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martes, 2 de agosto de 2005

tantas cosas para no hacer y tan pocas vacaciones 3 Esta gordo, muy gordo, tiene poco pelo y es el perro más torpe y cobarde del mundo, -el pobre jamás ha sido capaz de subir una escalera y antes de oír un ruido ya está debajo de la cama-, pero basta una sola mirada para entendernos, nada misterioso después de ocho años compartiéndolo todo. He llegado a comprender cada uno de sus gestos, igual que él interpreta perfectamente cada uno de los míos, compartimos juegos y siestas, nos miramos y nos mimamos mutuamente, nos lo consentimos casi todo. No es mi mascota ni yo soy su dueño, sencillamente vivimos juntos, él vive conmigo y yo vivo con él, no es el sustituto de nadie ni de nada, simplemente es un compañero con el que comparto los buenos y los malos momentos. Tampoco somos tan distintos, no se si le gustaría ser humano en vez de perro, o incluso si cree que ya lo es, pero a mi me gusta así, tal cual, como ese alguien que, a pesar de que a muchos les puede resultar incomprensible, me hace cada día un montón de masajes en el corazón. Y nunca se cansa. ... más historias extra-ordinarias Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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