren, parece hecha a medida para días como el de hoy: "hip, hip hurra"... ¡el viernes está cayendo y estamos en el camino del paraíso: el fin de semana. "Hip, hip, hurra". Hasta el lunes.

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